Imagen de Sacha Michaud, exitoso fundador de la empresa de reparto Glovo, junto con Carlos Martorell.

El gran emprendedor Sacha Michaud, que nació en Londres, es un ciudadano español, de origen anglo canadiense. Mientras estudiaba en colegios hizo de repartidor de periódicos y botellas de leche, por lo que conoce muy bien lo que significa repartir.

Fue jockey profesional en Inglaterra y Estados Unidos. Tiene una extensa experiencia en crear empresas de éxito, debido a su gran experiencia en el sector online.

Afincado en Barcelona, se casó con mi sobrina Victoria Martorell, con quien tiene tres hijas. Actualmente se dedica , junto a su socio Oscar Pierre, a expandir la super exitosa app Glovo, fundada en 2015. Por lo que este año celebran el 5º Aniversario.

Glovo es una app que permite recibir y enviar al momento cualquier producto dentro de una misma ciudad. Es un aliado para pedir no sólo comida, sino también la cesta de la compra, productos de parafarmacia y para hacer envíos entre amigos y familiares.

En Ibiza no se ven circular aún a muchas motos de los repartidores de Glovo, con sus grandes contenedores amarillos. Pero esas motos y bicicletas de Glovo reparten en más de 500 ciudades de 22 países del mundo. Y en España en 80 ciudades. Por lo que es líder del delivery en Europa ya que se han entregado más de cien millones de pedidos. Actualmente, la empresa está valorada en mil cuatrocientos millones de euros.

Servicio esencial en la pandemia
Durante la pandemia, Glovo fue un servicio esencial para todos los que estuvimos confinados en nuestras casas y despachos. Yo mismo hice varios pedidos que me fueron entregados, en muy poco espacio de tiempo, en mi casa de Dalt Vila. Y funciona también con importantes restaurantes.

En estos momentos, mi exitoso sobrino y su esposa Victoria disfrutan de unas vacaciones en una casa en Santa Gertrudis. Y navegan por aguas de Formentera y Mallorca. A Sacha le encanta bucear. Este verano Ibiza se ha convertido en su hogar, y le ha permitido disfrutar del teletrabajo y el ocio, al mismo tiempo que se enamoraba de todos los rincones de la isla. Y le ha gustado mucho la gastronomía ibicenca, como el bullit de peix o el frexit de llàmantol (bogavante).

Como yo continúe en el paro, por culpa de esta maldita pandemia, le pediré a mi sobrino Sacha que me contrate, con mi moto, de repartidor por Ibiza.

Glovo debería llamarse Globo, porque está subiendo de manera imparable por las nubes.