Rueda de prensa. | DANIEL ESPINOSA

La Federació de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (PIMEEF) presentó ayer por la mañana en su sede de la Avenida de España de la ciudad de Ibiza un barómetro del impacto que ha tenido el coronavirus sobre un total de 209 encuestados en las Pitiusas.

De ellos, 59,62% son pymes con menos de diez trabajadores, el 19,23% autónomos con trabajadores. el 13,46% autónomos, el 5,29% sociedades anónimos y el 2,40% otros.

Las preguntas se han hecho de forma online desde el 18 al 28 de septiembre a asociados de todos los sectores, desde el comercio a la industria, el transporte, la hostelería, la restauración o la industria y otros servicios, y ubicadas en los cinco municipios de Ibiza y en la isla de Formentera.

Más allá de los datos, fríos y objetivos, que reflejan la mala situación que vive el sector, el presidente de PIMEEF, Alfonso Rojo, alertó de la llegada de «una posible tormenta perfecta» en torno al mes de noviembre debido a que muchos asociados se verán en una situación límite y casi de quiebra «por una temporada muy mala sin apenas ingresos, el pago de los préstamos pedidos y la llegada de impuestos por parte de los ayuntamientos y las administraciones».

De hecho, según la encuesta el 54,68% de las pymes sufre tensiones de tesorería por, según la Federación, «no haber podido acceder a las líneas de financiación ICO, no poder haber reducido los costes fijos de su actividad, entre ellos el precio del alquiler, o no haber podido aplazar las deudas con la Agencia Tributaria o la Seguridad Social».

Por ello, Rojo pidió públicamente a los consistorios de la isla que ayuden a las empresas. «Siempre que nos hemos reunido con ellos les decimos que no queremos ayudas sino que se rebaje los gastos y las tasas municipales al máximo porque los impuestos se pueden bajar al ser leyes que se elaboraron en 1980 y que han demostrado quedar obsoletas para una situación como la que estamos viviendo actualmente con la llegada del coronavirus y que nadie esperaba».

Asimismo, el presidente de PIMEEF también pidió la reducción de los alquileres por parte de algunos arrendatarios. «Muchos de nuestros asociados se están encontrando con que siguen pagando el mismo dinero por un local que antes de la crisis y eso, unido a la falta de ingresos porque no hay dinero en la calle para gastar, está provocando que muchos decidan cerrar». Algo que, según Rojo, también es contraproducente para el dueño del local. «No es momento de recoger sino de sembrar pensando en los demás y que una zona que está devaluada, con muchos negocios cerrados, no atrae a los clientes y eso solo puede ser perjudicial para todos».

Los datos

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El barómetro del impacto del coronavirus sobre pymes y autónomos de las Pitiusas que se presentó ayer «refleja en las respuestas de los 209 encuestados un rastro de pesimismo e incertidumbre» ya que, entre otras, cosas, el 51,67 % cree que la situación económica actual es mala y el 35,89 que muy mala. Además, el 54,07% tiene una valoración de julio y agosto negativa y muy negativa, y ninguno de ellos muy positiva. Eso sí, 57 de los consultados creen que han sido dos meses positivos, sobre todo, entre los que trabajan en el sector de la industria.

Sin embargo, Alfonso Rojo aseguró que «el panorama también puede ponerse negro para ellos porque cada vez habrá menos dinero en la calle para gastar y eso también se notará a la hora de hacer reformas o construir vivienda nueva que luego no se podrá vender».

Uno de los datos más preocupantes que se deriva de este barómetro es que, dada la situación actual y la prevista, un 11,54% se está planteando cerrar definitivamente su empresa y el 21,63% se lo está pensando. Además, el 62,50% tiene previsto mantenerse abierto durante todo el año pero el 22,40% aún no lo tiene decidido y el 13,02% cerrará hasta la próxima temporada.

Tampoco es muy alentador que el 10,14% de las empresas encuestadas no hayan tenido actividad en los meses de julio y agosto, «ya sea porque no han podido abrir su negocio debido a las restricciones establecidas por las administraciones o bien porque no les ha sido económicamente factible». Además, más de la mitad de los 209 preguntados, han tenido menos de la mitad de actividad que durante los mismos meses del año pasado.

En este sentido, el barómetro refleja que para el 75,24% el problema más grave ha sido el de la caída de ventas y de pedidos, el del 53,40% el pago de impuestos, para el 34,95% el pago de cotizaciones a la Seguridad Social y para el 31,07% el pago de salarios a sus empleados. Además, aparecen otros problemas como el cobro de facturas y la morosidad o los impagos, el exceso de plantilla, el pago del alquiler, suministros, luz, agua o gas o de las cuotas de leasing, renting y otros productos financieros.

Una situación que ha generado que el 59,23% de los empresarios prevén tener problemas de tipo financiero a corto plazo, de los cuales un 33,50% creen que los sufrirán durante el primer semestre del 2021, un 16,99% antes de acabar 2020 y un 8,74% a partir del segundo semestre del año que viene. Mientras, un 32,52% no sabe si tendrá problemas y apenas un 8,25% está seguro que no.

Además, durante los meses de julio y agosto, más de la mitad de las empresas consultadas por PIMEEF ha tenido que presentar un ERTE por fuerza mayor y un 5,34% por causas objetivas. Según la Federació de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera el dato positivo es que de ellas, «el 63,89% ha desafectado de sus expedientes a más de la mitad de la plantilla durante estos dos meses», y el negativo es que solamente el 22,73% tienen claro que se volverían a acoger a un ERTES «mientras que la inseguridad sobre lo que pasará, hace que un 42,86% de los encuestados no saben aún como actuarán».

Incluso, «el 37,16% de los encuestados han asegurado que apenas necesitarán el 25% o menos de su plantilla para cubrir la actividad hasta el final de año» y solo un 9,84% tienen pensado contratar más trabajadores.

Otros datos que refleja este barómetro es que el 10,24% de las empresas se están planteando solicitar un préstamo ICO, que el 83,17% de las empresas no han implementado el teletrabajo, «debido fundamentalmente al tipo de empresa que es la predominante en las Pitiusas».