Un momento del simulacro en Cala Llonga. | Ayuntamiento de Santa Eulària

La playa de Cala Llonga y su entorno han sido el escenario esta mañana de un simulacro de actuación de emergencias realizado para comprobar la coordinación de los diferentes medios implicados y los posibles puntos de mejora en caso de que fuera precisa una rápida intervención para garantizar la seguridad de los vecinos y residentes en la zona, los usuarios de la playa y la reducción al mínimo de los daños al medio ambiente.

El supuesto planteado era el de un conato de incendio en zona forestal iniciado en el generador de un establecimiento hotelero que, además, provocaba de manera secundaria un derrame de productos peligrosos en la playa. La recreación ha implicado a miembros de Protección Civil, de Cruz Roja y de los departamentos de Medio Ambiente y de Litoral y Playas del Ayuntamiento.

Primero, la intervención se ha centrado en controlar la expansión del fuego con los medios propios de Protección Civil y del Consistorio como organismos más cercanos a la zona sin tener que depender de los servicios forestales del Ibanat y de los Bomberos del Consell Insular de Ibiza. Posteriormente, se ha actuado en el entorno de la playa para conseguir evacuar a los bañistas, incluyendo la simulación de que hubiera en ese momento dentro del agua una persona con movilidad reducida. De manera, alternativa, los equipos de emergencias debían localizar si había un derrame en la playa, lo tenían que acotar y debían proceder a su limpieza.

Los objetivos que se buscaban con la prueba es el de comprobar la eficiencia en la gestión de las comunicaciones, comprobar si los medios disponibles son los adecuados, ver si la formación del personal es adecuada y ver la efectividad a la hora de evacuar a personas con movilidad reducida y a la hora de controlar y limpiar situaciones de contaminación del medio ambiente.