Patricia Abascal posa cerca de la sede del PSOE en Vila . | Marcelo Sastre

Patricia Abascal Jiménez (México, 1960) vivió con intensidad el escrutinio de las Elecciones Generales del pasado 10 de noviembre. La candidata por el PSOE repite escaño en el Senado por las Pitiusas tras recibir casi 900 votos más que el candidato del PP. Asegura que afronta este nuevo periodo con muchas ganas, tras una legislatura de apenas seis meses en la que no le dio tiempo para casi nada.

-¿Qué ha cambiado de las anteriores elecciones a estas para que un acuerdo que no se alcanzó en seis meses se haya firmado en dos días?
-Creo que las elecciones han sido complicadas. Así como en abril había mucha ilusión y muchas ganas de votar para que hubiera un cambio, en noviembre la gente estaba enfadada, preguntándose qué había pasado y por qué tenían que volver a votar. Hubo una decepción. Nosotros siempre dijimos que queríamos formar un gobierno progresista y en su momento no fue posible. Las circunstancias reales de por qué no fue posible la saben los que estuvieron en esas reuniones y tanto Pedro (Sánchez) como Pablo (Iglesias). Lo que sí creo es que era de responsabilidad política institucional llegar rápido a un acuerdo. Pedro se comprometió a ello, a hacer una propuesta a los partidos en 48 horas y en la noche electoral dijo que quería conformar un gobierno progresista. Con lo cual estaba claro. Las circunstancias y el panorama obligaba, por responsabilidad institucional, a que se llegara un acuerdo. Tanto el PSOE como Unidas Podemos (UP) han sido muy responsables.

-¿No ha sido precipitado alcanzar un acuerdo y firmar un documento en 48 horas sin explorar antes otras alternativas?
-No, Pedro lo tenía claro, quería un gobierno progresista y la única opción posible era con UP. Está claro que él intentó que Ciudadanos o el PP se abstuvieran en la anterior legislatura y no hubo manera. Ciudadanos ahora ni se sabe qué quiere. Parece que no se dan cuenta de lo que ha pasado y de cómo les ha castigado su electorado por ese cordón sanitario que le pusieron en su momento al PSOE. Luego en el PP, Pablo Casado ya dijo que no iba a apoyar un gobierno de Sánchez de ninguna manera. Me llama la atención ahora que Feijóo parezca el nuevo líder del PP y prometa algo que Casado no ha dicho en ningún momento. Feijóo habla de un gobierno con acuerdos puntuales pero Casado está callado. Y nosotros ya hemos alcanzado este acuerdo con UP y estoy convencida de que puede funcionar como funciona algunas comunidades autónomas.

-Felipe González criticó que se hubiera planteado ya el ofrecimiento de cargos en el Gobierno de unos y otros, ¿qué opina?
-Eso no lo han hablado ellos, es la prensa básicamente la que hace esas cábalas.

-Se ha dicho que Pablo Iglesias será el vicepresidente...
-Sí, ¿pero eso quién lo ha dicho? El documento no dice nada. El PSOE no lo ha dicho ni UP. Pensamos que será así, pero ellos han firmado un documento en el que se fija un programa. Nosotros siempre dijimos eso en la anterior negociación y se ahora se ha hecho así. No se ha anunciado ni un solo cargo. Es la prensa y otros partidos hablan de eso. Que puede ser muy lógico que Iglesias sea vicepresidente, pero no se ha hablado de estructura de gobierno. De hecho han dicho que será lo último de lo que se hablará porque primero necesitan el acuerdo de otras fuerzas políticas.

-Y en este acuerdo, ¿hasta dónde se puede ceder con ERC, que va a ser clave para una investidura?
-Se ha dicho claramente y está dentro del documento firmado. Tanto PSOE como UP tienen claro que hay que dialogar pero dentro del marco de la Constitución. Ese es el límite. Los dos únicos partidos que han dicho claramente que hay que hablar son PSOE y UP, el resto de partidos hablan de la aplicación de un 155 duro o burradas más grandes, la ultraderecha habla de sacar al ejército a la calle.

