La comisión de turismo sostenible decidió el lunes qué proyectos se financiarán con la ecotasa.

El reparto del Impuesto de Turismo Sostenible entre islas, que deja solo 9,7 millones directos en Ibiza (ya que el proyecto de control de las aves invasoras es compartido con Formentera) de los casi 105 totales, no agrada a ninguna de las patronales pitiusas. Y es que todas coinciden en que lo recaudado en Ibiza y Formentera debería quedarse en las islas, además de que difieren en los proyectos a los que se destinarán las diferentes partidas económicas.

Según concretó Dolores Tur, secretaria general de la Cámara de Comercio, el dinero no se destina a financiar proyectos medioambientales, que es lo que marca la Ley, sino a solventar otros problemas que deberían gestionarse con los presupuestos de la comunidad autónoma. «Convierte esa exacción parafiscal en otro tipo de tributo y eso, legal y jurídicamente, no se sostiene», lamentó.

Asimismo, desde la Cámara de Comercio reiteraron que la naturaleza de la ‘ecotasa’ es intentar paliar la presión turística en las islas, por lo que «no es justo que esa presión que recibimos aquí se vaya a una isla que recibe menos presión», como sucede con Menorca.

Por su parte, Tur recordó que, en su día, la Cámara lanzó una oferta al Govern para que dicha tasa se recaudara en puertos y aeropuertos; una propuesta que documentaron con un informe realizado por expertos fiscales. «Así la gestión no la tenían que hacer los hoteleros, la hacía la Cámara y el impuesto lo pagaba todo turista que visitara las Islas, tanto en oferta legal como ilegal», reiteró.

El inconveniente que vio el Ejecutivo balear es que, de esta manera, el impuesto lo tendrían que pagar todos los ciudadanos y no solo los turistas. «Esto se podría subsanar con un pago único, con una especie de tarjeta como la del transporte con la que los residentes fuéramos pagando un pequeño porcentaje en cada viaje. Así también se premiaría a los turistas que son reincidentes», añadió.

CAEB
La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) de Ibiza y Formentera diferenció dos tipos de reparto: territorial y conceptual. En cuanto al primero, su vicepresidente José Antonio Roselló reflejó una falta de «consonancia» entre lo que se recauda y lo que se aplica después en forma de proyectos. «Desde las Pitiusas se debería hacer un esfuerzo por presentar proyectos que puedan ser útiles para apoyar la actividad turística y medioambiental», subrayó.

Sin embargo, el problema está, indicó, en que los núcleos de decisión son quienes tienen que hacer la presión suficiente para que el reparto sea más equitativo. «Aquí hay dejadez y hay que hacer un esfuerzo para salir mejor parados porque hace falta; Mallorca siempre sale muy favorecida», criticó.

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En lo que respecta al reparto conceptual, Roselló lamentó que no se estén financiando proyectos vinculados directamente al turismo. «Lo que se está haciendo es suplementar el presupuesto general. Hay que reflexionar sobre esto», recalcó.

Pimeef
Alfonso Rojo, presidente de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (Pimeef), se sumó a las reivindicaciones de sus compañeros. «Los proyectos [aprobados] son necesarios, pero se tendrían que financiar con otros fondos», dijo refiriéndose a los presupuestos generales al «ansiado» REB.

«Tampoco estamos de acuerdo con que los proyectos vengan impuestos por las administraciones y poco o nada se tienen en cuenta las peticiones de los agentes sociales y empresariales. Viene todo cocido de la Administración en la que hay más representantes institucionales que sociales», recriminó, por lo que «estamos atados de manos».

La Pimeef considera que el dinero recaudado debe invertirse, por ejemplo, en la transformación de zonas maduras o en la adecuación de zonas destinadas al turismo deportivo, entre otras. «Si hablamos de desestacionalizar y buscar otro tipo de turismo, ahí hay que apostar», añadió.

Fehif
Por su parte, la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) tachó el impuesto de ser únicamente recaudatorio y no tener «nada de turístico ni sostenible ni relacionado con la actividad turística».

Así lo expresó el ente en un comunicado, donde recordó que de las cinco inversiones más significativas en Ibiza (ejecución de 24 VPO, compra del solar de Dalt Vila, ampliación del IES Isidor Macabich, el proyecto de control de especies invasoras y la museización de sa Caleta), solo el último proyecto tiene relación directa con la actividad turística: «menos del 6 % del total».

Por ello, solicitaron a los representantes políticos «que rechacen esta farsa y exijan que todo el dinero recaudado en Ibiza se invierta en Ibiza y en proyectos directamente relacionados con el turismo».