El Pleno se reunió ayer de forma semipresencial en las instalaciones municipales del edificio del Cetis. En la sesión, tomó posesión el nuevo regidor de Unidas Podemos, Ricard Crivillé, quien sustituye a la dimisionaria Claudia Cotaina

Todas las administraciones trabajan ya en la presentación de proyectos para acceder a parte de los 140.000 millones de euros de los fondos Next Generation UE, creados para acelerar la salida de la crisis provocada por el covid. A la vista de lo sucedido ayer en el Pleno de Vila, parece imposible conocer, de momento, en qué estado se encuentran los proyectos o fichas, si se han presentado o con cuánto dinero van a contar.

La moción de control del concejal del PP Ignacio García no sirvió para obtener una respuesta clara sobre el número de proyectos, la repercusión económica tendrán para la ciudad y cómo afectarán a las áreas de Movilidad, Vivienda y Regeneración Urbana. Ni tampoco el número de funcionarios y técnicos que destinará a la gestión de estos proyectos. Un dato imprescindible, recordó, para acceder al dinero de la UE.

Proyectos de interés
La primera teniente de alcalde, Elena López, prefirió acusar al PP de obstaculizar el acceso de España a los Next Generation antes que explicar lo que los populares pedían. López aseguró que, en estos momentos, no es posible presentar proyectos en concreto.
Acusó al PP de no entender «cómo va» este reparto y afirmó también que los proyectos en sí «no se han presentado porque no ha existido la posibilidad». Algo que choca con la versión de otros consistorios españoles que llevan semanas dando a conocer los proyectos a cuya financiación aspiran.

López aclaró que en la convocatoria no se habla de proyectos sino de «expresiones de interés». Estas «expresiones» han sido trasladadas por el Consistorio tanto al Govern balear como al Gobierno central.

«Se han presentado prioridades», añadió tras recriminar a García por no utilizar «los términos adecuados». Estas, aseguró, saldrán en breve para las «expresiones de interés» relativas a las áreas de Medio Ambiente y Turismo.

El popular Ignacio García recordó que «hay ya 25 manifestaciones de interés en marcha y a las que se pueden presentar». El edil lamentó «la falta de un cierto criterio» para acceder a esta financiación por parte del Consistorio y las «limitaciones» que está mostrando el equipo de gobierno en estos momentos.

«¿No son conscientes de que salen a competir?», preguntó, «¿han alineado medios, fines y objetivos? ¿Tienen claro el dimensionamiento del personal? Podemos quedarnos fuera de estas ayudas».

El portavoz del PP, José Vicente Marí Bosó, alertó también tras la sesión de la posibilidad de que Vila pierda parte de estas ayudas por «el juego de trileros que se trae el equipo de gobierno con las inversiones públicas».
«Es preocupante», añadió, «porque ves al concejal Aitor Morrás decir que ha presentado un proyecto a los Next Generation sobre movilidad eléctrica y luego Elena López dice que no han presentado nada».

Educadores sociales
El Pleno, por otro lado, dio ayer luz verde a una moción del PP para mantener en los centros de Educación Secundaria los educadores sociales, que trabajan con los alumnos con necesidades especiales dentro del programa de intervención sociocomunitaria TISOC.

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La concejala del PP Estefanía Guasch defendió la necesidad de esta moción recordando que el Govern de la socialista Francina Armengol pretende eliminar esta figura del educador social. Guasch subrayó que, en el momento actual y con la pandemia lejos de finalizar, estos profesionales son más necesarios que nunca pues pueden detectar y resolver dentro de los propios centros escolares «situaciones de depresión, agresividad, abandono escolar o fracaso educativo, entre otros».

Cementerio de mascotas
El Ayuntamiento de Ibiza estudiará la posibilidad de abrir en la ciudad un cementerio de mascotas que tendrá, además, una incineradora.

Así lo acordó ayer el Pleno tras la propuesta del concejal de Ciudadanos José Luis Rodríguez, quien planteó que es necesario que Vila tome la iniciativa ante la lentitud con la que la Administración autonómica está actuando en lo que a la legislación sobre mascotas se refiere.

Rodríguez calificó de «triste final» el que se da ahora a los animales domésticos en la ciudad cuando mueren. Los propietarios solo tienen dos opciones: entregar el cuerpo a una clínica veterinaria o llevarlo al vertedero.

De ahí que para Ciudadanos sea necesario plantearse la apertura de un cementerio específico que, aseguró Rodríguez, satisfará «las necesidades de la ciudadanía».

El eterno debate sobre la zona azul
El estacionamiento regulado, más conocido como zona azul, no deja de ser controvertido a pesar de los años que lleva en funcionamiento en la ciudad. El problema hoy, según expuso ayer el concejal de Ciudadanos Roberto Algaba en el Pleno, estriba en la necesidad de dar a los residentes facilidades para aparcar en unas zonas en las que, además, deben hacerlo también los turistas y los residentes en otros municipios. La ordenanza, recordó Algaba, impide que el vehículo esté más de dos horas estacionado en la misma plaza. Sin embargo, con la nueva app de la concesionaria, el conductor puede renovar el ticket esté donde esté, sin necesidad de mover el coche. «Si saco el ticket desde el bar», ironizó Algaba, «lo mismo la app mueve el coche».

El concejal del área, Aitor Morrás, aseguró, por su parte, que no se está incumpliendo la ordenanza, que la app funciona correctamente y que la zona azul sigue facilitando la rotación. Sin embargo, prefirió obviar las críticas de Algaba y se centró en la necesidad que tiene Ibiza de un transporte público en condiciones para evitar que los ciudadanos tengan que utilizar el coche. Y recordó que esta es precisamente la responsabilidad de Algaba en su cargo de director insular de Transportes.

El desastre del padrón municipal
Darse de alta en el padrón municipal de Ibiza es, sobre todo, un ejercicio de inmensa paciencia, a pesar de los intentos del concejal del área, Aitor Morrás, por mejorar la situación. El concejal del PP Emilio Montes de Oca enfrentó a Morrás a la realidad que sufren a diario los numerosos ciudadanos que necesitan hacer gestiones ante la oficina del censo de Vila. Conseguir una cita para darse de alta o pedir un volante puede llevar más de un mes y, luego, lograr el certificado correspondiente, algunas semanas más.

Esta situación, denunció Montes de Oca, provoca graves molestias a los ciudadanos, que ven que no pueden escolarizar a sus hijos, sacar una tarjeta sanitaria o acceder a los descuentos para residentes a la hora de viajar. El edil popular recordó que Morrás anunció en febrero la puesta en marcha de un nuevo sistema que, según dijo entonces, mejoraría notablemente la situación. Y algo ha debido de mejorar puesto que el propio Morrás reconoció ayer que, a principios de este año, los plazos eran aún más largos.

No entendió el concejal que la crítica de Montes de Oca se basaba en la necesidad de que este trámite sea sencillo y rápido, como lo es en la mayoría de los ayuntamientos españoles, en los que ni siquiera es necesario esperar para obtener un certificado una vez que te has dado de alta. Morrás prefirió acusar al PP de «hacer una oposición destructiva y poco rigurosa» y defendió su proyecto de mejora, aunque, a día de hoy, esta sea prácticamente indetectable para el ciudadano medio.