José Vicente Marí Bosó. | Marcelo Sastre

La semana pasada, José Vicente Marí Bosó (Valencia, 1970) revalidó la presidencia del PP en Ibiza con el respaldo unánime de los votantes en el IV Congreso Insular del partido.

—El presidente del PP de Baleares dijo estar «supersatisfecho» con el trabajo del PP de Ibiza, en una isla en la que obtuvieron los mejores resultados de Baleares en las últimas elecciones. ¿Cree que el PP de Ibiza tiene poco peso a nivel de Baleares a pesar de estos buenos datos?
—Creo que tenemos peso, que se nos escucha, pero yo sí que expliqué a los afiliados en el congreso que creía que era el momento del que el PP de Ibiza se involucrara más en la política de Baleares y en la política de España porque hay asuntos que afectan a los ibicencos y exigen soluciones a nivel de Baleares y a nivel nacional. Los ibicencos necesitan un gobierno fuerte en España y un gobierno que les atienda en Baleares y que no les agreda, como hace la señora Armengol.

—Un modo quizás sería tener un presidente de Baleares ibicenco. ¿Cree que lo veremos más pronto que tarde?
—Creo que queda mucho camino por andar para ver eso. Somos una comunidad autónoma muy asimétrica. Mallorca tiene un peso de 895.000 habitantes del conjunto de un 1.200.000. Pero algo hay que decir, don Antonio Maura fue presidente del Consejo de Ministros en dos ocasiones y el peso de Baleares es muy pequeño a nivel de España. Nos queda mucho, seguro que nos queda mucho para sentirnos más integrados y limar resquemores. Pero no hay que desconocer la realidad del peso poblacional que tenemos.

—¿De momento no se vislumbra la posibilidad de un candidato ibicenco al Govern, se me ocurre mencionar a Vicent Marí?
—Me parece que no, el candidato será Biel Company porque es el presidente del PP de las Illes Balears.

—¿Y usted? ¿Sabe ya si se presentará de nuevo como candidato a la alcaldía de Vila?
—Creo que es pronto. Me gusta hacer las cosas en equipo. Durante estos años en la presidencia he intentado hacerlo así, que tomásemos las decisiones entre todos y el partido adoptará esta clase de decisiones cuando toque. De momento no le puedo avanzar nada.

—En el pleno de Vila manifiesta usted continuamente su discrepancia con el alcalde. ¿Cómo es su relación? ¿Se ha llegado a tomar un café con él?
—No, siempre me invita pero nunca paga. Tengo una relación cordial con Rafa Ruiz, desde el punto de vista personal, desde el punto de vista político es evidente que mantenemos una discrepancia muy importante respecto de lo que debe ser la ciudad. A mí al final lo que me importa es el proyecto de ciudad desde el punto de vista político. El principal perjuicio para la ciudad, hoy, se llama Rafa Ruiz, lo que está haciendo, o mejor dicho lo que no está haciendo en este año en el que ha estado ausente.

—¿Ausencia en qué sentido?
—Falta asumir el liderazgo, falta señalar objetivos, falta saber que estamos en una situación muy difícil, que mucha gente lo está pasando mal en la ciudad y adoptar decisiones. Nosotros hemos venido haciendo propuestas desde el 13 de marzo de 2020, las reiteramos en abril y no se nos hizo caso, se nos votó todo en contra. En octubre presentamos otra batería de propuestas tanto de bajada de impuestos como de ayudas directas a los empresarios y apoyamos las ayudas al alquiler. Propusimos un pacto de ayudas a la inversión, porque hacen falta medidas de protección pero al mismo tiempo son necesarias medidas de reactivación económica. Si no hay crecimiento económico y no generamos empleo es imposible mantener el nivel de políticas públicas.

—Pero el Ayuntamiento sí ha reducido la presión fiscal.
—La única tasa que se ha dejado de cobrar es la de terrazas, la única, lo cual genera también un agravio comparativo con otros negocios. Las ayudas de autónomos pedimos que no se hicieran con el Govern, que se pidiera el dinero y se hicieran desde aquí. No nos hizo caso y ha sido un desastre. Hoy hay muchos autónomos que todavía no han recibido esta ayuda. Las últimas resoluciones del Govern son de los últimos días de febrero y todavía quedan por publicar. Aún, siete meses después, hay autónomos que no han cobrado la ayuda. Hay que saber a dónde vamos y quitarse el sectarismo de encima, ver cómo ayudamos. Ahora tendríamos que estar adoptando ya medidas para llevar a nuestros empresarios hasta julio, hay que adoptar decisiones con rapidez. No podemos estar durmiendo el sueño de los justos porque la gente cierra negocios, se queda sin trabajo.

