El presidente del Consell, Vicent Marí, durante el tradicional discurso del 8 de agosto. | MARCELO SASTRE

El acto institucional por el 8 de agosto, San Ciriaco y día de la isla de Ibiza, fue aprovechado por el presidente del Consell, Vicent Marí, para lanzar un discurso muy reivindicativo con la autonomía de la isla y el derecho a gestionar «sin tutelas» sus recursos.El acto se celebró en el mirador de Marià Villangómez en la plaza de España.

Tras la tradicional ofrenda de la corona de laurel a la estatua yacente de Guillem de Montgrí, que depositaron el presidente del Consell y el alcalde de Vila, Rafael Ruiz, Marí procedió a la lectura del tradicional discurso.

Debido a las restricciones sanitarias el aforo fue limitado y estuvo compuesto casi exclusivamente por autoridades políticas.

El presidente del Consell inició su intervención con un recuerdo a las personas afectadas por la Covid-19, «aquellos que la han superado y los que, desgraciadamente, ya no están con nosotros».

También tuvo palabras de agradecimiento a todos aquellos que siguieron desempeñando su trabajo durante el estado de alarma.

En especial para los sanitarios, pero también para policías locales, voluntarios de protección civil, trabajadores de pequeñas empresas, de comercios y supermercados, a campesinos, a pescadores, ganaderos, farmacéuticos, al personal de Correos, repartidores, transportistas, medios de comunicación y personal de limpieza.

Responsabilidad individual
Marí lanzó un mensaje a los ciudadanos para que participen en la recuperación económica de la isla a través de la responsabilidad. Valoró que «la actitud irrespetuosa de una minoría» está afectando «a la esperada recuperación de una temporada atípica y que apenas acababa de empezar».

«Toda precaución, toda prevención, es necesaria para controlar la curva de contagios de una enfermedad que, no olvidamos, todavía es muy presente», indicó el presidente del Consell.

Para él las imágenes de aglomeraciones o de falta de control y el repunte de casos de coronavirus han desembocado en «los mensajes lanzados desde nuestros principales países emisores».

Todo ello a pesar, dijo, de que «la isla es un destino seguro, con un nivel de contagios controlado gracias a la implicación y la responsabilidad de los ciudadanos, empresarios y trabajadores»

Valoró que «la carencia de actividad turística dibuja un complicado panorama económico y social al que solo podremos hacer frente con unidad, empujón y valentía».

Autonomía local
Pero el grueso del discurso de Marí estuvo dedicado a reclamar a las demás instituciones respeto a la autonomía de las entidades locales.

Reclamó al Estado poder utilizar «sin tutelas ni desconfianzas» los recursos propios que «ahora, en momentos de máxima dificultad, son más necesarios que nunca para poder atender con garantías a los ciudadanos mas golpeados por la crisis».

«Se hace difícil entender que tengamos que luchar para poder invertir nuestros ahorros. Es inexplicable que los recursos económicos de Ibiza no puedan revertir íntegramente en la isla de una manera ágil y clara», dijo Marí, en clara referencia al Real Decreto-ley que establece la fórmula redactada por el Gobierno para utilizar el remanente.

Valoró que «sin recursos económicos no habrá recuperación y por eso es necesario impulsar un plan de choque de nuestra economía, que bocado permita mejorar infraestructuras y servicios y garantice acciones y actuaciones destinadas a mitigar la bajada de visitantes y recuperar el más bien posible el pulso de la actividad».

Es por ello que el presidente del Consell exigió poder emplear aquello que ya es de las instituciones de la isla que ahora tanto necesitan.

También se mostró muy reivindicativo con la gestión de los recursos y las infraestructuras hídricas de la isla, para las que reclamó una mejora y la paulatina cesión a las instituciones de la isla.

Defensa del sector primario
Para el presidente del Consell esta crisis es también una oportunidad «de mirar hacia el interior, hacia el campo». Consideró que es el momento de impulsar al sector primario. Un impulso que servirá para «conservar y proteger» el entorno natural.

Indicó que se están dando pasos para promocionar el producto local, pero que estos esfuerzos quedarán en nada si no existe un relevo generacional en la agricultura y la pesca. «Los jóvenes tienen que poder encontrar en la tierra y en el mar una nueva oportunidad de futuro», indicó.

Un futuro que deberá ir ligado a la formación. Recordó que el centro de ciclos formativos de Can Marines ha ampliado su oferta, pero reconoció que todavía queda camino por recorrer.

«Se ha dado un primer paso con la ampliación de los ciclos formativos de grado superior en Can Marines, pero se debe incidir en la mejora de la oferta de grado y formación profesional hacia otros sectores históricamente faltos de personal, como puede ser la formación para policías locales o para el fomento y uso de las nuevas tecnologías, que tan importantes han sido durante todo este tiempo de pandemia y confinamiento», explicó.

Marí se comprometió a realizar una fuerte inversión «en infraestructuras hídricas y de saneamiento que permitan un ahorro real de consumo y producción de agua». También aseguró que el ejecutivo insular apostará «de manera decidida por las energías renovables y por el impulso de servicios adecuados a la realidad territorial de la isla».

Breve
El acto fue más breve que en años anteriores. El Cor Ciutat d’Eivissa se encargó de poner el cierre con la interpretación de ‘Roqueta’. Tres sonadors terminaron de poner la nota ibicenca al recuerdo de la conquista de Ibiza en 1235 por las tropas comandadas por Guillem de Montgrí.