Lagartija pitiusas sobre una flor de cardo.

El único vertebrado endémico de Ibiza, la lagartija pitiusa, podría desaparecer antes de 2030 debido a la expansión de la culebra de herradura. Es la conclusión a la que llega un equipo de académicos liderado por la doctora en Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia, Elba Montes, en el artículo ‘Extinción de la lagartija endémica Podarcis Pityusensis en la isla de Ibiza por la invasión de serpientes’. El artículo ha sido aceptado para su publicación por Oxford University Press. En él participan también tres académicos de las universidades de Michigan, Tetuán y Granada.

Según el estudio, realizado entre 2010 y 2018, las serpientes han invadido el 49% de la isla de Ibiza desde su llegada a la isla en 2003 por la acción humana. Los censos de lagartija pitiusa en las zonas registradas con presencia de ofidios (la mitad noroeste de la isla) han descendido dramáticamente hasta alcanzar un nivel que los expertos llegan a considerar de riesgo de extinción.

Desaparición en un islote

El estudio evaluó también la población de las lagartijas endémicas en varios islotes. En uno de ellos, el islote de s’Ora o de s’Or, cerca de Tagomago, las lagartijas se podrían haber extinguido debido a la llegada de serpientes a nado. Los investigadores indican no haber encontrado ninguna lagartija en sus visitas, con lo que podría haber desaparecido una especie que habitaba el islote desde la última gran glaciación. En otros islotes como illa Grossa e illa Rodona también se aprecia un notable descenso de la población de lagartijas, de acuerdo con estudios anteriores realizados.

«Prevenir la diseminación de serpientes en los islotes es inviable», indican los expertos, por lo que sería necesario trabajar de forma «urgente» en su control en Ibiza.

Los firmantes del estudio consideran demostrada la extinción virtual de la lagartija pitiusa en la mitad de la isla de Ibiza. «En vista de estos perturbadores hallazgos, es necesaria una revisión de las necesidades de conservación de las lagartijas. Los dirigentes tienen ahora un deber urgente de mejora del control de las serpientes para evitar la extinción».