Rafa Ruiz, ayer durante el pleno telemático de Vila.

El pleno del Ayuntamiento de Ibiza sacó este lunes adelante, con la abstención del Grupo Popular y de Ciudadanos, la aprobación inicial del Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Un documento que, según denunciaron desde la oposición, llegó a su aprobación inicial sin ningún tipo de consenso y con al menos dos años de retraso.

El concejal popular Ignacio García recordó que este plan, a estas alturas, «debería estar ya ejecutado al 50%, pero ni siquiera se ha aprobado inicialmente», por lo que cuando nazca definitivamente, cosa que sucederá como pronto en otro medio año, «será un plan totalmente desfasado».

García insistió a su vez en que el documento está basado en «un planeamiento inconsciente», con un «criterio ilógico» que puede tener como consecuencia «tener que volver a empezarlo todo otra vez de cero». Y es que, según aseguró, el principal problema del equipo de gobierno es que no tienen «modelo de ciudad» y criticó que se trate únicamente de actuaciones puntuales «cuando nos estamos jugando el futuro de Vila».

Además, recordó que es posible que este plan, por su carácter plurianual, lo tenga que seguir ejecutando un equipo de gobierno de otro color político, por lo que tendría que haber sido consensuado «y ustedes con la oposición no han contado». Lo más sensato sería, a su entender, «que vuelvan a elaborar el plan y lo consensúen».

En este sentido, el concejal de Movilidad, Aitor Morrás, aseguró que la oposición podría haber participado en la redacción del documento «presentando enmiendas» y recordó que el proceso de elaboración del plan empezó pidiendo opinión «a los agentes sociales y a los vecinos».

Sin partidas anuales

Por su parte el concejal de Ciudadanos, Roberto Algaba, hizo ver a Morrás que el trabajo político para un plan de estas características «nada tiene que ver con presentar alegaciones», pero si así lo quiere «tendremos que trabajar de esta forma, pero no es la adecuada».

Criticó a su vez que el proyecto «no está presupuestado por anualidades y no sabemos qué se va a ir ejecutando cada año» e insistió en que «está claro que el equipo de gobierno no está por la labor de consensuar» y, de esta forma, «si el plan no nace desde el consenso, no va a tener éxito».

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Por otra parte, lo más bronco del pleno se vivió a la hora de debatir una moción del Grupo Popular en la que pedía que el pleno de la institución expresara su respaldo «incondicional y absoluto» a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico español, que manifestara su apoyo «sin fisuras» a la labor de los tribunales, que se condenara la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de indultar a los golpistas catalanes y que se exija la dimisión de Sánchez y la inmediata convocatoria de elecciones «por haber engañado al pueblo español». El edil popular Jacobo Varela criticó que el ejecutivo central pusiera en duda a la Justicia española para hacer frente a un «pago político» para poder seguir manteniéndose en La Moncloa.

Miedo a perder la silla

En este sentido, recordó todas las declaraciones realizadas por Sánchez en los últimos años contra los indultos y contra la posibilidad de pactar con los independentistas «y que los socialistas de Ibiza le jaleaban y le retuiteaban».

Ahora, criticó, hacen exactamente lo mismo con un discurso totalmente opuesto. «Sólo saben replicar lo que dicen Sánchez para, dentro de dos años, poder seguir en la silla», denunció el portavoz adjunto del Grupo Popular de Vila.

En este sentido tanto el concejal socialista, José Juan Tur, como Aitor Morrás recurrieron a las consignas nacionales de sus partidos para cargar contra PP y Ciudadanos. Tur basó la práctica totalidad de su intervención en hablar de los casos de corrupción de los populares y en acusar al PP de haber creado el conflicto en Cataluña.

Los mismo hizo el representante de Podemos, Aitor Morrás, quien puso sobre la mesa el caso Kitchen y que aseguró sobre el PP que «su cinismo es vomitivo y vergonzoso», además de que los populares «defecan en la separación de poderes y han hecho de la corrupción su forma de hacer política».

En cuanto a Ciudadanos, el representante de la extrema izquierda se burló de sus últimos resultados electorales: «en Cataluña ya caben en una furgoneta, y en España caben en un autobús».

En este sentido el edil de Ciudadanos, Rodríguez Poblador, le recordó que «cabremos en una furgoneta, pero no perdemos la dignidad y respetamos a todos los ciudadanos, nos voten o no». «¿Dónde están las Unidas en el pleno de hoy?», espetó el representante de la formación naranja en relación a la dimisión de la concejala de Unidas Podemos, Claudia Cotaina, por sus discrepancias con las políticas de la formación.

Finalmente hizo falta el voto de calidad del alcalde para deshacer el empate en esta votación, ante la ausencia de la regidora de Unidas Podemos Claudia Cotaina.