Imagen de la salita para las pruebas a los viajeros entre Ibiza Y Formentera, que, de momento, no se extenderán a otras islas. | DANIEL ESPINOSA

La consellera de Salud, Patricia Gómez, calculó ayer en un dos por ciento las personas que poseen anticuerpos en Balears, si bien dejó caer que los resultados no son científicos al no disponer más que de los datos preliminares del diez por ciento de los análisis.


Además, en referencia a la posibilidad de extender las pruebas rápidas –que ya se están llevando a cabo en los trayectos en barco entre Ibiza y Formentera– a puertos y aeropuertos del resto de las islas, la consellera respondió que la realizada en las Pitiusas es «una prueba piloto», pero que no será la fórmula general.


Por tanto, añadió, aunque se está trabajando en este asunto con el Ministerio de Fomento, actualmente tan sólo se hace rellenar un cuestionario a los pasajeros y, en todo caso, se realizan tomas de temperatura.


Fiabilidad de los tests rápidos
Sobre la fiabilidad de este tipo de pruebas –las rápidas–, el portavoz del comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas, el doctor Javier Arranz, indicó que esta es «buena» para los componentes que analiza, mientras que tiene otra parte que «quizá» no es tan buena.
Por ello –añadió–, cuando encuentran algún dato que les hace «sospechar» que una persona pueda tener una infección aguda, «se ha de complementar con un PCR».


Así, el valor de los tests rápidos estriba, en opinión de Arranz, en que sirven para intentar detectar a las personas a quienes hay que realizar una prueba más en profundidad. En resumen, aclaró Arranz, tienen una buena fiabilidad cuando vienen acompañados por un PCR».