Decenas de voluntarios ayudaron a desbrozar este camino en desuso en el que habían crecido incluso árboles en alguna de las zonas que impedían completamente el paso. Operarios municipales y trabajadores de una empresa hicieron las tareas que requerían maquinaria. | MARCELO SASTRE

Los caminos eran espacios imprescindibles en Ibiza hace no muchas décadas. La gente de la isla los frecuentaba, ya fuera para ir a visitar a familiares o simplemente para desplazarse de un pueblo a otro, a pie, en carro o en bicicleta. Sin embargo, la generalización del uso de vehículos a motor hizo que, poco a poco, muchos de esos caminos tradicionales de la isla se fueran perdiendo en favor de las carreteras.

Es el caso del camino de Can Lavilla, que unido al camino de Ses Feixes lleva desde Jesús hasta el centro de salud de Vila, en la avenida vuit d’Agost. Una vía de algo más de medio kilómetro que, debido al desuso, se había convertido en un bosque y que la asociación Jesús en Trasició tomó ayer la iniciativa de desbrozar para poder recuperar su uso.

Operarios del Ayuntamiento de Santa Eulària y de la empresa Ecodisseny iniciaron las tareas el pasado jueves para cortar la gran catidad de olivos y kakis, entre otros árboles, que obstruían el paso por este camino prácticamente formando un muro. Ayer tocaba ayudar en la retirada de la madera, maleza y piedras. Una tarea en la que participaron tanto miembros de la asociación convocante como representantes de la Comisión de Fiestas de Jesús, voluntarios de Equip Voluntari y vecinos de la zona.

Sobre el terreno, con las manos cubiertas de guantes, iba amontonando maleza Christa. Esta alemana de nacimiento ya se considera ibicenca después de más de 40 años en la isla. «Me gusta ayudar a la comunidad; esto mejora la convivencia del pueblo y recuperar estos caminos es algo muy bonito», decía esta vecina de Jesús desde el año 83. Con ella estaba Montse, que se animó cuando se lo propusieron desde la asociación de Voluntarios de Ibiza, y Edu, que como vecina ya participó en la recuperación del camino de l’Horta.

Marcos Tur, representante de la asociación, iba repartiendo guantes y material a la entrada del camino. «Yo me he criado en Jesús, venía de pequeño a por la leche a una finca que está junto al camino y no he conocido este camino abierto, así que lleva más de 40 años en desuso», explicaba Tur.

De la madera que se recoja, una parte se triturará con una trituradora de biomasa y otra parte se hará leña. Todo se entregará a las fincas colindantes con el camino y colaboradoras en este proyecto.

Tur destaca del camino sus vistas del pla de Jesús y espera que pronto se vuelva a utilizar. De momento se ha abierto paso, aunque es consciente de que esta es una primera tarea que requerirá que las instituciones, Ayuntamiento de Santa Eulària y quizá el Consell d’Eivissa, sigan colaborando en su recuperación completa. «Seguramente encontraremos restos etnológicos. Por aquí pasaba el torrente de Sa Llavanera. Entendemos que puede haber antiguas canalizaciones, incluso algún puente. Sería interesante que se restauraran», precisó.

La jornada concluyó con una barbacoa al atardecer, recompensa por un día de mucho trabajo cuyo resultado podrán disfrutar todos los ibicencos.