Ana Gordillo Costa, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF). | Daniel Espinosa

Fue elegida presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF) en el verano de 2018, una temporada en la que la bonanza reinaba en la efervescente industria turística de las Pitiusas. El mismo éxito se reprodujo en 2019, pero llegó 2020 y todos los planes se fueron al traste con la pandemia. La primera mujer que dirige la potente patronal hotelera pitiusa, representante de más de 500 empresas, confía en que este verano se podrá trabajar al 50% de actividad en relación al año pasado, e incluso que la temporada se podrá alargar hasta las Navidades, pero lamenta que el Gobierno español se niegue a priorizar a los trabajadores del turismo en el proceso de inmunización, una vez que haya sido vacunada la población de mayor riesgo. Esta iniciativa ya ha sido adoptada destinos competidores directos como Grecia, Turquía o Croacia. «No hay una estrategia en este sentido, y no lo entendemos; y a este paso, con solo un desesperanzador 3,3% de la población vacunada en Ibiza, nos quedaremos en la cola del turismo en el Meditarráneo».

—¿Se acuerda de que en 2018 lo que más inquietaba en el sector hotelero era la práctica del ‘balconing’ y que en 2019 se auguraba la muerte del sector por su desbordante éxito? Pero llegó 2020 y la pandemia...

—La verdad es que he vivido un cambio radical que nadie esperaba y me ha tocado una situación bastante complicada de gestionar, a nivel privado y como representante de una patronal tan importante como es la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera. Cuandoentré, todo estaba en pleno auge y ahora hemos bajado en picado. Tuvimos una pequeña crisis con la quiebra del touroperador Thomas Cook, pero ahora con el covid, con esta grave situación, está siendo una experiencia tremenda, un máster en Turismo, pero de las peores situaciones siempre se puede sacar algo, y en este caso será la experiencia.

—Otro hito en su mandato, renovado el año pasado hasta 2022, fue su participación en manifestación que reunió a todos los empresarios de Ibiza, a la cual la patronal hotelera se unión por primera vez.

—Hay que recordar que ya nos manifestamos una vez en 2013 en contra de las prospecciones petrolíferas porque la causa lo requería, así como ahora lo requería también porque la situación es muy complicada para todos.

—Parece que se acelera la vacunación y se acerca el 9 de mayo ¿Qué sensaciones tienen en este momento?

—Probablemente vamos a tener una temporada mejor que la del año pasado, y así lo esperamos todos. La vacunación se va a agilizar en los próximos meses, aunque siguen los interrogantes sobre qué pasará a partir del 9 de mayo, cuando se levante el estado de alarma, que no se sabe aún ni cómo afectará a la movilidad y los viajes.

—¿Cuál es el escenario que contemplan? ¿Será algo parecido a julio y agosto del año pasado, con una fugaz apertura?

—Somos optimistas dentro de la realidad. Creemos que mayo va a ser un mes de actividad bastante testimonial; en junio va a haber más movimiento y esperemos que en julio y agosto podamos trabajar relativamente bien, pero hay que tener en cuenta que todo esto puede cambiar porque depende de la situación sanitaria que tengamos. Esto genera mucha incertidumbre porque no vemos que se esté preparando un plan estratégico sobre cómo enfocar la temporada y qué escenarios se pueden dar. Nosotros contemplamos varios escenarios, pero no tenemos ninguno claro.

—Ya se ha dicho que otro verano sin abrir sería inasumible para la economía de las Pitiusas. ¿Firmaría ahora que la temporada de 2021 fuera el 50% de la de 2019?

—Este es el escenario medio en el que trabajamos. El pesimista sería tener un 30%, el medio un 50 y el más optimista sería trabajar a un 75%. Pero ya hemos visto que las restricciones que se han llevado a acabo con mayor o menor intensidad desde marzo de 2020 han tenido un efecto devastador en los países o regiones que más dependemos del turismo, como es el caso de Baleares, que hemos sufrido una caída del 27% de nuestro PIB. Es por eso que no podemos pensar en tener una temporada como la del año pasado, ya que las consecuencias podrían ser muy graves para todo el tejido económico y social de nuestras islas. Aguantar este año está siendo muy duro, pero dos años así sería devastador. Debemos focalizarnos en que este año va a haber temporada. Llevamos tiempo insistiendo en ello, pero deberíamos tener un plan de acción, una estretegia para afrontar la temporada y priorizar el turismo, y por eso pedimos que sean vacunadas todas las personas que trabajan en el sector turístico, una vez que hayan sido inoculados todos los grupos más vulnerables.

