Martirio y Chano Domínguez llenaron de arte y sentimiento Dalt Vila.

El mejor jazz con aires flamencos inundó ayer el Baluard de Santa Llúcia durante la penúltima jornada del Eivissa Jazz 2019.

El primero en actuar ayer con el marco inigualable de la Catedral de fondo fue el saxofonista Kiko Berenguer junto al guitarrista flamenco Juan de Pilar, el bajista Miquel Álvarez y el percusionista Jesús Gimeno. El músico alicantino volvió a mostrar su calidad, con un lenguaje musical propio que navega entre sus raíces y la música de otras culturas como el jazz o el flamenco. En Ibiza presentó los temas de su último disco, Aire, y demostró porque ha sido elegido para tocar con artistas como Richie Cole, Dennis Rowland, Madeline Bell, Pat Metheny, o Michel Camilo y porque ha triunfado en festivales como los de San Sebastián, Alicante, San Javier, Valencia, Madrid, o en países como Francia, Suiza, Alemania, Portugal, Italia o Estados Unidos.

Después fue el turno de Martirio y Chano Domínguez. La onubense y el gran pianista gaditano se han vuelto a juntar por tercera vez en su carrera para rendir homenaje al gran artista cubano Bola de Nieve, considerado el mejor intérprete de lo que se conoce como Bolero filin. Un espectáculo que combina jazz y flamenco y que, como se pudo ver ayer en el Baluard de Santa Llúcia llega directamente al corazón del espectador gracias a su ternura, pasión, calidad, humor y un repertorio, repleto de canciones nostálgicas, amorosas, populares y divertidas.