Los alcaldes de Sant Antoni y Sant Josep, junto a la presidenta del Govern y la consellera de Presidencia, en la bahía de Portmany.

La falta de agilidad del Govern balear y de las otras administraciones implicadas, consells y ayuntamientos, a la hora de ejecutar los proyectos de la ecotasa que se aprueban anualmente ha generado un beneficio inesperado en estos momentos para las arcas de la Comunidad: tiene 196 millones de euros disponibles de proyectos que no han empezado a ejecutarse y a los que, por lo tanto, sería relativamente fácil renunciar en caso de necesidad.

De esta cantidad, 104 millones corresponden a proyectos de 2019, cuyo listado no ha sido ni tan siquiera publicado en la web que el Govern implantó para el seguimiento del destino y evolución de los fondos del impuesto.

El resto hasta llegar a los 196 millones corresponde a proyectos de 2016, 2017 y 2018 cuyo grado de ejecución es cero, según los últimos datos del Govern.
En realidad, el colchón que el Govern ha generado con su incapacidad de gestión con la ecotasa es de casi 300 millones de euros.

Y es que el grado de ejecución de los proyectos financiados con el impuesto es tan bajo que tan solo se han movilizado 35 millones de los 328 presupuestados en proyectos, es decir, un pírrico 11%.

Hay infinidad de proyectos que han arrancado, pero la mayoría lo ha hecho muy tímidamente. Inicio de los trámites, algunos gastos administrativos, la redacción de algún proyecto y poco más.

Negación

Las consellerias de Hacienda y de Turismo han negado que estos importes sean un colchón de tesorería con el que poder hacer frente a los gastos derivados de la crisis del COVID-19 o a otras prioridades.

De hecho insisten en que «los ingresos del ITS no se han gastado en otros fines», ya que «los fondos del ITS son créditos que están afectados en los presupuestos y, por tanto, no se pueden destinar ni se destinan a otras finalidades, tal y como está establecido por ley. Su destino y su uso están regulados en la ley del impuesto», explican las fuentes consultadas.

«Los ingresos del ITS de cada año van a cuenta del ejercicio en el que se recaudan y, en lo que respecta al gasto, en cada plan anual se programan las inversiones de los proyectos, en muchos casos distribuidos en varios años, pero a efectos de presupuesto no supone que se haya gastado ese dinero», explican desde Hacienda.

La insistencia en vender el mensaje de ambos departamentos en que no se trata de un colchón ni tampoco de fondos disponibles apunta a que se trata de un beneficio incómodo.
«Que no se hayan ejecutado no quiere decir que sean fondos disponibles porque están comprometidos», explicaron desde Turismo.

El mensaje es que la ecotasa no se toca. Es el proyecto estrella de Francina Armengol y es un tabú ponerla en cuestión, como demuestra que ni en un escenario cada vez más probable de falta de actividad turística, salvo medicamento, vacuna o test rápidos en origen, el Govern no contempla otro escenario que el de seguir cobrándola a toda costa. Y al mismo precio.

El único movimiento dado hasta ahora es modificar el sistema de módulos, es decir, actualizar la tarifa plana que pagan los hoteleros que prefieren este sistema al de estimación directa.

Ante las previsiones cada vez más catastróficas, la recaudación de 2020 será irrelevante.
Aún así, el Govern no quiere dar la sensación de que el impuesto es de quita y pon. El mensaje es que la ecotasa es innegociable.

Crédito
El Govern ha solicitado un crédito de 450 millones para cuadrar su tesorería. Según Hacienda, se trata de una operación habitual y que se suele hacer, aunque no todos los años.

Sí es extraordinario el acuerdo del Consell de Govern por el que piden al Gobierno autorización para pedir otra póliza para circulante de 430 millones de euros. De momento, el Consejo de Ministros ha autorizado 200 y faltan por autorizar, por lo tanto, los 230 restantes.

El Govern no ha tocado el presupuesto todavía. No obstante, el proyecto aprobado en diciembre de 2019 es papel mojado en estos momentos.

Así lo admitió la consellera de Presidencia, Pilar Costa, en una reunión con el sector audiovisual y con el mundo de la cultura, tal como avanzó Periódico de Ibiza y Formentera, y posteriormente tras uno de los últimos Consell de Govern.

Sin problemas de liquidez
El Govern insiste en que no tiene problemas de liquidez para afrontar los gastos sanitarios, afirmación que contrasta con movimientos previos, como la congelación de los remanentes acumulados en los colegios y de los que infiere una situación de dificultad financiera.

EL APUNTE

Formentera, la isla con mayor grado de diligencia

Formentera es la isla con mayor grado de diligencia, ya que presenta dos proyectos ejectuados al 100%: 484.000 euros en mejoras en es Pujols y un millón para adquirir la finca sa Seneita. Tiene otros dos sin empezar: un depósito de agua osmotizada y la regulación de los fondeos en s’Estany des Peix. Ibiza también ha completado la conexión con la red en alta de la desaladora de Santa Eulària por casi dos millones de euros. También marchan a buen ritmo, en comparación con el resto, la ampliación de la desaladora de Santa Eulària y la rehabilitación del paseo de ses Figueretes. Con apenas movimiento, la EDAR de Portinatx, la escuela de Hostelería, dos promociones de VPO. Mucho peor están los proyectos de la reforma de la bahía de Portmany, una intervención en la Catedral, un depósito en Jesús y la actuación en el medio natural y la biodiversidad. Ninguno ha arrancado a pesar de ser de 2017 y de 2018.