No tendrá nada que ver con las escoletes anteriores al estado de alarma provocado por la expansión de la pandemia de COVID-19. Los tres centros dependientes del Consell d’Eivissa regresan con menos del 30 % de su capacidad. Esto quiere decir que en Santa Eulària habrá siete niños; en Cas Serres, nueve; y cinco en la de Ses Païsses. Este reparto de plazas se hizo en función de las necesidades familiares, priorizando a los que no tenían posibilidades de quedarse con sus hijos por motivos laborales, según explicó la consellera.
Además, ayer se envío una carta a las familias para explicarles los nuevos protocolos, unas normas que, según explicó la consellera, están hechas de acuerdo a las normas de la fase 2. En el texto se recoge que la entrada se producirá de manera escalonada y que cada niño solo podrá acudir con un familiar con mascarilla. Recalcan la importancia de mantener los dos metros de seguridad y que los niños tienen que venir en brazos de sus padres, no están permitidos los cochecitos. En la puerta habrá un gel hidroalcohólico y una estera para desinfectar los zapatos.
Una vez dentro, se medirá la temperatura al pequeño y se le pondrán unas ‘calzas’ a los adultos. Los niños deberán cambiar su calzado por uno que quedará dentro del centro. Además, en el centro estará marcado el recorrido que se debe seguir para llevar a los niños hasta las aulas.
En la misiva se pide a los padres y madres que tomen la temperatura de los niños en sus casas, ya que de superase los 37,5 grados no podría acudir al centro educativo. Del mismo modo, se explica a las familias que los niños deben acudir siempre con ropa limpia y que hay que lavarla al regresar a casa a 60 grados.
En esta línea, la consellera de Educación mencionó la importancia de que los pequeños no lleven juguetes a los centros. Explicó que, además, los que son más difíciles de limpiar se habían retirado de las escoletes para garantizar la seguridad.
Ampliación de plazas
Sara Ramon también incidió en que los primeros días serán una especie de vuelta al cole. «Serán menos horas de las habituales,;los pequeños llevan muchos días con sus padres y se tienen que volver a acostumbrar».
En cuanto a los profesionales del centro, la consellera señaló que estarán equipados con mascarillas y pantallas. Además habrá equipos EPI para las situaciones en las que un niño vomite o tenga síntomas de enfermedad. Sobre si las mascarillas podrían hacer que los niños recelasen de los profesores al no verles la cara bien, Ramon explicó que habían pedido material transparente para evitar este tipo de conflictos, aunque no sabe si finalmente serán de tipo convencional ya que ayer aún no había visto las mascarillas.
En cuanto al resto de servicios que solían ofertar estos centros, la consellera anunció que en las próximas dos semanas no habrá servicio de comedor.
También mostró su voluntad de ir aumentando el número de plazas a medida que las familias las vayan necesitando por motivos laborales y la desescalada lo vaya permitiendo.
Can Cantó, la única municipal
Las escoletes municipales de Sant Antoni, Sant Josep y Santa Eulària abrirán el próximo día 15 de junio ya que se encuentran actualmente con matriculaciones, así como ultimando detalles. Sí abrirá en Vila la escoleta de Can Cantó. Según informaron desde el Consistorio, volverá con ocho pequeños. Aún habrá que esperar por la escoleta de Vila, que no puede abrir porque hay seis trabajadores de baja. El hecho de que la escoleta de Vila no abra sus puertas a partir del lunes ha generado malestar entre algunas familias, sobre todo entre las que tienen que trabajar. Es el caso de Diego y su pareja, que no pueden trabajar desde casa y tienen una pequeña de 15 meses. Diego se quejó ayer de la falta de comunicación de Vila hacia las familias y afirmó que se enteró ayer viernes de que la escoleta de Vila no abría el lunes.
Formentera
El Consell de Formentera informó ayer que las escoletes de Sa Miranda y Camí Vell reabrirán el 15 de junio siguiendo «medidas especiales» de seguridad e higiene y con la mitad de alumnos.
Ambos centros escolares podrán acoger como máximo al 50 % de sus alumnos, 54 niños del total de 108 matriculados, y se ha priorizado la atención a las familias con «dificultades de conciliación, vulnerabilidad socioeconómica y situación de protección del menor», según recoge el comunicado.
Así, en el aula de bebés habrá un máximo de cuatro niños por aula, en las aulas de 1-2 años un máximo de seis y en las de 2-3 años, un máximo de nueve.
Además, las educadoras deberán utilizar mascarilla, «ya que no podrán respetar la distancia interpersonal» de dos metros con los pequeños, habrá turnos para salir al patio y se fomentarán las actividades al aire libre.
El horario de apertura será de 7.30 a 14.30 horas y las familias deberán tomar la temperatura a los niños antes de asistir al centro y no podrán acceder a él en caso de tener 37,5 o más.
En el caso de las familias de los niños que no se reincorporen, contarán con el acompañamiento de las educadoras como se ha venido haciendo en los últimos meses.
EL APUNTE
Los centros infantiles de Ibiza creen estar «más cerca» de abrir el 15 de junio
Los centros infantiles de Ibiza creen estar «más cerca» de abrir puertas el 15 de junio tras las reuniones mantenidas con Educación. Desde la Asociación de Centros Infantiles de Ibiza, incluida en la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, la pasada semana expresaron su deseo de abrir el 15 de junio «siempre y cuando» las instituciones les dieran «respaldo explícito» en la reanudación de su actividad. Ese respaldo debía contemplar ayudas económicas, medidas sanitarias y protocolos «realistas», con la dotación de equipos de protección individual para el personal de los centros. El colectivo señaló que la reactivación de su labor es importante para las familias, «pero no puede realizarse a costa de la viabilidad de las empresas». La vicepresidenta de la asociación, Paz Izquierdo, señaló que van a intentar abrir, aunque esperan todavía respuestas «positivas» de la Conselleria de Educación tras reunirse con ella y plantear sus peticiones. Izquierdo explicó que están contactando con los padres para analizar la situación. «Si se abre es para intentar sobrevivir y ayudar a las familias. Si no hay ayudas, en septiembre, cuando se vayan los alumnos de 2-3 años, los centros deberán plantearse qué hacer», concluyó.
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