Los carteles de señalización se encuentran en mal estado de conservación

El grupo ecologista Amics de la Terra ha criticado este lunes la «precariedad» existente en el Parque Natural de Ses Salines, asegurando que la zona se «deteriora a un ritmo alarmante», a pesar de que existen normativas de protección y conservación.

La entidad ha formulado estas consideraciones coincidiendo con la celebración, este domingo 2 de febrero, del Día Internacional de las Zonas Húmedas.
En un comunicado, los ecologistas han recordado que hace 19 años se aprobó la Ley del Parque Natural de Ses Salines y, tantos años después, «todavía tienen tantas carencias de señalización, información y de gestión», por lo que los objetivos principales de la ley «se han quedado sin cumplir».

Así, los ecologistas han dicho haber constatado la existencia de una señalización «inadecuada», explicando que cualquier persona que llegue por carretera a Ses Salines tendrá dificultades para ver el cartel de entrada al Parque Natural. Asimismo, el centro de interpretación está «mal señalizado y escondido», por lo que «difícilmente» cumple el objetivo de atraer visitantes, han dicho.

En zonas como Es Cavallet o Migjorn, Amics de la Terra ha criticado que no haya carteles informativos sobre los valores del Parque.

Los ecologistas han lamentado, además, la «saturación» que sufren estos lugares del Parque Natural, asegurando que las concesiones de bares y restaurantes «generan un ambiente poco coherente con un espacio protegido», provocando una presión «extrema» sobre los sistemas dunares, entre otros perjuicios.

En el Parque Natural existe, según dicen, una «ausencia casi total» del control en la gestión y usos de las concesiones por parte de las autoridades competentes, lo que dificulta la posibilidad de inducir respeto hacia el entorno.

Por todo ello, han considerado que esta zona necesita de «una gestión firme, valiente y decidida, con cambios en los convenios y bases de concesiones y más dotación de personal para la gestión y vigilancia».

Por último, han señalado que las empresas se lucran en las playas del Parque Natural y ocupan un espacio en la costa «muy sensible», que no es «patrimonio exclusivo de estas empresas» y, así, la protección de la zona «debería ser una máxima prioridad para la viabilidad futura del Parque».