Joan Marí, después de la reunión de la semana pasada con Aitor Morrás.

Joan Marí es el vicepresidente de l’Associació de Taxistes Professionals de Vila. Ha presentado ya varios escritos -en poder de Periódico de Ibiza y Formentera - tanto al Consell como al Ayuntamiento con el fin de regular la situación del sector en toda la isla. Después del encuentro de las asociaciones de taxi con el concejal concejal de Movilidad, Vivienda y Promoción Económica, Aitor Morrás, charlamos con él.

—¿Cómo fueron las negociaciones con el Ayuntamiento?
—La asociación mayoritaria, que es la Asociación de Taxistas Autónomos de Ibiza presidida por Alejandro Cardell, no se ha opuesto demasiado en principio. El servicio de taxi, tal como se entiende ahora, va a cambiar como de la noche al día.

—¿Cuál es su posición respecto al asunto?
—Nosotros siempre hemos defendido que la situación se tiene que regular. Esto significa que, por descontado, no se pueden hacer las jornadas maratonianas que se están haciendo. Esto provocaría que los conductores asalariados que vinieran a Vila se fueran a otros municipios cuando vieran que sólo pueden hacer ocho horas. Lo que hay que hacer es regular el servicio para que todos los municipios y todos los taxis juguemos con las mismas reglas. Nosotros, como asociación minoritaria, decimos que, si la mayoritaria lo encuentra bien, nosotros también, pero exigiremos que sean los taxis de todos los municipios los que cumplan la norma y, si no, tendremos que quedarnos cada uno en su casa.

—Entonces está de acuerdo con los turnos de trabajo de ocho horas con descanso de doce entre jornada y jornada...
—Insisto: a mí me parecerá bien siempre que sea igual para toda la isla. No creo que ningún Ayuntamiento se atreva a decir que un conductor puede trabajar todas las horas que le dé la gana, pero hay que regular el sector.

—¿Qué más problemas plantea esta opción?
—Si sólo puedes trabajar ocho horas y el taxi tiene servicio 24, necesitas tres conductores. En verano necesitarías unas 700 personas y a ver dónde están. Ahora mismo debe de haber unas 300 entre fijas y estacionales. Además, habrá conductrores que se marchen a otros municipios porque le ofrecerán ‘mejores’ condiciones, porque van a poder trabajar las horas que crean conveniente. Nosotros no nos vamos a oponer siempre que la mayoritaria, que representa a unos 150 taxistas, lo encuentre bien, y a continuación diremos que tiene que ser lo mismo para todos los taxis de la isla.

—Entonces le parece bien que no se pueda cargar en Ibiza si el taxi es de otro municipio. ¿Es así?
—Esto es lo que debería ser, pero los demás ayuntamientos no pueden no hacer caso de esto. Lo que tienen que hacer las Administraciones ahora es intentar regularlo cuanto antes sin saltarse la norma. El operador que no cumpla podría perder la concesión del servicio de GPS.

—¿Qué hacer entonces?
—Que los demás ayuntamientos deberían hacer lo mismo. Se supone que cada uno de ellos habrá hablado con sus asociaciones para trasladar la propuesta de regulación de orden de recogida. La novedad es que la asociación mayoritaria ha dado entrada a un escrito al Ayuntamiento proponiendo una mancomunidad de municipios para regular el sector a nivel insular.

—Hablamos del famoso GPS...
—En realidad, a mí me parecerá bien cualquier norma que regule la situación correctamente. Podemos trabajar todos los taxis en todos los municipios con servicio de GPS en toda la isla. Si hay un consenso en esto me parecerá bien; si se trata de una área de prestación conjunta, pues también. Una actualización de la orden de recogida, sin problema. Pero al final se trata de regularlo, no de montar una mancomunidad para que en Vila me hagan trabajar ocho horas y los demás no lo hagan.

