Los celadores protestaron ayer en la puerta del Hospital Can Misses. | Daniel Espinosa

Los celadores se concentraron ayer en muchos puntos de España. En Baleares, la protesta tuvo lugar a las puertas del Hospital Can Misses donde más de 50 profesionales, impulsados por la plataforma ‘Reconocimiento para el celador ya’, pidieron una formación profesional de grado medio. Los celadores contaron con el apoyo de compañeros de otras categorías, además de la plataforma sindical Useiri.

Tras guardar unos segundos de silencio por los compañeros fallecidos durante la pandemia (10 en total) y un sonado aplauso de recuerdo, se pasó a leer el manifiesto. Carolina Arcas, celadora y enlace de la plataforma en Ibiza, pronunció un texto que recordó que las funciones de este colectivo datan del año 1971, «50 años ya de una orden ministerial preconstitucional, caduca y machista, donde no existe la figura de la celadora, cuando actualmente, las mujeres suponen el 70 % del colectivo».

A lo largo de su intervención también reclamó un formación profesional, que «nunca se implementó». Lamentó, además, que la «la figura del celador continúa a día de hoy, en el ostracismo más absoluto, sin que se le considere personal sanitario, aunque tengamos contacto directo con el paciente, al que abrazamos y tratamos con el máximo cuidado, a pesar de carecer la formación adecuada para hacerlo». «Ni el paciente ni el celador se merecen esa precariedad», siguió el manifiesto, que concluyó recordando que el 22 de abril habrá una nueva protesta.

Tras esta lectura que acabó con un fuerte aplauso, Arcas explicó la importancia de esta formación reglada para ser personal sanitario: «Por nuestras funciones, tenemos que tener un trato directo con el paciente y nos estamos encontrando que gente que está empezando depende de que le enseñen otros compañeros. Eso no es bueno para nadie y luchamos por eso. Ahora, con el certificado escolar ya puedes acceder a la bolsa».

Además, recordó que durante este año de pandemia también tuvieron que pelear para que se les reconociese como personal de riesgo. «Al no ser personal sanitario, no nos daban esa categoría», lamentó, antes de afirmar que desde la Conselleria de Salud no están recibiendo ningún tipo de apoyo.

Una de las celadoras que protestó ayer fue María del Pilar. Esta insistió en que «la función de un celador de ahora no tiene nada que ver con las funciones de los años 70». También habló de la necesidad que hay actualmente de tener ciertos conocimientos técnicos que necesitarían una formación, sobre todo en algunas especialidades como quirófano o urgencias.