Imagen de archivo de la estación de autobuses de Ibiza. | TONI P.

La Federación Balear de Transporte (FEBT) ha pedido este martes a los ayuntamientos de las Islas apoyo para reducir sus costes fijos en el próximo año 2021.

Según ha informado la FEBT este martes en nota de prensa, un modo de apoyar al transporte balear por parte de los ayuntamientos de las Islas sería bonificando el impuesto de circulación, cuya tasa varía en función de cada municipio, suponiendo una media del 4,60% de sus ingresos, como ha quedado constatado en una compilación de datos obtenida por la Federación.

Para el gerente de la FEBT, Salvador Servera, a la vista de este estudio y en cuanto al conjunto de Baleares, ha quedado demostrado que Palma y Sant Francesc de Formentera son los puntos donde el promedio de este impuesto aplicado a todo tipo de vehículos, se encarece de forma considerable. De cerca le siguen los municipios de Ibiza, Mahón, Manacor, Inca o Alcúdia. A diferencia de ellos, el Ayuntamiento de Alaior destaca por sus tarifas más bajas respecto a dicho impuesto.

En este sentido, ha destacado que, por ejemplo, si se trata de un vehículo de hasta 16 caballos fiscales, el precio estipulado en Palma asciende a 143,88, el más caro juntamente con Formentera, frente al marcado por el consistorio de Alaior, que se sitúa en 87,77 euros.

Además, si los autocares de más de 50 plazas en Palma y Formentera a la par tienen que hacer frente a dicho impuesto, éste se sitúa en los 296,6 euros, frente a los 183,61 euros de Campos.

Por otro lado, ha argumentado, una rebaja del 25 por ciento del impuesto de circulación correspondería proporcionalmente a la no necesidad de pago por los meses de confinamiento, cuando la práctica totalidad del transporte quedó paralizado, salvo los servicios esenciales.

La solicitud de apoyo de la FEBT a los ayuntamientos de las Islas se ha producido tras constatar que Palma es uno de los municipios más caros, dado que la tasa a pagar por un vehículo de 11,99 caballos fiscales se sitúa en los 68,16 euros anuales, el doble, por ejemplo, que en Santa Cruz de Tenerife, donde pagan 34,08 euros al año.

Si, en cambio, se trata de camiones, y tratándose en este caso de un tonelaje situado entre tres y 10 toneladas aproximadamente, de nuevo se vuelve a producir el mismo caso en comparación, es decir, Palma y Formentera aplican una tarifa de 237,28 euros, mientras que Alaior aplica unos 148 euros, aunque en este caso queda por debajo el municipio de Sineu, cuya cifra se sitúa en los 147,11 euros.

Frente a la disparidad de tarifas en cuanto a los impuestos de circulación de cada municipio, el Gerente de la FEBT ha explicado que una opción para apoyar al transporte de Baleares sería unificar las mismas; así como proceder, mediante modificación de ordenanzas municipales, sometiéndolas a la autorización de las instancias gubernamentales, a una rebaja del 25%, justificado por aquellas empresas que durante la pandemia permanecieron sin actividad durante los tres meses del confinamiento a principios del presente año.

Al respecto, ha recordado que la flota del transporte de viajeros quedó prácticamente paralizada desde que se decretó el estado de alarma, limitándose de esta forma casi todos los trayectos y con una facturación de menos un 95%, en comparación a 2019.

Con ello, según Servera, más que una ayuda directa al sector se logrará reducir, aunque sea en una medida muy reducida, las pérdidas que están soportando la mayor parte de las empresas del transporte de Baleares, viéndose algunas de ellas abocadas a su cierre definitivo si la actual situación persiste muchos más meses.

Es más, para el gerente de la FEBT, lo deseable para el sector del transporte sería establecer una bonificación provisional, mientras dure la crisis, para los vehículos matriculados en Baleares del 50%, tal como tienen establecido Ceuta y Melilla.