Paula Díaz, portavoz de los padres y madres de la ‘escoleta’ de Vila.

Paula Díaz se ha convertido «sin quererlo» en la portavoz de un grupo de madres y padres que llevan tiempo denunciando la situación de la escoleta municipal de Vila. Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera desde hace tres años este centro responsabilidad del Ayuntamiento de Ibiza «sufre constantes bajas en su personal y cambios que no se explican a los padres hasta que ya no hay más remedio». Sin embargo, la gota que ha colmado el vaso de su paciencia es haberse enterado que no abrirá junto a otras públicas de la isla «porque seis trabajadoras están de baja».

Según confirmó Paula, madre de Leonor, «el problema ya no es quedarnos sin ir a la escoleta pública de Vila, con el problema que eso genera a familias cuyos dos miembros trabajan, sino no tener ninguna información por parte de la concejala de Educación Carmen Boned sobre si podemos optar a alguna de las plazas que hay disponibles en la escoleta de Can Cantó que también pertenece al Ayuntamiento de Ibiza».

Por ello, «cansada» de la falta de respuesta por parte del Consistorio y «con la intención de que acabe de una vez por todas el lío que hay con la escoleta de Vila», Paula publicó este lunes un texto en las redes sociales donde hizo un recorrido, fecha por fecha, de todos los problemas por los que ha pasado este centro. «Hemos vivido por muchas cosas, algunas que parecían de película, pero esto no es un ataque a todo el personal que ha tenido la escoleta, porque son grandes profesionales que han tratado muy bien a nuestros hijos, sino una llamada de atención para conseguir poner fin a una situación que llevamos mucho tiempo arrastrando y que perjudica a nuestros pequeños que necesitan estabilidad».

«Desde el curso 2017-2018»
Según aseguró Paula a este periódico el origen de los problemas se remonta hasta el curso escolar 2017-2018 cuando su hija Leonor, tenía siete meses y pertenecía al grupo Nadons. «Aquel primer curso todo empezó a torcerse cuando a la tutora se le acabó el contrato el 30 de noviembre siendo sustituida por la educadora de soporte hasta que, después de mucho tiempo, el Ayuntamiento creó un bolsín urgente para contratar a otra persona».

Los problemas no acabaron ahí. Paula asegura que «después de que la cocinera del centro se pusiera de baja el consistorio decidió contratar el catering de S’Olivera de forma temporal y sin informarnos, con el problema que eso conllevó al no saber que comían nuestros hijos y lo que teníamos que prepararles para la cena en una edad tan compleja como sus primeros meses».

«Este año todo son problemas»
En 2018-2019 todo pareció normalizarse pero durante este curso «los problemas volvieron a repetirse y además aumentaron».

Paula asegura que a los dos dos días de curso, en septiembre, la directora de la escoleta tuvo que cogerse una baja «sin que en ningún momento se informara a los padres, quienes nos enteramos de rebote varios meses después porque el Ayuntamiento no mandó ninguna circular ni tuvo una reunión con nosotros».

La escoleta estuvo «casi dos meses sin directora porque tampoco se convocó ningún bolsín» y mientras, «la tutora del grupo de su hija Leonor también cursó baja siendo sustituida de forma temporal por una educadora de soporte que al poco tiempo tambien se cogió la baja». Y todo ello, según Paula, sin «ningún tipo de información» por parte de la Concejalía de Educación.

Ante esta situación «la decisión que tomó Vila fue contratar a una persona externa para cubrir la plaza de la tutora de manera temporal durante dos meses, recurriendo a una chica de la Escuela de Tiempo Libre y Animación S´Espurna» y a otra persona más, también de forma externa, para cubrir las plazas de la educadora de soporte.

A estas dos personas se les acabó el contrato en el período de confinamiento por coronavirus, sin que se les renovara, dejando , según Paula «un agujero enorme para los padres y para los niños porque han sido personas que se han portado muy bien y lo han dado todo durante el tiempo en que han estado en la escoleta».

Y ya la última, según esta madre, es que la directora de la escoleta se ha dado de baja justo en el momento en el que muchos padres empezaban a trabajar de forma presencial y contaban con que el centro estuviera abierto. «Cuando nos enteramos de que la escoleta no iba a poder abrir por falta de personal nos quedamos desamparados porque hemos rellenado todos los papeles, hemos hecho un gran esfuerzo para tener toda la documentación correcta, porque al trabajar los dos necesitamos dejar a nuestros hijos al cuidado de alguien y porque para nuestros pequeños también es necesario volver a socializarse con gente de su edad después de tanto tiempo».

Ahora, todo pasa, según Paula, por una situación rápida que es saber si podrán optar a Can Cantó y por «una respuesta clara y concisa desde el Ayuntamiento después de tanto tiempo de líos con la escoleta municipal de Vila».

EL APUNTE

La versión del Ayuntamiento de Vila

El Ayuntamiento de Vila confirmó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que dispone de dos escoletas municipales y que «ha hecho un esfuerzo para adaptar las normativas sanitarias para poder abrir la escoleta de Can Cantó con un grupo de niños y bebés». Sobre la de Vila, centro de todas las críticas, «se está trabajando para poder abrir porque tenemos 6 de las 7 personas que allí trabajan de baja».