Los vecinos de Puig des Molins se quejan de la dificultad de aparcar en la zona.

El Ayuntamiento de Eivissa ha acordado la implantación del control de accesos al tráfico rodado en el barrio de Puig des Molins. Según informaron este miércoles a través de un comunicado, el objetivo de este sistema de restricción de acceso a los coches es «facilitar el aparcamiento para los residentes, dada su orografía y la falta de aparcamientos en la zona».

En este sentido, destacaron que se trataba de una de las peticiones de los vecinos de la zona que, dado el especial diseño del barrio y la cantidad de aparcamientos, una vez están todos ocupados, deben salir de su barrio para poder aparcar.

La medida, según destacaron desde Vila, «aportará una reducción del flujo de vehículos motorizados que lleva asociado para la zona una reducción de la contaminación ambiental y acústica y contribuirá a pacificar la zona».

El sistema que usará el Ayuntamiento será una autorización de paso de vehículos mediante lectura e identificación de matrícula. En este sentido, se plantea un sistema automático de control sin barrera física que obligue a detener el vehículo. Se dispondrá de un control de acceso a la zona restringida situado en la calle Archiduque Luis Salvador, confluencia con Via Romana.

Este acceso funcionará como filtro para los vehículos autorizados a acceder al barrio de Puig des Molins. Además, habrá dos puntos de control de salida de vehículos que se localizarán sobre la base de la configuración viaria del ámbito, ubicados en la calle Lucio Oculacio y la calle Tagomago. El presupuesto máximo del contrato será de 393.389,46 euros IVA incluido y tendrá una vigencia de cuatro años.

Por otra parte, Vila ha iniciado los trámites para la compensación de plazas de aparcamiento regulado en zona azul para mantener el cómputo de plazas (3.030) y mejorar así la posibilidad de estacionamiento en las calles donde se prevé implementar este servicio.

En este sentido, la redistribución de zona azul afecta a 144 plazas de aparcamiento que se han redistribuido por diferentes motivos: la colocación de nuevos contenedores soterrados, aparcamiento de motos y medidas relacionadas con la crisis sanitaria derivada del covid. «Esta modificación se justifica por razones de interés público ya que permitirá compensar plazas perdidas y mejorar la movilidad dentro de la zona regulada», precisó Aitor Morrás, concejal de Movilidad de Vila.