—¿Y qué sucedería si no hubiera una solución?
—Si no se saben poner de acuerdo, el de los taxis es un servicio municipal. Nos quedamos cada uno en casa y damos servicio sólo al municipio, que es la opción que decide cada Ayuntamiento, que tiene competencias para hacerlo. La manera de que se pongan las pilas es como ha hecho el Ayuntamiento de Vila: «Mira, hasta aquí». Y ya no vienen taxis, y es desde ya. El operador tendrá que reprogramar el sistema para que no pase servicios a los de fuera.

—Y además con problemas entre los operadores...
—La Federación Insular del Taxi de Ibiza, que engloba a todas las asociaciones, ha dirigido un escrito al Ayuntamiento de Vila dando a entender que se estaba beneficiando a un operador (Nitax) sobre otro.

—¿Qué opinan los taxistas del resto de la isla?
—Alejandro Cardell también es el presidente de la Federación, y en ella están las asociaciones mayoritarias del resto de municipios. Se supone que él sabe lo que piensan ellas en relación al GPS, ya que han dirigido este escrito al Ayuntamiento. Supongo que algo tendrá que decir quien representa a 140 taxistas.

—¿Qué piensa acerca de la opción de aumentar el número de licencias existentes en la isla?
—Actualmente hay unas 850 licencias entre fijas y estacionales. ¿Cómo puede ser que las empresas que hacen los estudios de necesidad para los ayuntamientos lleguen a la conclusión de que son necesarias equis licencias en un municipio cuando, por muchas que des, se pueden ir a trabajar al municipio de al lado? Si pones diez, quizá el siguiente año tengas que poner otras diez porque se te vayan a trabajar a Sant Josep, por ejemplo. O también pueden estar trabajando todo el día por ahí sin pisar su municipio.

—¿Qué quiere decir exactamente?
—Que para determinar necesidades el estudio se debería hacer a nivel insular. Es imposible justificarlo si sólo tienes en cuenta tu municipio. Por muchas que des, si se van a trabajar al municipio de al lado... Entonces, lo que pienso es que, si está bien regulado y se justifica su necesidad, habrá las que pueda haber, pero lo del aumento de las licencias se lo han sacado de la manga los ayuntamientos y están cubriendo necesidades de tesorería. Todo esto se puede regular y funcionaría mucho mejor, pero los ayuntamientos tienen que estar por la labor.

—¿Cómo se ha puesto en marcha esto?
—Ha sido Aitor. Ni Podemos, ni PP, ni nada. Menos la temporada que estuvo Pedro Campillo, nunca jamás nadie había adoptado esta postura. Según dijo, el lunes -por hoy- lo va a plantear en la reunión de ayuntamientos. otra cosa es que lo consiga, pero lo que él está haciendo en el municipio de Vila tendría que servir para todos. Ahora les toca pronunciarse a las asociaciones mayoritarias del resto de municipios.

—¿De dónde viene esta situación y cómo se ha llegado hasta aquí?
—Esto lo venimos diciendo desde hace tiempo: cuando un servicio es insular porque todos los taxis trabajan en toda la isla, se tiene que regular a nivel insular, pero nunca nos han hecho caso. Lo denunciamos y conseguimos que en el año 2013 se declarara nula de pleno derecho la orden de recogida de viajeros de 2013 por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares en 2015. Desde que la orden que regula la recogida en toda la isla y fuera declarada nula de pleno derecho, ni desde el Govern, ni desde el Consell ni desde ayuntamientos han sabido qué hacer. Esta orden te dice cómo tiene que recoger viajeros un taxi cuando se encuentra fuera de su municipio. Además, y relacionado con este asunto, desde 2014 tampoco hemos actualizado la tarifa, que es otra de las cosas que pedimos. Desde que salió la sentencia en 2015, de las tarifas nada más se supo. Esto es lo que también se tiene que actualizar, porque la orden de 2012, anterior a la que fue derogada, dice que el viaje de retorno no se puede cobrar. Por eso también tienen que actuar rápido para actualizar todo esto.