Imagen del paso de peatones pintado ayer. | Verónica Torres

El Ayuntamiento de Sant Antoni procedió ayer a pintar un paso de peatones en el Camí de Cap Negret, a la altura de la entrada de la urbanización Stella Maris, tras la denuncia pública realizada por los vecinos de la zona a través del Periódico de Ibiza y Formentera.

Tras varios años de espera, los vecinos manifestaron su satisfacción ante el cumplimiento parcial de sus peticiones, aunque aseguraron que llegarán hasta donde haga falta para lograr que la vía sea más segura, especialmente durante los meses de verano que, con el aparcamiento de vehículos en la cuneta de la carretera, se reduce a casi la mitad la anchura de la calzada con un volumen altísimo de tráfico en la zona.

El concejal de Obras Públicas de Sant Antoni, Joan Torres, había asegurado, a preguntas de este periódico, que el Ayuntamiento sólo señaliza la prohibición de aparcar en vías urbanas. «Se trata de una vía interurbana y que está catalogada como camino asfaltado, por lo que no ponemos señalización de prohibido aparcar» pese a que haya informes tanto de la policía como de otros departamentos del consistorio que así lo recomienden, había destacado el regidor del PI.

Sin embargo, según pudieron comprobar los vecinos, en una de las calles perpendiculares al Camí de Cap Negret, concretamente en el Camí des Portixol, con la misma catalogación municipal de camino asfaltado, el departamento que dirige Torres «ha llenado toda la calle, en ambos márgenes, con señales de prohibido aparcar», explicó Verónica Torres, vecina de la zona, «por lo que no entendemos porqué en esta vía, con toda la peligrosidad de tráfico que hay, no puede hacerlo y a escasos 50 metros si».

El Camí de Cap Negret es una zona muy transitada, especialmente en los meses de verano.

Además de servir de acceso al aparcamiento de cala Gració y a cala Gracioneta, se encuentra pegado a la carretera el restaurante es Tragón, numerosos hoteles y viviendas tanto de temporada como de todo el año. También es una de las zonas preferidas por los habitantes de Sant Antoni para salir a caminar, lo que complica más la circulación al no contar la vía con aceras.