Agentes de la Policía Nacional detuvieron al joven como presunto autor de un delito contra la intimidad. | DANIEL ESPINOSA

La Policía Nacional arrestó la pasada semana a un joven que fue ‘cazado’ con su teléfono móvil enfocando a las partes íntimas de una mujer en Ibiza. El joven argumentó que estaba recogiendo una colilla, pero todo indica que estaba cometiendo una modalidad delictiva conocida como upskirting o ‘bajo falda’.

Escudriñando por Internet se pueden encontrar miles de vídeos bajo la etiqueta upskirting, una acción que es un delito recogido en el Código Penal.

Fuentes policiales consultadas indicaron que en las redes circulan miles de imágenes robadas en puntos como metros de grandes ciudades, autobuses, supermercados o centros comerciales, pero hay casos por toda la geografía.

La parte delictiva puede ir más allá cuando el delincuente, además de grabar a la mujer por debajo de la falda, publica esas imágenes en portales de contenido pornográfico.

Robar imágenes bajo falda
Fuentes policiales apuntan que la tónica general es que la víctima no se percate de que está siendo víctima de un «ataque a su intimidad». No obstante, en el caso ocurrido en Ibiza, la víctima sí que advirtió la presencia del hombre y que algo no marchaba bien. Los hechos ocurrieron en una zona de aparcamiento de Vila. La mujer estaba acomodando a sus hijos en el coche cuando se percató de que un hombre enfocaba con su dispositivo por debajo de la falda.

El joven fue retenido por la pareja de la víctima y unos guardias de seguridad hasta la llegada de una patrulla de la Policía Nacional.

Robar imágenes
Con anterioridad al caso protagonizado por este joven, a principios de 2018, la Policía Judicial de la Guardia Civil investigó a un informático acusado de robar imágenes íntimas a varias trabajadoras del Consell d’Eivissa.

Según las investigaciones avanzadas por Periódico de Ibiza y Formentera, dos años antes, en 2016, el individuo aprovechaba la instalación o reparación de los sistemas informáticos para tomar imágenes de sus compañeras. Tres de ellas denunciaron el caso.

En el registro domiciliario, la Guardia Civil encontró imágenes de las mujeres en el equipo personal del investigado, fotografías que confirmarían un delito contra la intimidad recogido en el artículo 197 del Código Penal.

EL APUNTE

El robo de imágenes puede conllevar hasta cinco años de cárcel

El upskirting o ‘bajo falda’ ha irrumpido en los últimos años y las legislaciones europeas se han ido poniendo al día. En España estaría encuadrado en los delitos contra la intimidad y el autor puede ser castigado con penas de entre uno y cuatro años de prisión por la grabación o hasta cinco años si ha subido las imágenes a la red.