—¿Cómo valora que destinos competidores directos como Grecia, Croacia, Turquía, Malta o Chipre ya hayan decidido dar prioridad en la vacunación a los empleados de la industria turística?

—Desde que se empezó con la vacunación, ya advertimos sobre la importancia de vacunar prioritariamente en las zonas turísticas porque dependemos exclusivamente de cómo nos vaya esta temporada, que tiene que ir mejor sí o sí. Pero vemos que destinos competidores nuestros como Turquía, Grecia y ahora Croacia ya han dado un paso al frente y nos adelantan, enviando así un mensaje de seguridad a los países emisores. Esta es una iniciativa que desde el Gobierno de España no se ha sabido hacer o no se ha querido hacer, porque lo que está claro es que no tenemos una estrategia de vacunación que priorice al turismo, y a este paso lo que ocurrirá será que los países competidores nos restarán cuota de mercado porque en España no se está dando la importancia que merece el turismo, que aporta el 12,3 % del PIB nacional. Otros países lo están haciendo mejor. Entendemos que la solidaridad pasa por ayudar a los territorios más afectados. Priorizar al turismo es fundamental para la economía del país e, insisto, hace falta una estrategia de vacunación para que no nos quedemos en la cola. No entendemos que, con el ritmo tan lento de vacunación que llevamos, el Gobierno no se plantee priorizar al sector que más ha sufrido en esta pandemia: sinceramente, no lo entendemos.

—¿Cree que habrá pasaporte covid para todos los turistas en julio o quizás la Unión Europea está fallando en la coordinación?

—La UE está fallando sobre todo en el tema de las vacunas, de la compra y del reparto. Sobre el pasaporte sanitario, esperamos que se empiece a implantar ya la prueba piloto para que podamos contar con esta certificación esta misma temporada y no nos pase como con los corredores seguros, cuyas pruebas piloto empezaron en junio pero hasta septiembre no se implantó. Nosotros creemos que el pasaporte sanitario dará seguridad a todo el sector turístico y a los que decidan viajar, pero tendría que estar mucho más adelantado.

—Pandemia aparte, las reformas integrales llevadas a cabo por numerosos hoteles y el anuncio de aperturas en mayo y junio parece que es una clara apuesta por el crecimiento del sector, y especialmente en la oferta de cuatro y cinco estrellas. ¿Caminamos hacia el lujo?

—Hay que tener en cuenta que hace diez años no teníamos esa oferta que demandaba más lujo. Lo que se ha conseguido es cubrir esta cuota de mercado que hace diez años no se cubría. Todo lo que sea diversificar las ofertas adaptadas a sus necesidades es bienvenido. Toda reforma y toda mejora, el reciclaje y la inversión que se haga en la planta hotelera es bueno tanto para el territorio como para la oferta de calidad. Hay que aplaudir a los empresarios que apuestan por mejorar sus negocios en en esta situación tan complicada que estamos viviendo, pero esperamos que podamos volver a trabajar como en los últimos años y como un destino estable. El sector hotelero siempre va avanzando y modernizándose, y estar un año más parados no nos lo podemos permitir.

—Representa a 539 empresas hoteleras que gestionan un total de 77.000 camas. ¿Se consideran el lobby más influyente de Ibiza?

—No nos consideramos un lobby, pero es cierto que tenemos nuestro peso y todas las empresas que trabajan en el turismo tienen una gran importancia por el tejido laboral y económico que generan.

—¿Cree que Sant Antoni, su pueblo, está mejorando y se encamina hacia un cambio en la oferta turística?

—En Sant Antoni, el sector hotelero lleva ya unos siete años haciendo reformas integrales de los establecimientos. La oferta de Sant Antoni es ahora muy buena porque seguimos haciendo un buen trabajo para mejorar el destino y la calidad de nuestros turistas. El esfuerzo del sector hotelero de Sant Antoni es digno de elogio. Pero me gustaría recordar que es necesario un refuerzo de la vigilancia policial, que se cumplan las ordenanzas y que haya un control de las actividades. Somos conscientes de que el Ayuntamiento trabaja con un plan de remodelación y embellecimiento del casco antiguo, y esto será muy positivo. Todos juntos tenemos que remar en la misma dirección para conseguir el destino que todos queremos.