—Pasando a clave nacional, respecto al terremoto de mociones de censura que ha tenido lugar esta semana, ¿temió que llegara a repercutir en Ibiza?
—No, no temí que pasara. Conozco bien los pactos formados en Ibiza. Acompañé a Vicent Marí en la negociación de los pactos con Ciudadanos, en el caso de Sant Antoni también con el PI. Sé cómo se forjaron estos pactos y del interés de todos para dar soluciones a los problemas de los ibicencos. Estos dos años de gobierno, tanto en el Consell como en el Ayuntamiento de Sant Antoni, no tienen ni punto de comparación con el tot aturat de la anterior legislatura en el Consell ni con el galimatías que estaba montado en Sant Antoni. Y eso con una pandemia por en medio. Me parece que si uno observa el trabajo que hacen Vicent Marí y Marcos Serra con su equipo de coalición mejora con mucho lo que pasó en la anterior legislatura.

—¿Pactaría con Vox para formar gobierno en caso de que obtuviera representación y fuera necesario?
—Nosotros somos el gran partido de la centralidad en Ibiza. Esta pregunta ya nos la hacían antes de las elecciones de 2019 y ya sabe usted qué resultados se produjeron. Somos el partido de la centralidad en la Isla. Trabajamos para solucionar los problemas de los ciudadanos y decimos a todo el mundo que aspire a solucionar estos problemas, con sentido común y desde la centralidad, que se puede acercar a apoyar el proyecto del Partido Popular.

—Se sabe lo que pasó en 2019, pero los números de Vox parece que van en ascenso, le insisto, ¿se plantearían pactar con Vox?
—Hacer cábalas de algo que no ha acontecido, cuando además en 2019 ya se demostró que no era algo que se tuviera que valorar, resulta un poco absurdo. Insisto, quien quiera solucionar los problemas de los ciudadanos puede unirse al proyecto del PP, porque estamos demostrando que somos eficaces y sabemos solucionar los problemas de los ciudadanos. Donde gobernábamos, Santa Eulària y Sant Joan, los ciudadanos volvieron a confiar en nosotros y ahora además gobernamos en el Consell y en Sant Antoni. Y vamos a ponernos a trabajar en buscar una alternativa creíble y sólida en Vila y Sant Josep.

—¿Qué cree que tiene que hacer el PP para ganar en Vila y Sant Josep?
—Tenemos que fortalecer las estructuras del partido, presentar políticas modernas, atraer talento y decirles a los profesionales, a los autónomos y a los funcionarios que aquí hay un proyecto sólido, creíble y que aporten en ese proyecto.

—¿Qué habría cambiado en la gestión de la pandemia en Baleares de haber gobernado el PP?
—Creo que lo primero habría sido una cuestión de mentalidad. Creo que el Govern de Armengol tiene la mentalidad de que todo puede estar cerrado y la adminstración pública se hace cargo de todo. Esa mentalidad es incorrecta, porque la administración pública no puede suplantar toda la actividad económica. Una política de subvenciones que, además, luego no llegan. Nosotros pensamos que, al mismo tiempo que se hacen políticas de protección, porque es verdad que es lo primero que se tenía que hacer para contener esta crisis, había que hacer políticas de reactivación. Teniendo eso claro mantener una línea de acción y no dar tumbos, como lleva dando Armengol desde el año pasado.

—¿Cree adecuado mantener restricciones en la hostelería?
—Evidentemente. Este virus no lo hemos sabido parar de otra manera hasta que han llegado las vacunas. Había que adoptar medidas de restricción de relaciones sociales porque no existía otra forma de pararlo. Medidas que siempre tienen un cierto punto de arbitrariedad. ¿Dónde pones el límite? A partir de aquí, no se pueden ir dando cambios aleatorios en los criterios que se adoptan. No se puede decir que se revisan los criterios cada 15 días y de repente decidimos que se espera un mes para ajustarse a la evolución de la pandemia. Dicho esto, la principal medida es la vacunación y Baleares se mantiene siempre como una de las tres últimas comunidades en porcentaje de vacunación. Eso no nos lo podemos permitir. Estamos en un momento muy crítico y hay que dar un mensaje claro de cara a la temporada turística. Al mismo tiempo que trabajamos por demostrar que se toman medidas y Baleares es un destino seguro, tenemos que trabajar por tener la vacunación hecha. Esto no se arregla diciendo que tenemos capacidad para vacunar a 80.000 al día. Hoy se vacunan a 1.600. No le pido que vacune 80.000 al día, pero podría ir a 20.000 o 30.000 si tiene tanta capacidad.

