Las jornadas se han celebrado desde el jueves hasta ayer en el Hotel Puchet de Sant Antoni y ha participado gente de todas partes de España. | DANIEL ESPINOSA

Más de 200 personas de toda España han participado desde el jueves en unas jornadas de convivencia organizadas por la unidad de Alcohólicos Anónimos de Ibiza en el Hotel Puchet de Sant Antoni.

Ha habido reuniones cerradas y maratonianas y ayer por la mañana una convivencia abierta al público. De ella, se extrae un mensaje de esperanza para los que sufren esta enfermedad que causa tantos estragos. «Se puede salir, pero la clave está en reconocer que tienes un problema muy grave para después querer afrontarlo», aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Jose, un ibicenco que no prueba el alcohol desde hace 9 años.

Salir no es fácil y por eso los allí presentes reconocen que la ayuda de Alcohólicos Anómimos ha sido fundamental. «Aquí nos ayudamos todos mutuamente porque te sientes identificado con lo que le pasa al que tienes sentado al lado, hablamos el mismo idioma y sobre todo somos conscientes de que tenemos un mismo problema al que queremos ponerle fin», confirmó Jose.

A este hombre de Sant Antoni le costó mucho dar el paso y cruzar la puerta de Alcohólicos Anómimos pero ahora está encantado con su nueva vida y quiere transmitir su experiencia. «Yo no nací alcohólico y nunca pensé que tenía un problema por más que yo cerrara todos los días el bar después de que mis amigos se fueran marchando uno tras otro tras tomar una cerveza conmigo».

En su caso los problemas se le fueron acumulando sintiendo en primera persona el por qué llaman al alcohol la enfermedad de la soledad. «Las personas que lo sufrimos nos vamos quedando solos porque primero te echan del trabajo tras darte varias oportunidades, luego tus amigos ya no te aguantan más, y finalmente, cuando la familia se aleja de ti porque ya no puede convivir contigo, sin darte cuenta acabas perdiendo tu dignidad y viviendo en un cajero».

Demasiadas tentaciones
El superar la adicción no es fácil. Todos los presentes ayer en Sant Antoni coinciden en señalar que el alcohol es una droga bien vista socialmente y muy fácil de conseguir. «En España en cada esquina hay un bar, puedes comprar bebida en cualquier gasolinera, y para colmo, somos un país en el que está muy bien visto tomar un par de copas de vino durante una comida familiar o con amigos».

En este sentido, Jose explicó que el método de Alcohólicos Anónimos busca evitar caer en la tentación de esa primera copa y «no hacernos promesas a largo plazo, sino vivir en el día a día». A esto lo llaman El programa de las 24 horas y consiste en mantenerse sobrios únicamente durante un día, viviendo «simplemente el día a día, no cediendo ni luchando contra el deseo, sino dejando ese trago para mañana».

Las familias
Durante las convivencias también han jugado un papel muy importante las familias de los alcohólicos.

Entre los familiares, destaca Antonia, una gaditana del Puerto de Santa María. Ella ha rehecho su vida gracias a la comunidad Al-Anon después de tener un marido, un suegro y un cuñado alcohólico. «Trabajaba en la mar, creía que era un padre ejemplar que hacía todo lo posible por nuestros cinco hijos pero sin darnos cuenta cayó en picado por el alcohol», recordó ayer con lagrimas en los ojos.

Le dio tres oportunidades, recurrió a su familia política pero no la tomaron en serio y al final gracias a Al-Anor vio la luz y entendió que se podía escapar de aquel infierno. Ahora llevan 15 años separados, tiene otra pareja, su marido no ha dejado el alcohol «porque no se quiere dejar ayudar» pero ella, tras superar un cáncer y hacer frente a otro hermano drogadicto, es un ejemplo «de que hay luz al final del túnel».

EL APUNTE

A la búsqueda de Manolo Pinto

Antonia también aprovechó a Periódico de Ibiza y Formentera para intentar localizar a un primo suyo que vive perdido en Ibiza por sus problemas con el alcohol. Se llama Manolo Pinto y querrían convencerle para que acuda a Alcohólicos Anónimos.