—¿Cómo están ahora sus relaciones con las administraciones en esta etapa de la pandemia?

—Con el Consell hemos tenido un trato muy bueno. Nos hemos reunido muchas veces para tratar de solucionar los problemas y nos han escuchado siempre. Hemos trabajado de forma conjunta en un dosier con las medidas que queríamos para Ibiza y se ha hecho un buen trabajo, teniendo en cuenta la situación tan complicada que atravesamos, algo sin precedentes. El Consell se ha implicado y hemos trabajado de la mano para intentar conseguir lo mejor para Ibiza. Con el Govern también tenemos contacto, pero notamos que el trato es diferente. Nos reunimos para que digan lo que van a hacer, pero hay poca posibilidad de respuesta. Creo que el Govern no ha avanzado lo suficiente con el sector privado de cara a establecer una estrategia o un camino a seguir para que tengamos temporada este verano, que es lo que necesitamos. El Govern debería ser más proactivo y llevar a cabo esas medidas pioneras y no ir al arrastre, como ahora nos está pasando. No vemos que haya tanta empatía con el sector turístico desde Palma.

—El 10 de marzo salieron a la calle para manifestarse y reclamar más vacunas, más ayudas directas y más control en el aeropuerto. ¿Han visto satisfechas sus reivindicaciones?

—Pedíamos priorizar la vacunación pero seguimos igual. Ahora tenemos algo más de un 3% de gente vacunada y estamos a la cola de las islas, y este es un dato lamentable. Sobre los controles en el aeropuerto, se han implementado en Semana Santa, pero aún está por ver qué ocurrirá cuando se levante el estado de alarma a partir del 9 de mayo. Estamos a la espera. Y también reclamábamos las ayudas a las empresas porque hay que tener en cuenta que en esta situación hay muchas empresas que no pueden abrir y hay que intentar mantenerlas vivas y no perder el tejido empresarial y el empleo. Es un tema prioritario, porque si no se ayuda a las empresas las consecuencias van a ser muy graves.

—Parece entonces que las reservas de última hora serán la tónica dominante este año.

—Hay muchas ganas de viajar a las islas. Somos uno de los destinos más buscados para este verano, tanto por cercanía como por seguridad, pero muchas personas están esperando a ver qué pasa a partir del 9 de mayo, a ver si hay corredores seguros y a ver cómo avanza la vacunación. A medida que se vayan resolviendo estas incógnitas, irán aumentando las reservas, lo que nos hace ver que se realizarán a última hora.

—¿Cómo lleva lo de reunirse por zoom?

—Las nuevas tecnologías han venido para quedarse. Nos hemos tenido que acostumbrar y ahora difícilmente vamos a poder vivir sin esto. Es fácil y cómodo. No es lo mismo que una reunión o el ‘feed back’ que percibes en un encuentro, pero nos hemos adaptado. Antes era impensable, pero ahora facilita las cosas para organizar reuniones sin desplazarte, por ejemplo.

—¿Sus retos hasta 2022?

—Después de lo que hemos vivido el año pasado y con lo que prevemos que será éste, de lucha, es crucial que empecemos la temporada con los mejores índices de contagios para que, una vez que abramos, podamos mantenernos funcionando el mayor tiempo posible y no tengamos que cerrar al cabo de un mes: esto es muy importante. Ese es el reto: mantener abierto el máximo tiempo posible teniendo en cuenta que hay muchos factores que no dependen de nosotros, y de ahí el miedo y la incertidumbre que aún existe. Pero si llegamos a 2022 con un mensaje totalmente distinto al que hemos tenido que dar en estos últimos dos años, si conseguimos en 2022 que el virus esté controlado y que hayamos superado la crisis con un riesgo mínimo, lo firmo ahora. Firmo que podamos trabajar este verano y que tengamos salud, que ahora es lo más importante. Todos los mensajes que tenido que dar en este tiempo han sido en una situación muy delicada. También me gustaría dar noticias positivas.

—Pues de 2022 a 2024 seguro que dará noticias más positivas, ¿no? ¿Volverá a presentarse a la reelección a la presidencia de la FEHIF?

—Estoy muy contenta con la oportunidad que me dieron para representar y estar al frente de esta patronal, y si tengo que seguir porque así lo quieren los asociados, pues seguiré, pero no lo sé, ya se irá viendo.