Uno de los talleres con niños en el Centre d’Interpretació de sa Capelleta. | MARCELO SASTRE

La consellera de Cultura, Educació i Patrimoni, Sara Ramón, el director insular de Cultura, Miquel Costa, y la técnica en el departamento de Arxiu i So, Belén Garijo, presentaron ayer la iniciativa de los talleres infantiles en el Centre d’Interpretació de sa Capelleta, la cual salió a raíz de la voluntad del departamento de dinamizar los bienes patrimoniales que tienen abiertos al público.

«Entendemos que, para querer nuestro patrimonio y cuidarlo, la mejor manera es conocerlo para que se pueda respetar en un futuro. Se tiene que empezar por los más pequeños, porque ellos son el efecto domino, se lo dicen a sus padres y al final serán los adultos los que vendrán», explicó la consellera.

En el Centre d’Interpretació de sa Capelleta se han hecho dos módulos. Uno empezó a principios de julio, que trata sobre dioses, entierros y vida (una visita y unos talleres de hora y media) y, en agosto, también habrá visitas a los molinos para explicar la energía eólica, el procedimiento para hacer pan, el tejido productivo de la isla… Se podrá visitar el restaurado Molí des Porxet para poder ver las piezas y cómo funcionaba. Esta excursión es de otra manera, con fichas y unidades didácticas, no sólo para que los más pequeños conozcan el patrimonio, sino, también para que, a través de estas actividades más manuales, se identifiquen y entren en contacto indirecto con el patrimonio como una manera de quererlo y preservarlo.

Ya han visitado sa Capelleta cinco escuelas y unos 247 alumnos, de entre seis y doce años, en grupos reducidos de 10 personas. «Ahora queremos abrir también a particulares, para intentar hacer grupos de personas que no estén dentro de escuelas y estén interesados en estas actividades», recalcó Sara Ramón.

Los cadáveres son reproducciones, aunque, las tumbas y las viviendas son reales. Los niños, al final del recorrido, hacen representaciones de lo visto y aprendido con harina, papel y agua. Todos los talleres están dirigidos por una persona responsable, que es especialista en la materia. En este caso, es la arquitecta Silvia Sánchez.

Son «herramientas para crear redes entre el patrimonio y toda la sociedad», declaró Belén Garijo, quien concluyó diciendo que el yacimiento de sa Capelleta reúne tres etapas históricas y tres usos del espacio muy diferentes, siendo dos de ellos la convivencia de la vida y la muerte, los entierros y las casas levantadas justos encima de estos. «Nos pareció que podíamos trabajar mucho en el tema emocional con niños que han pasado dos meses muy pendientes de la vida y la muerte en una edad tan temprana», concluyó.