—¿Maltrata el Govern a los sanitarios?
—Creo que sí. No se entiende. Nosotros propusimos una paga extra Covid, algo que Vicent Marí ha hecho en Ibiza con su personal sanitario. Baleares es la única comunidad autónoma que ha restado a su personal un 2,9% de incremento salarial. La única comunidad autónoma que ha hecho esto. No se entiende. La indemnización por residencia, que no se paga, depende exclusivamente de Armengol. Ella tenía la excusa de que este tema venía en los presupuestos generales del estado. Ya no tiene esa excusa. Incremente esa indemnización, teniendo en cuenta que usted tiene 3.000 millones más de presupuesto que en 2015. Gracias a las políticas de crecimiento que se llevaron a cabo entre 2011 y 2015 ahora contamos con 3.000 o 4.000 millones más de presupuesto.

—En 2011, también en un momento de crisis, fueron ustedes los que recortaron salarios, hubo muchas movilizaciones en aquel momento, ¿se equivocaron con esa decisión?
—Nos equivocamos en muchas cosas en 2011 y 2015, pero el mayor incremento presupuestario en materia de sanidad en muchos años en Baleares fue en el presupuesto de 2015 que hice yo. Un incremento del 10,46%. Aún no lo ha igualado la señora Armengol. Hay que recordar que el mayor recorte en Sanidad lo hizo el PSOE en 2010. Un recorte del 6,4%. Puede repasar los presupuestos de 2011 a 2015 y no verá un recorte presupuestario así. Entiendo que cada uno tiene que contar su verdad para defender según que cosas, pero el dato está ahí. El mayor incremento en materia sanitaria lo firmé yo en el presupuesto de 2015. El mayor recorte lo firmó el señor Manera, socialista, en 2010.

«Hay que abrir a la circulación la Marina y Dalt Vila»

—Uno de los proyectos importantes esta legislatura en Vila es el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), ¿qué harán con él si llegan a gobernar?
—Lo primero aprobarlo, porque no hay ningún plan todavía aprobado. Tenemos un PMUS con una aprobación inicial desde hace dos o tres años. Nosotros, estando Virginia Marí, presentamos alegaciones a ese plan. Presentamos un proyecto con 50 medidas para la movilidad en nuestra ciudad, pagado por el Grupo Popular. No es algo habitual ir a un despacho de movilidad, pedir que se estudie un documento para proponer soluciones por parte de un grupo político. Lo hicimos y no se aceptó ninguna medida. Ahora lo que tenemos es una determinada idea del señor Morrás, que es eliminar todo dentro de la ciudad. Se dedica a poner palos y cuerdas, a cerrar el primer cinturón de ronda y no sabemos cuál es el criterio de movilidad. Tiene cerrado a cal y canto el barrio de la Marina y Dalt Vila. ¿Es esto lo que propone dentro del primer cinturón? Además hacer eso sin seguir un plan, porque todavía no tenemos un plan.

—¿Ustedes reabrirían la circulación en la Marina y Dalt Vila?
—Hay que abrirla. Las ciudades no pueden ser un decorado en el que no viva nadie. Hay que llevar gente a que viva en la Marina, hay que incentivar que vuelva la vida a la Marina para que los comercios puedan sacar adelante su actividad.

—¿Y para eso hace falta que entren vehículos?
—En parte sí. También hay que hacer los aparcamientos que se propusieron hacer en el Parque Reina Sofía y en el Parque de la Paz. Lo que no puede ser es tener una idea en la cabeza y pensar que se hará por arte del birlibirloque. Hay que adaptarse a la realidad y eso implica compaginar los distintos movimientos que se producen en una ciudad: en bicicleta, en coche y andando. Hay ciudades que son patrimonio de la humanidad y tienen aparcamientos junto a la plaza principal de la ciudad. Nosotros les dijimos que si tienen un plan de movilidad que lo aprueben primero, y si quitan aparcamientos de en medio hagan un plan integral de aparcamientos para el que se habían obtenido fondos europeos. Ahora nos dicen que ese plan se ha quitado. O sea, usted se presentó a las elecciones anunciando 1.600 plazas de aparcamiento y ahora dice que no va a hacer ninguna.