-¿Le parecería adecuado que se aceptara la exigencia de ERC de formar una mesa de partidos extraparlamentaria?
-Yo lo que creo es que se debería reactivar la mesa de partidos que existe dentro del Parlament. Es ahí donde se deben hablar estas cosas, primero deben hablar catalanes con catalanes y el Gobierno debe estar para que lo que salga de esa mesa salga adelante. A partir de ahí, que haya reuniones entre el presidente del Gobierno y el del Govern de Cataluña puede ser, del mismo modo que se tiene con otros. Pero no para ninguna negociación. En la mesa de partidos del Parlament es donde se debe hablar de lo que es y necesita Cataluña.

-¿Habría que reformar la Constitución en materia territorial?
-Creo que habrá que buscar una fórmula más adecuada a la realidad actual. Nuestro sistema de autonomías es un sistema que está muy bien desarrollado. Somos de los estados que más autogobierno da a los territorios autonómicos. Pero quizá deba haber una relación en la que se reconozca la realidad de las autonomías. Somos un país formado por diferentes pueblos y eso se debe tener en cuenta y respetar.

-Renueva escaño con un resultado más ajustado que en las elecciones de abril, ¿cómo vivió el escrutinio?
-Estaba muy nerviosa. Estaba en casa con mi familia y unos amigos y les insistí en que no me dijeran nada hasta que se acercara el final. Al principio yo veía las caras y cuando Jacobo (Varela) se ponía por delante se notaba. Yo tenía cierta confianza porque estaba hecho el escrutinio del Congreso y habíamos ganado por más de 1.000 votos, así que era muy complicado que eso cambiara. Aunque en Santa Eulària habíamos perdido ochocientos y pico votos, veíamos que en Vila, Sant Josep y Sant Antoni habíamos ganado y en Sant Joan la diferencia había sido de menos que la otra vez. Fue muy tenso.

-¿Qué dejó pendiente en la breve legislatura anterior y le gustaría retomar?
-Todo se quedó pendiente, porque realmente no nos pusimos en marcha. Primero que en medio tuvimos el verano, sí que constituimos las comisiones pero no nos reunimos ni una sola vez. Yo ya había empezado a hacer reuniones como portavoz de la comisión de políticas integrales de discapacidad con entidades sociales e iba recogiendo sus necesidades, pero dejé el trabajo a medias. Uno de mis objetivos era reunirme con todos los ayuntamientos y los consells de Ibiza y Formentera para conocer sus necesidades y tampoco lo hice porque no me parecía lógico hacerlo en plena campaña.

-¿Qué retos principales se plantea?
-Uno de mis objetivos es trabajar sobre el REB (Régimen Especial de Balears). Uno de las cosas que se está diciendo es que el 75% de descuento está en peligro. Eso no es cierto. Es un tema que se dejó blindado en el texto del REB. Eso estamos tranquilos porque se va a mantener, pero sí que hay una parte fiscal que hay que desarrollar a través de una ley. Eso se hará más en el Congreso pero también pasará por el Senado. Además tengo muchas iniciativas pendientes. Una de ellas es ver como se puede gestionar una reforma de la Constitución para pedir el senador o senadora para Formentera, que es una reivindicación justa. Voy con muchas ganas de trabajar.

-¿Formentera podrá tener ese senador?
-Creo que no es lógico que no lo tenga. Yo estoy encantada de representar a Formentera, pero si todas las islas de Canarias tienen su senador, también debería ser así aquí. Para ello habrá que reformar la Constitución y desde el PSOE tenemos la intención de reformarla para llevar a cabo el desarrollo verdadero del Senado como cámara territorial.

-¿Cómo funcionó la oficina de la senadora los pocos meses que estuvo abierta?
-Bien y eso que tampoco llegamos a darle una publicidad muy grande porque estábamos en proceso de investidura. Pero sí que recibí a un colectivo y a varias personas que venían a expresarme sus problemas o peticiones. Creo que es de recibo que si soy la senadora de Ibiza y Formentera tenga una oficina en la máxima institución de la isla que es el Consell. De hecho intentaré hablar con Formentera para ver si me ceden un espacio para recibir a personas aunque sea una vez al mes. Creo que es necesario tener ese espacio como senadora y aunque sea del PSOE no es la sede del PSOE el sitio adecuado, es el Consell como máxima institución de la isla para la senadora de toda la gente de Ibiza y de Formentera.

