Carmen Ferrer en una de las presentaciones realizadas en la WTM el pasado martes.

«Una tomadura de pelo». Es lo que le parece al alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, el reparto de los 1’6 millones de euros que llegarán a Ibiza desde el Gobierno Central con el objetivo de paliar los efectos de la quiebra de Thomas Cook en la isla y que se invertirán íntegramente en Platja d’en Bossa (Vila y Sant Josep).

«Una vez más, el Govern de Armengol, reparte el dinero como quiere y donde quiere. Va a municipios de su propio color», señaló.

Una opinión que compartió ayer la alcaldesa de Santa Eulària. Carmen Ferrer indicó que desconocen cuales son los criterios de este reparto pero «desde luego, parecen políticos», dijo.

En este sentido, apuntó que «la quiebra de este operador ha hecho mella en muchos empresarios de muchas zonas y una de ellas es Santa Eulària, por lo que habría sido interesante que hubiese habido inversión para esta zona».

La inversión se destinará principalmente a la renovación de las redes de suministro de agua y la separación de las redes de residuales y pluviales en esta zona turística. Además, permitirá actuar sobre el mobiliario urbano y otras infraestructuras como aceras o iluminación. Unos proyectos que al parecer de Serra «poco tienen que ver con la quiebra de la empresa». «Al igual que con la ecotasa, el dinero se usa para suplir carencias que deberían recogerse en los Presupuestos Generales», apuntó.

Ecotasa

El reparto del dinero recaudado con el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), tampoco ha sido del agrado de la mayoría de ayuntamientos de la isla. Insisten en que «han pervertido el fin de la ecotasa» que nació como un impuesto de carácter medioambiental para paliar la huella que genera el turismo sobre el territorio, explicó Carmen Ferrer.

«No es un impuesto con el que construir Viviendas de Protección Oficial o centros de Formación Profesional», comentó Antoni Marí ‘Carraca’, alcalde de Sant Joan.

En este sentido, ‘Carraca’ quiso reflexionar sobre la forma de hacer el reparto de este dinero, generado a través del turismo. «Me parece una vergüenza que de la aportación que se hace de Ibiza como isla solo se revierta solo un 60%». Asimismo, añadió que «Menorca teniendo menos visitantes recibe mucha más cantidad que nosotros, algo que para mí es una cuestión de que determinados partidos políticos tienen más presionado al gobierno de Armengol que los de otras islas, y en particular Ibiza».

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También Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Josep creen que la asignación de la inversión que se revierte a la isla «no es suficiente» y que se deberían valorar más los proyectos presentados por los ayuntamientos, que normalmente «se desprecian», dijo la alcaldesa de Santa Eulària.

Desde Sant Josep, fuentes oficiales, indicaron ayer que los ayuntamientos son «la administración que conoce de más cerca las necesidades de todo tipo a las que se destinan los fondos y por ello debería tenerse más en cuenta nuestras propuestas».

Proyectos sin inversión

En Sant Antoni, habían proyectado un plan integral para paliar los efectos negativos del turismo, principalmente en la zona de cala Salada. Así, según explicó Marcos Serra se pretendía instalar boyas ecológicas en la zona para evitar que los barcos fondeen sobre posidonia, tal y como recoge el Decreto de Protección de la Posidonia en las Islas Baleares.

Además habían previsto la instalación de un muelle desmontable entre cala Salada y cala Saladeta y pretendían llevar a cabo la remodelación del Centro de Recuperación de Especies de Cap Blanc (CREM). «Era un plan que pasaba muy poco de los 500.000 euros, pero no hemos recibido nada ya que se destinará a hormigón», dijo.

«Estamos poco contentos y nos parece sospechoso que justo los municipios gobernados por el PP no hayamos visto ni un céntimo», apuntó.

El municipio de Sant Joan presentó un proyecto «novedoso y de carácter ambiental, muy potente», que estaba destinado a gestionar los bosques, sobre todo en las franjas entre lo rústico y lo urbano, con el fin de prevenir incendios. Pedían un millón de euros, aunque según su alcalde eran conscientes de que «no se puede acometer el proyecto de forma inmediata». No obstante, esperaban, al menos, poder iniciarlo. No han recibido nada.

Santa Eulària había trabajado en proyectos que abarcaran tanto el aspecto medioambiental, como social, patrimonial y desestacionalizador, entre ellos el saneamiento de la zona de Can Fornet o un carril cicloturista en es Canar, explicó su alcaldesa.

Sant Josep sí que se verá beneficiado por la inversión de la ecotasa con la valorización del yacimiento de sa Caleta, promovida por el Consell d’Eivissa. «Consideramos que es una inversión urgente para destacar la importancia de este enclave, Patrimonio de la Humanidad», explicaron.

Desde el ayuntamiento de este municipio, recordaron que hay «otras iniciativas muy importantes que se aprobaron en anteriores comisiones y tienen garantizada su ejecución a pesar de tratarse de una inversión de varios años, como las previstas en la Bahía de Portmany, que beneficia a Sant Josep y también a Sant Antoni».