El secretario general de UGT en las Pitiusas. | DANIEL ESPINOSA

Apunto como está de jubilarse, a Fernando Fernández Estévez (Fornes, 1957) le ha tocado bailar con la más fea y lo tiene claro: «cuando pase el Covid-19, me voy». Mientras llega ese momento, no queda otra que luchar contra el ‘bicho’. A eso está dedicado ahora en cuerpo y alma. Periódico de Ibiza y Formentera habló con él en la víspera del Día del Trabajador.

¿Cómo ha influido el coronavirus en el trabajo en las Pitiusas?
—Estábamos prácticamente en el inicio de una temporada turística que se preveía bastante buena y ha sido una parálisis total. Por tanto, ha influido muy negativamente.

¿Se están cumpliendo las medidas de protección sanitaria para los trabajadores?
—Lo que nos llega por parte de los compañeros del sector de la Sanidad es que ha habido momentos en que se han incumplido los protocolos y no se les han proporcionado las medidas que corresponden a cada momento y situación. Hablamos de los trabajadores sanitarios, sobre todo, de Can Misses.

¿Cuántos ERTEs se han hecho según las informaciones de UGT?
—Allí donde tenemos representación, prácticamente en el cien por cien de los casos han hecho ERTEs.

¿Puede un ERTE tranquilizar al trabajador?
—Tranquilizar, no, porque no sabemos qué va a pasar una vez que acabe el ERTE. La tranquilidad es que te da cobertura para un período de tiempo, pero esto no se puede convertir en indefinido. Luego no sabemos qué ocurrirá. Es una situación incierta, por lo que desde el sindicato tenemos que intentar que estos ERTEs se prorroguen lo que dure la temporada. Si hay que interrumpirlo antes, que se interrumpa y, si no, que, por lo menos, los trabajadores tengan cobertura durante el verano.

¿Qué le parecen las medidas que ha aprobado el Gobierno central durante el estado de alarma? ¿Qué cambiaría o añadiría usted?
— Me remitiría un poco a que sea el sindicato a nivel nacional el que se pronuncie. Hemos intentado negociar todo lo que afectaba a los trabajadores para que ninguno se quede atrás. Quizás nos quede una partida ahí, que son los que están en la economía sumergida o no tienen ningún tipo de prestación. Por eso solicitamos una renta mínima vital para estos trabajadores, que son los pedigüeños de esta pandemia, para que tuvieran una cobertura a través del SEPE mientras dure esta situación. Ese es un déficit que nos queda a los sindicatos. También, si fuera posible, habría que prorrogar los ERTEs de fuerza mayor más allá del estado de alarma y, también, que los ERTEs por motivos económicos tuvieran el mismo tipo de prestación que tienen los que son por fuerza mayor.

¿Cree que estamos a tiempo de salvar la temporada?
—Eso es un deseo. Me apuntaría al carro de cualquier cosa que pudiera salvarla, pero lo tenemos difícil. Teniendo en cuenta que estamos en el inicio de una temporada normal, parece que llevamos seis meses pelando contra el Covid-19 y llevamos un mes y medio. Yo entiendo que algo de la temporada sí que se salvará aunque sea con el turismo nacional o las segundas residencias, pero lo que es la temporada normal no tiene solución salvo que se pueda prolongar. De todas formas, me temo que ni siquiera así, porque no dependemos de nosotros mismos. Somos una isla donde la llegada tiene que hacerse por aire o por mar. Si el puerto y el aeropuerto están cerrados, difícilmente podrán llegar turistas. Aparte, que la UE abra el espacio aéreo para que aquéllos que quieran venir a Ibiza. Si no es así, difícilmente podremos salvar parte de la temporada.

¿Piensa usted que vendrá gente a la isla si se alarga la temporada hasta octubre o noviembre?
—Yo pienso que no. La prueba la tenemos en que, cuando llega la segunda quincena de octubre, ya se empiezan a cerrar establecimientos. Ibiza depende del sol y de la playa, queramos o no. También dependería de otros factores, como de la climatología o de que las compañías quisieran volar en esas fechas. Quizá la única opción para alargar la temporada sería que el turismo del Imserso comenzara a principios de octubre y que se prolongara hasta diciembre.

¿Le gustaría que Ibiza se desconfinara a la vez que Formentera?
—Siempre he dicho que en algún momento hay que dar un paso adelante. Ibiza reúne todos los requisitos por la situación de la UCI y los ratios para pasar a la fase 1 el lunes. Ayer -por el miércoles- me llamó el presidente del Consell para preguntarme mi opinión y yo le dije que sí, pero no depende de nosotros. Si el Gobierno central lo autoriza, sería un paso importante, dicho esto con todas las cautelas y las medidas de seguridad que serían necesarias.

Yendo ya a lo general… ¿Qué cambios espera usted en la nueva normalidad respecto a la que había antes?
—La normalidad va a llegar más tarde que pronto, porque va a ser muy difícil asimilar todo lo que nos ha pasado. Yo recuerdo cuando se aprobó la ley antitabaco, que parecía que no llegaría nunca, y hoy, en cambio, te sientas en cualquier bar y ves normal que no se fume. Por lo tanto, creo que, con el tiempo (que será tarde), lo asimilaremos y no llegará a ser la normalidad de ahora, pero será una normalidad diferente.

¿Cree que de aquí saldrá una sociedad mejor, también hablando del ámbito laboral?
—Creo que sí. Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que tanto los trabajadores como los empresarios hemos de entender que debemos ser un poco mejores. Nos va a hacer recapacitar a todos. Los trabajadores por sí mismos obligaremos a que nos den EPIs para ponernos y la empresa dará los EPIs para que no surja un problema. Además, seremos un poco mejores, porque hemos visto que, cuando todos arrimamos el hombro, la cosa va mejor que cuando vemos quién pone antes la zancadilla al otro. Será importante y servirá para reconocer a quien tengamos enfrente, sea trabajador o empresario.