-¿Cuándo volverá a estar en marcha?
-Ya la he solicitado, hice ayer (por el jueves 14) la solicitud y confío en que me la den. Tampoco pido un súper despacho, necesito un espacio con un ordenador y un teléfono. Nada más. Cuando me lo den la publicitaré en redes y enviaré a las entidades de todo tipo, explicando que está abierta esta oficina y que estaré allí para lo que necesiten.

-¿Qué opina de la mejora de resultados de Vox?
-A mí me parece muy triste. Sinceramente. Me parece triste que un partido racista, homófobo, que quiere limitar los derechos de las mujeres, que está en contra del estado de las autonomías, que está en contra de la inmigración pobre, porque no está en contra de inmigrantes como pueden ser los futbolistas extranjeros. Nosotros defendemos que cualquiera tiene derecho a venir aquí dentro de la legalidad y trabajar, pero ellos solamente quieren a los que tienen dinero. Me da incluso miedo. Tratan temas que ya están completamente superados como es el aborto, que en este país llevamos una ley que protege a las mujeres ante esta decisión. Bastante duro es abortar como para que encima te vayan acusando y te digan que eres una asesina. Son burradas y yo creo que no hay tanta gente que opine como ellos. Espero que no haya tres millones y medio de personas que piensen como ellos.

-¿Qué ha llevado a que dupliquen su representación en el Parlamento?
-Yo creo que la situación en Cataluña ha afectado mucho. Luego ese discurso populista de primero los españoles. Pero el otro día leí que en Huelva no encuentran personal para recoger la fresa. ¿Por qué no hay gente en España que quiera ir a recoger la fresa? Pero ese discurso populista es muy fácil de hacer llegar cuando la gente está enfadada y había mucha gente enfadada por estas elecciones. Hay una parte de voto de castigo en los resultados de Vox.

-Ese voto de castigo es también un castigó a PSOE y UP
-Claro, había enfado porque no hubiéramos llegado a un acuerdo y eso nos ha penalizado. Pero ahora ya tenemos un preacuerdo.

-Será la legislatura con más representantes ibicencos en las Cortes Generales, cinco en total, ¿sabrán aprovecharlo?
-Yo por parte del PSOE te digo que lo aprovecharemos para que se escuche la voz de los ibicencos. Sofía (Hernanz) tiene una muy buena posición en el Congreso. Yo, aunque sea una senadora novata haré todo lo que esté en mi mano para que Ibiza y Formentera obtengan lo que necesitan. Por parte de los demás, imagino que también su intención sea esa.

-La ministra de Educación, Isabel Celaá, hizo un comentario el jueves de las que la patronal de Escuelas Católicas ha interpretado que se quiere reformar la concertación, ¿cree que sería necesario este cambio?
-Eso se tiene que estudiar muy bien. Pero por ponerte un ejemplo, nosotros no hemos apoyado nunca la segregación por sexos en la educación y existen colegios concertados en España que la practican y es algo que no se debe consentir. Creo que cuando se hizo la combinación de pública y concertada, funcionó porque la inversión que se tendría que hacer para que todo fuera público es muy importante y las comunidades autónomas no podrían asumirla. En Balears nos cuesta muchísimo poner en marcha un colegio nuevo. Si todo lo que tenemos concertado tuviera que ser público, que tuviéramos que comprar todas las instalaciones. El sistema público-concertado ha funcionado. Es verdad que quizá se tenga que regular más la igualdad de condiciones laborales. Pero no creo que sea el problema más serio que tenemos en este país en cuanto a educación. Hay problemas más importantes como la adecuación de los avances tecnológicos respecto a una educación que está un poco obsoleta. Hace falta mejorar la educación en empatía, de relación entre personas. Nosotros apoyamos la pública, pero la concertada es necesaria.