Entrada principal del recinto. La finca es de casi 11.000 metros cuadrados. | Daniel Espinosa

Frente al colegio Marià Villangómez, al otro lado de la avenida de Sant Jordi, se encuentra lo que había sido hace años el Hotel Rústic, unos barracones militares antiguos reformados hace tiempo. Este establecimiento, que se encuentra en una zona que resiste boscosa en el barrio llamado Sa Punta, entre Cas Serres y Platja d’en Bossa, luce hoy un aspecto que poco podría recordar a un hotel.

Periódico de Ibiza y Formentera ha podido confirmar la denuncia de un vecino de la zona respecto a la cantidad de suciedad, aguas fecales y demás residuos que este complejo genera en el vecindario. Sin contar la poca seguridad que ofrece un lugar que ya ha sido escenario de violentas disputas entre sus habitantes.

Un cúmulo de docenas de vehículos en distintos estados de funcionalidad, algunos sin matrícula, otros sin ruedas, muchos con óxido, se acumulan en la entrada del recinto, situada en la cara norte de la finca, entre gallinas y algún perro suelto. Tendederos improvisados delatan la presencia de habitantes en una zona que, por su apariencia, recuerda más un asentamiento que un hotel.

De la parte de la valla que corresponde a la esquina noreste de la finca, de unos 11.000 metros cuadrados, surge una tubería que se desemboca en un agujero tapado por la maleza y por los restos de un palé. A su alrededor se observan restos de toallitas y demás desperdicios presentes en aguas fecales. Un paseo por la zona silvestre de alrededor de esta finca delata numerosas acumulaciones de residuos y de escombro.

En las zonas más próximas al recinto se puede observar también alguna pequeña tienda de campaña, o, incluso, una cama elástica. En la parte del interior de la finca, en su cara sur, la más oculta, se divisan varias autocaravanas, estructuras montadas con restos de palés de madera e, incluso, varias embarcaciones de considerable tamaño bien acomodadas en ‘dique seco’. Un perro de dimensiones considerables se encarga de hacer saber a cualquier extraño que deambule por la zona que no es bienvenido.

Desde el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Eivissa informaron ayer de que se ha abierto ya una orden de ejecución a la propiedad de este establecimiento para que restablezca el estado original de esta zona. Este departamento ya realizó una visita a esta zona a primeros de enero. En la visita, que estuvo acompañada por la Policía Local del municipio y acudieron también representantes de la empresa Aqualia, se informó a la persona responsable de los trámites necesarios para poder conectarse a la red de alcantarillado. Al no haberse resuelto esta situación, el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Eivissa ha abierto una orden de ejecución para que se resuelva de manera inmediata. Así mismo también se emitirá una notificación para que se restablezca la limpieza de la zona exterior.