Andrés Rodríguez.

Sandra Benbeniste, directora de IbizaPreservation ha conversado esta mañana con Andrés Rodríguez, presidente de Spainmedia y editor de la edición española de la revista Forbes y de la revista Tapas, entre otras. Además, Rodríguez es miembro del Consejo Asesor de la Fundación medioambiental. La imposición de una nueva realidad surgida por la crisis del Covid-19, la revolución digital en la que estamos imbuidos, o la búsqueda de un futuro sostenible para Ibiza y Formentera han sido los temas que se han ido desgranando a lo largo del diálogo.

“Estamos viviendo un tiempo con muchos problemas, incertidumbres e inquietudes. Unos tiempos incómodos en los que muchas de las certezas que creíamos aseguradas han caído con el coronavirus y con la revolución digital. Estamos en medio de una ola que nos está revolcando. Somos la única generación, por el momento, que tendrá una media de vida entre ochenta y noventa años, y que vivirá en un periodo de paz y de crecimiento económico”, ha destacado Andrés Rodríguez.

El Editor de Forbes España ha basado su explicación en la necesidad de separar lo urgente de lo importante. “Ibiza y Formentera siguen teniendo los mismo problemas de antes de la Covid-19. Ahora la urgencia es que vuelvan los turistas, que la temporada no se pierda, que se salga lo menos mal parado de la temporada. Pero los problemas seguirán siendo los mismos. Lo importante es pensar qué queremos de las islas. Es insostenible la presión turística que sufría el territorio de las islas durante los meses de verano. Tenemos que ver si queremos medir nuestro éxito por el número de turistas o por la calidad de éstos. España batió el año pasado el record de llegada de turistas, 90 millones, para muchos será una buena noticia, pero no es sostenible. Si nos masificamos, el medio ambiente sufre y por lo tanto acabaremos perdiendo competitividad”.

Sandra Benbeniste ha señalado que “parece que el único factor positivo que se tiene en cuenta es el crecimiento. Pero llega un momento que no tenemos depuradoras, ni desaladoras suficientes y al final, la experiencia del turista no es buena porque está en un atasco continuo y se baña en una playa con una calidad de agua que no es la que debería tener.

Para Andrés Rodríguez, Ibiza y Formentera deberían trabajar en dos ritmos, con planes estratégicos a corto y medio plazo, con plazos de entre tres y cinco años. “Cuando termine la temporada en las islas deberían ocurrir cosas interesantes y únicas. Tendríamos que crear conceptos únicos para que la gente viniera a Ibiza y a Formentera entre los meses de octubre y abril. Abrir las islas todo el año ayudaría a conseguir la sostenibilidad medioambiental, económica y social”.

La búsqueda del abierto todo el año, para el empresario de la comunicación, debería de ir acompañado de ayudas y de campañas de comunicación en el exterior. “Tener el invierno cerrado, polariza la isla. Necesito hacer el negocio durante la temporada, estreso el negocio, porque los otros meses lo tengo que tener cerrado. Lo que hay que hacer es gastar dinero en contárselo a la gente y estoy convencido de que de esta manera desestresaríamos las islas durante la temporada de verano”.

A lo largo de la conversación, Andrés Rodríguez ha destacado el trabajo que se está haciendo para preservar y cuidar el medio ambiente de la isla y que se ve más concienciación que hace unos años, con la protección de la posidonia como ejemplo, con la vigilancia de los barcos para que no tiren las anclas sobre las praderas de esta planta. “La masificación de la isla en tan cortos periodos de tiempo es el mayor problema. Ibiza y Formentera deberían ser conscientes de que su capacidad de presión, de lobby, de influencia, es en muchos casos superior a la que puedan tener Mallorca o Menorca”.

Claves para el futuro

Andrés Rodríguez ha enumerado algunas claves para entender el nuevo escenario que ha surgido en los últimos meses y que marcarán el futuro: “Tenemos que ser conscientes de que el crecimiento no puede ser continuo, que no siempre se va a poder ganar más y que se nos puede romper la cuerda de tanto estirar”.

“La globalización, - ha añadido- está con nosotros desde hace unos cuantos años. Con un click podemos conseguir comprar cualquier objeto de cualquier parte del mundo y tenerlo en nuestras casas en unos días, pero los sistemas políticos no han avanzado al mismo ritmo. Me llama la atención que en un mundo globalizado, no existan órganos de vigilancia y de control de los océanos, por ejemplo, que estén por encima de los gobiernos de los países cuando estos significan el 70% del espacio de nuestro planeta. Deberíamos de hablar de cómo regular algunas cosas que son globales. El viejo orden debe ser revisado”.

Sandra Benbeniste ha recordado, para finalizar, la “tragedia de los comunes”, que es la de los mares y océanos, esos espacios que no son propiedad de nadie, que no cuida nadie, pero que son propiedad de todos.