Guadalupe Nauda. | Daniel Espinosa

El Ayuntamiento de Sant Josep se congratula del inicio de las negociaciones entre la consellera de Vivienda, Guadalupe Nauda, y representantes de la propiedad del inmueble de Cala de Bou donde viven 12 familias amenazadas de desahucio. El Consistorio valora el resultado que han dado las presiones de los afectados, que reclaman a quien era el propietario, Banco Sabadell, que se respeten las obligaciones adquiridas con todas estas familias, según ha detallado el ayuntamiento en un comunicado.

De ahí que desde la propiedad se hayan puesto en contacto a través de un mediador con la consellera de Vivienda para iniciar unas negociaciones que permitan solucionar la situación que sufren estas personas.

Como primer paso de estas conversaciones, desde la intermediación han comprometido primero a examinar las demandas de los inquilinos una por una. La consellera ha explicado que «los vecinos y lo único que quieren es mantener sus hogares, bien mediante la renovación de los alquileres o en el caso de las personas que tienen alquiler con opción a compra, respetar este derecho que tienen reconocido por parte de la nueva propiedad».

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«La intermediación reconoce que la venta de estos pisos por parte de la entidad bancaria al fondo inversor también incluye las cargas que existían, y eso quiere decir un reconocimiento tanto de la vigencia de los alquileres como de la opción a compra y apreciamos que hay predisposición por su parte a solucionar la situación de manera favorable a las familias que allí viven», señaló Nauda.

La entidad intermediaria Sogeviso, ha sido contratada por Solvia, que es la entidad que gestiona los bienes del fondo Coliseum, propietario del inmueble adquirido en el Banco Sabadell.

Hay que recordar que previamente a esta situación, desde el Ayuntamiento se ha ayudado a las familias afectadas, individualmente y a través de distintas reuniones con todas ellas en las que se ha proporcionado asesoramiento jurídico a través de Mora San José, además de participar en encuentros con otras administraciones, a petición de los vecinos, como con el Consell y el Sindicato de inquilinos.

«El hecho de disponer de un interlocutor es un primer paso, aunque queda camino por recorrer en las negociaciones para encontrar la mejor solución a cada caso. Lo importante es que los vecinos empiezan a ver un poco la luz después de meses de angustia. La lucha que han hecho ha dado su efecto», valoró Nauda, además de agradecer el trabajo conjunto con el Sindicato de inquilinos «que ha sido fundamental» ha añadido la consellera de Vivienda.