Cala Gracioneta en una imagen de archivo de 2020. | Arguiñe Escandón

Un respiro. Es lo que ha supuesto para los hoteleros de la isla la noticia de que Reino Unido mantendrá a las Islas Baleares en situación ámbar dentro de su semáforo covid todo el mes de agosto. Si bien no es la situación óptima, permite que los viajeros con pauta completa puedan regresar de sus vacaciones en Ibiza sin tener que pasar cuarentena. Con casi 40 millones de británicos vacunados, parece que la decisión tendrá efecto en la economía pitiusa.

«Es sin duda un balón de oxígeno», confiesa el presidente de la federación hotelera de Sant Antoni, Juanjo Planells. «A partir de poder mantener este semáforo ámbar el mercado británico va a incrementar notablemente sus viajes a la isla», auguró, sobre todo de cara a los meses de septiembre y octubre, lo que permitiría a muchos hoteles alargar la temporada.

La pérdida de la situación verde a mediados de julio ya supuso un jarro de agua fría para el sector turístico. El mercado británico sufría una estocada que generó protestas, incluso, dentro de las empresas de viajes de Reino Unido.

El anuncio hace tres semanas en algunos medios de comunicación de que Baleares podía pasar a la lista ‘ámbar plus’, desató todavía más las alarmas. El cambio implicaba que incluso aquellos que estuviera vacunados debían pasar una cuarentena de diez días a su regreso a Reino Unido.

Fue el pasado miércoles cuando Downing Street acabó con la ansiedad generada en el sector. España se quedaba en ámbar, Baleares lo celebraba y se ponía fin a la cautela de muchos viajeros británicos que habían pospuesto su decisión de reservar sus vacaciones en Ibiza a la espera de un posible cambio de situación.

«Los establecimientos que tenían una dependencia total del mercado británico estaban yendo más ralentizados a nivel de reservas y de ocupación, pero ahora la perspectiva es que se incrementen exponencialmente las reservas», explicó Planells.

El representante de los hoteleros portmanyins quiso resaltar la importancia que tiene el mercado británico en Sant Antoni. «Es verdad que hemos logrado diversificar con otros mercados en los últimos años, hemos creado nuevos productos y trabajamos en segmentos que han mejorado mucho la calidad de la oferta, pero el mercado británico sigue siendo una pieza fundamental en este proceso», valoró.

Desde el sector indican que en agosto otros mercados podrán suplir la carencia que se puede producir por el nuevo arranque del mercado británico, sobre todo el mercado español.

La llegada de turistas nacionales ha insuflado la actividad necesaria para que muchos establecimientos hoteleros sobrevivan. «En el mes de julio y esta primera semana de agosto el mercado nacional ha permitido unas ocupaciones aceptables», detalló el presidente de los hoteleros.

Según datos del portal de reservas Neobookings, el mercado español supuso un tercio de las reservas en el mes de julio, mientras las reservas británicas cayeron drásticamente tras el paso de Baleares a situación ámbar. Ahora, con la misma situación, la expectativa es que despeguen de nuevo. No empeorar es una buena noticia.