Los vecinos y comerciantes de la Calle Aragón ya muestran su descontento con la ampliación de aceras en detrimento de plazas de aparcamiento. La presidenta de los comerciantes, Encarna Planells, señala una pancarta en un balcón. | Daniel Espinosa

Rabia, enfado, desesperación y hasta ganas de llorar tras estar más de una hora buscando aparcamiento por las inmediaciones de la calle Aragón. Son sentimientos que comparten estos días los vecinos de esta zona. Las obras de ampliación de aceras en esta céntrica vía satisfacen a muy pocos y desagradan a la mayoría. Algunos vecinos lucen ya pancartas en sus balcones reivindicando aparcamientos y otros aseguran que en breve van a sumarse a este tipo de protestas.

Pilar es una de las residentes en el barrio y reconoce que si tuviera delante al alcalde Rafa Ruiz le recordaría que «Ibiza, como está planteada en el barrio de l´Eixample, no está hecha para pasear, está hecha para ir a la tienda, a la farmacia... lo que sea. Así que estas ampliaciones de acera las veo excesivas e innecesarias».

Esta vecina incluso relata que, por la estrechez actual de la vía, «el camión de la basura se lleva por delante las vallas» y dice que, según sus cálculos, han eliminado entre 150 y 200 plazas de aparcamiento en toda la zona.

«¿Qué hacemos con los coches? No nos han dado ninguna solución. No pretendo tener el coche delante de mi casa, pero es que no hay sitio», lamenta Pilar, quien recuerda que casi todos los residentes están pagando una zona azul que no pueden utilizar.

Alternativa «inviable»
«Para aparcar, he llegado a estar hora y media de reloj, he acabado a punto de echarme encima del volante y ponerme a llorar», reconoce.

A los vecinos tampoco les convence la sugerencia de ir a estacionar a los «saturados» aparcamientos disuasorios. «La alternativa la vemos inviable», concluye Pilar, que se pregunta si la nueva acera, por su amplitud, «no es una burrada como una catedral». En su balcón muy pronto lucirá una pancarta de protesta, según avanza.

María José, propietaria de una tienda de ropa en la calle Aragón, asegura haber notado un descenso de las ventas en las últimas semanas «porque no hay parking y los clientes se quejan mucho».

«Lo veía bien antes. Con más aparcamiento mucho mejor, porque no hay», insiste.
Trabajadoras de un negocio de menaje de la zona se pronuncian en el mismo sentido. En su caso, las ventas ya comenzaron a bajar el pasado año «con la pintura amarilla», según recuerdan. En 2020, el Ayuntamiento eliminó aparcamientos en varias calles de l´Eixample para facilitar el tránsito de peatones y las distancias de seguridad. «Con esto, peor todavía. Tenemos clientes que vienen de Sant Antoni o Santa Eulària y tienen que aparcar lejos y si vienes a hacer una compra grande, ya no la haces», critican.

«Y ahora, ¿dónde aparco?»
En un segundo piso de la calle Aragón, una pancarta en el balcón pone de manifiesto el malestar del vecino por estas obras. «Y ahora, ¿dónde aparco?» se preguntan los inquilinos de esta vivienda. Como Pilar, critican la falta de plazas de estacionamiento en todo el barrio, con las dificultades que ello provoca en su día a día.

La presidenta de la Asociación de vecinos y comerciantes de l´Eixample, Encarna Planells, afirma que las obras no han sido consensuadas con nadie, no se están mejorando las aceras más estrechas e, incluso, en algunos puntos quedan a la misma altura de la calzada, lo cual puede ser peligroso para los peatones.

Además, reconoce preocupación porque en la calle Aragón no ven el alcantarillado. «Esperemos que no nos traiga problemas», insiste.

«Nos lo han impuesto», lamenta Planells en relación a esta polémica ampliación de aceras. Desde la entidad consideran que no pueden eliminarse aparcamientos sin crear otros.

«Cuando el año pasado nos encerraron con aquellas cuerdas que parecían un corral de caballos, y era horrible para una zona comercial, nos dijeron que era por el covid, aunque parece que lo que tenían ya pensado era esto», añade Planells. La presidenta se pregunta además qué sentido tiene que una parte de la acera mida más de dos metros y la otra sea demasiado estrecha, «ni para pasar con un paraguas».

Ciudad amable
Las obras de ampliación de aceras se iniciaron hace algunas semanas con el objetivo de mejorar la accesibilidad del espacio urbano y proporcionar a los peatones un espacio seguro y cómodo por donde poder transitar y moverse caminando por toda la ciudad. Las obras también mejorarán la accesibilidad de las personas con movilidad reducida, según anunció el Ayuntamiento de Ibiza.

De hecho, esta misma semana el concejal de Movilidad, Aitor Morrás, reiteró su objetivo de crear una «ciudad confortable y amable para el viandante».

También la primera teniente de alcalde y concejala de Vías Públicas, Elena López, aseguró hace semanas que con la consolidación de la ampliación de las aceras de cuatro calles, «continuamos con el proyecto de mejora de la accesibilidad en toda la ciudad. Ibiza es una ciudad en la que los traslados a pie son rápidos y fáciles, por lo que continuamos poniendo a disposición de la ciudadanía más espacios para peatones. Esta es la tendencia que marcan las políticas urbanísticas en otras ciudades de España y del mundo: dar mayor protagonismo a los peatones y que se sientan con la seguridad de que pueden desplazarse correctamente por la ciudad. Otras ciudades españolas como Pontevedra o Vitoria ya hace años que realizan este cambio y ahora son ejemplo europeo de ciudades para las personas».