Aparcar donde se pueda. La iniciativa privada quiere dar respuesta al problema de aparcamiento en la zona, donde la saturación de vehículos provoca problemas cada verano. | Daniel Espinosa

La masificación de vehículos es un problema cada verano en cala d’Hort. Las atractivas vistas desde la zona de playa a Es Vedrà atraen a centenares de personas cada día, que se desplazan mayoritariamente en sus vehículos privados, ya sea para tomar el sol y bañarse o para comer en alguno de sus restaurantes. El desorden en el aparcamiento es inevitable, la gente deja sus coches en los laterales de una carretera de doble sentido que tiene como punto final la playa, con los consecuentes atascos que en más de una ocasión requieren la intervención de la policía.

Un proyecto privado podría poner coto a este asunto en el futuro. La propiedad de unos terrenos a 500 metros de la playa de cala d’Hort ha iniciado los trámite para habilitar un aparcamiento de 188 plazas en una zona de 7.000 metros cuadrados. El proyecto se encuentra actualmente en exposición pública para obtener la declaración de interés general del Consell d’Eivissa, trámite indispensable, dado a que los terrenos se encuentran en suelo rústico protegido en zona Red Natura 2000.

El redactor del proyecto expone que en la parcela en la que se instalará el aparcamiento existe una actividad «irregular e incontrolable de aparcamiento de vehículos particulares así como acceso de autobuses turísticos y excursiones». Estacionamientos no autorizadas por el propietario de los terrenos que se pretenden ordenar y rentabilizar.

Para ello se acondicionará una zona de campos de cultivo inactivos para crear un parking de pago al aire libre. La zona estará delimitada por arbolado autóctono y barreras de madera, habrá una caseta en la puerta de entrada en la que esté el personal de seguridad y cobro del tique de aparcamiento.

Dado que el acceso desde el aparcamiento hasta la playa no está preparado para peatones, se plantea también la instalación de un servicio de minibus que recorra de forma continuada el trayecto entre el aparcamiento y la playa.

La zona de aparcamiento tendrá 161 plazas para turismos, 7 plazas para minusválidos, 17 plazas para motos y 3 plazas para autobuses.

Según el proyecto, este aparcamiento soluciona un «grave problema de movilidad y de seguridad en el ámbito de la playa», disminuye el proceso de degradación ambiental inducido en la zona por el estacionamiento incontrolado y elimina el uso «irregular, incontrolado y no consentido de la parcela».

Dado que el proyecto está sometido a evaluación ambiental ordinaria, se plantean también una serie de medidas correctoras. Las sabinas que se encuentran en el terreno serán retiradas y replantadas en los alrededores, además se llevará a cabo la plantación de arbolado frutal de secano (higueras y almendros) para aprovechar el uso de las tierras de cultivo de los alrededores.

En materia medioambiental se plantea también lo que viene a denominarse en el proyecto «creación de hábitat de lagartija pitiusa», que implica utilizar la piedra retirada del terreno para hacer «acumulaciones de piedras» que sirvan como refugio a los reptiles. También se instalarán cajas nido para pájaros y murciélagos.

El proyecto tiene un presupuesto que supera los 100.000 euros y se podría ejecutar en un plazo de 20 a 30 días.

Fuentes tanto del Consell como del Ayuntamiento de Sant Josep manifestaron el visto bueno de ambas instituciones al proyecto, que daría solución a un problema reiterado en el tiempo, que ya ponía de manifiesto un informe del Ministerio de Medio Ambiente en el año 2008 y un informe municipal de Sant Josep de 2009.