La técnica mecánica consiste en un tractor que arrastra una gran estructura que va filtrando la arena y discriminando los elementos de mayor tamaño.

Desde la concejalía de Medio Ambiente de Sant Josep se ha puesto en marcha un estudio en Cala Vedella, con la colaboración del Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN), para decidir la manera más adecuada de eliminar la mayor cantidad de plásticos. Mecánica, semimecánica y manual son las tres técnicas a estudiar.

Desde el GEN se están estudiando las muestras. Esta semana comunicarán los resultados al ayuntamiento. Se han tomado tres muestras de 1,5 kg de 100 metros de limpieza de playa en cada una de las técnicas.

Hay que tener en cuenta que durante la labor de limpieza de la arena, sobre todo mecánicamente, junto a los plásticos también se acaban retirando otros elementos naturales propios de la playa en su estado natural. Piedras o conchas, por ejemplo, que el tiempo y la erosión convertirían en arena, se mezclan con tapones de botellas, cigarros y otros desperdicios de plástico al acabar la criba de la arena.

Esto obligaría a hacer una segregación del material retirado para discriminar los elementos naturales de los plásticos recogidos. Pero qué duda cabe que la solución definitiva no sería otra que la concienciación social del problema que supone el plástico para el medio ambiente, y que, uno a uno, actuáramos todos consecuentemente.

Las técnicas
La mecánica consiste en un tractor de grandes dimensiones que arrastra una gran estructura que va filtrando la arena y discriminando los elementos de mayor tamaño. Daniel Tomé, responsable de la UTE Es Vedrà, explica que la máquina cuenta con un tamiz de tres calibres distintos: 10, 12 y 15 mm. En una jornada puede hacer varias playas, dedicando aproximadamente entre tres y cuatro horas en una playa de dimensiones como las de Cala Vedella.

La semimecánica se asemeja mucho a la mecánica, con la diferencia del tamaño de la máquina en cuestión. Un tamizado de la arena, en este caso con una especie de motocultor manejado manualmente por un operario. Tiene tres calibres de tamiz (5, 8 y 15 mm) y necesita entre tres y cuatro horas, según las condiciones, para hacer la limpieza de una playa como Cala Vedella.

La técnica manual es tan simple y arcaica como efectiva: un cedazo, una pala y dos operarios se encargan de tamizar la arena. En este caso, se dedican a limpiar las zonas a las que no llegan los otros medios, como los accesos a la playa o pasarelas. El calibre del tamiz es el más pequeño de los tres (menos de 6 mm), lo que aumenta su capacidad para detectar microplásticos.