Un camión deposita la basura en el vertedero de Ca na Putxa. | DANIEL ESPINOSA - Archivo

Tenga en cuenta, estimado lector, que ningún político vendrá a decirle, a las puertas de una campaña electoral, que cuando la planta de triaje de Ca na Putxa que el pasado miércoles visitaron las autoridades en materia medioambiental de Ibiza, esté terminada y en servicio —aunque el conseller insular Vicente Roig ya habla en presente y dice que se trata de una de las mejores de Europa, debe referirse a las obras porque que se sepa, ahora mismo no es nada de nada ni cumple ningún cometido—, la tasa de tratamiento de basuras que todos los ciudadanos pagan experimentará una subida que nos va a dejar tiritando, tanto a particulares como a empresas.

En materia de residuos nadie ha hablado claro en las Pitiusas en los últimos 25 años. Cuando no mienten es porque no dicen la verdad. Y mientras tanto cogen fuerza movimientos que reclaman la declaración de emergencia climática. ¿Saben ustedes lo que están diciendo? ¿Se atreve alguien a hablar de emergencia climática cuando ahora mismo solo hay una forma de tratar los residuos en las Pitiusas, que es ir amontonándolos en una vaguada de Santa Eulària? La emergencia vendrá en breve, cuando la Unión Europea nos meta una multa de 30 euros por tonelada vertida en Ca na Putxa, porque sépanlo, en las Pitiusas hacemos con los residuos lo mismo que cualquier país tercermundista y subdesarrollado, hacer una montaña con ella para que coman las ratas y si estuviéramos en la India, las vacas.

Presumimos de ser una sociedad comprometida medioambientalmente, pero a nadie parece preocuparle dónde van a parar nuestros desperdicios cuando pasa el camión de la basura a recogerlos. Pero lo cierto es que los ponen unos sobre otros y allí se dejan sin más hacer que engordar a las gaviotas. Por eso es tan barato, 40 euros de media mientras en Mallorca se pagan 130 euros de tasa porque allí se incinera mientras nosotros la enterramos sin importarnos nada lo que pase con ella.

Porque, amigo lector, reciclar no es barato ni lo será con la planta de triaje, aunque hay quien dice que se reducirá el recibo. Todo lo contrario, será muchísimo más caro. Y aún así habrá que empacar la mierda que nos sobre y embarcarla hacia la Península o hacia Mallorca y tratarla. Y pagarlo, claro.

Reciclamos para no enguarrar más esta tierra, para ser más verdes, para ser mejores y que nuestros hijos tengan un planeta que habitar. Pero no es más barato. En absoluto. Pero eso no se lo dirá nadie, ni siquiera cuando visitan la planta que hace décadas debía estar hecha. Y ahora corran a declarar emergencias climáticas, cuando el porcentaje de reciclaje es ridículo y sonrojante.

El PSOE. El PSOE afronta unas elecciones con una crisis interna tremenda. Pero sospecho que eso no le interesa a ningun socialista excepto a Sofía Hernanz y a Patricia Abascal. Al resto, lo único que le interesa es ver quién sucederá a Vicent Torres al frente de la FSE. La batalla será dura, como lo son siempre las guerras internas en los partidos.

Feliz domingo.