Dos serpientes dentro de una trampa instalada en Ibiza. | Daniel Espinosa

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico buscará la fórmula jurídica más «rápida y diligente» para controlar la entrada en las Pitiusas de mercancías (principalmente olivos) que puedan transportar serpientes o sus huevos.

El director general de Biodiversidad, Jorge Luis Marquínez, manifestó ayer el compromiso del Ministerio para colaborar de este modo en el control de la invasión de ofidios en las Pitiusas en una reunión convocada por la Conselleria balear de Medi Ambient i Territori en la que participaron representantes de los consells de Ibiza y Formentera, la Delegación del Gobierno y la Autoritat Portuaria de Balears.

El conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir, calificó la reunión de «productiva y constructiva», además de un hito en la lucha contra las serpientes, al ser la primera entre todas las partes implicadas para tratar este tema. «Era imprescindible en esta estrategia de control de ofidios la colaboración del Estado, dado que ellos son los que tienen mayores competencias en materia de transporte marítimo y entrada y salida a través de puertos y aeropuertos», consideró Mir, que ya planteó esta necesidad en la presentación del proyecto de control de ofidios y especies invasoras en las Pitiusas hace algunas semanas.

En este sentido, quiso recordar que la reunión es «un paso más dentro de la senda en la que se trabaja por parte de la Conselleria de Medi Ambient desde el año 2016, que es cuando se empieza a trabajar en el operativo de control de ofidios al que se ha destinado más de un millón de euros».

Las instituciones baleares pusieron sobre la mesa la problemática que existe en Ibiza y Formentera debido a la llegada de serpientes desde la Península Ibérica y el crecimiento y expansión de su población en los últimos años, así como las tareas de control que se han ido llevando a cabo. Por parte del Ministerio, el director general de Biodiversidad indicó que existía conocimiento de este problema y voluntad de tomar medidas para atajarlo.

«Ahora el Estado se compromete a estudiarlo, sobre todo a nivel de servicios jurídicos, por lo que nos hemos emplazado a retomar las conversaciones más adelante para tratar el tema desde el punto de vista legal, para determinar la fórmula que se utilizará para hacer este control y definir la forma para hacerlo efectivo», indicó Mir.

Añadió que se trata de un tema complejo desde un punto de vista competencial y jurídico, dado que en estas tareas de control deberán participar varias administraciones de forma coordinada y determinar qué espacios y medios materiales son necesarios.

La opción de crear una zona de cuarentena, planteada tanto por parte del Govern como del Consell d’Eivissa, se trató en la reunión, así como las cuestiones que plantea, como: si se hace esta cuarentena de mercancías en el lugar de origen o de destino, determinar la capacidad que tiene Balears para crear esta hipotética zona de cuarentena o si debe hacerse en espacios portuarios y aeroportuarios.

Mir indicó que, si bien no se definió ninguna opción concreta, el hecho de tratarlas entre todos los agentes implicados ya implica un avance importante.

Si bien no se fijó fecha para el próximo encuentro respecto a este tema, Miquel Mir subrayó que desde el Govern se estará encima de este tema, que es «prioritario» para la Comunidad Autónoma y recordó que está reunión se planteó como idea hace pocas semanas y ya ha sido una realidad.

Por parte del Consell d’Eivissa, el conseller de Presidencia y Gestión Ambiental, Vicent Roig, consideró «importante» que se involucre a una de las administraciones que también debe tener un papel activo «en un problema que para el Consell es muy importante». «A ver ahora a nivel jurídico qué acuerdan las partes respecto hasta dónde se puede llegar como comunidad y hasta dónde tiene que llegar el Estado. Pero en cualquier caso la valoración es positiva».