Ciudad de Ibiza.

El alcalde de Ibiza, el socialista Rafael Ruiz, aprovechó el Pleno celebrado ayer para presentar el que podría considerarse como un nuevo programa de Gobierno tras la pandemia de COVID-19. Lo hizo durante la celebración de la sesión que se dedica anualmente a debatir sobre el estado de la ciudad. «Es una legislatura marcada por el covid», dijo el primer edil, «y hemos tenido que replantearnos las cosas». La pandemia, añadió a modo de introducción, «ha demostrado que no se puede tener todo bajo control».

Ruiz aseguró que durante los dos próximos años de legislatura se llevarán a cabo proyectos que estaban previstos «para el futuro» y subrayó que es necesario aprovechar el momento actual para replantear el programa y «dar un paso adelante más valiente».

Puso como ejemplo del trabajo desarrollado en este sentido por el Gobierno municipal para conseguir la financiación de proyectos como los planes de sostenibilidad turística, a los que se destinarán 2.7 millones de euros. Inversiones que, añadió, «será complicado gestionar» desde el Ayuntamiento. Sin embargo, subrayó que este «es el momento» para que Ibiza pueda acometer un importante cambio de modelo de ciudad aprovechando la financiación extra que llegará vía fondos Next Generation.

De este modo, el Consistorio se volcará en los próximos meses en, por ejemplo, intentar cambiar la dinámica de la vivienda en Ibiza. «No queremos viviendas turísticas», dijo de forma tajante el alcalde, «tenemos suficiente oferta turística para poder rechazar que las haya en un edificio residencial». E insistió en la idea de que, además, se obligará a todos los promotores a incluir en sus proyectos un porcentaje destinado a vivienda pública. En este punto, Ruiz dejó claro que esto se llevará a cabo también en el centro de la ciudad «le pese a quien le pese».

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La «expulsión» de los vehículos del centro del municipio, la promoción de políticas de vivienda más «valientes» o la reestructuración de todo el área de Bienestar Social fueron presentados por Ruiz como ejemplos de lo que debe llevar a cabo el Consistorio a partir de ahora. Sobre todo en asuntos como los relacionados con la ayuda a los más afectados por la pandemia. Sobre esta cuestión, Ruiz recordó que el Ayuntamiento ha otorgado hasta el momento más de 4.200 prestaciones básicas, de las cuales unas 3.000 han sido solo para alimentos.

Ruiz concluyó su intervención recordando que el Ayuntamiento goza de «buena salud» económica y financiera «a pesar de la caída de ingresos». El alcalde señaló que el remanente es aún de 15 millones de euros y que esto permitirá al Consistorio tener «una capacidad de mejora y transformación de la ciudad como no se había tenido nunca».

El representante de su socio de Gobierno, Aitor Morràs, lamentó el poco interés de la oposición en «los datos» y centró sus críticas en el PP, partido que, dijo, «se comporta en internet de una forma y, cuando llega a casa, es otra cosa». Morrás defendió el trabajo realizado por él mismo en áreas como la de Movilidad, que cobrará especial relevancia en los próximos meses o en la del Padrón. El concejal de Unidas Podemos acusó al PP de «destructivo», de «criticar sin fundamento» y de «negacionista».

Menos optimistas fueron los representantes de la oposición. El líder del PP, José Vicente Marí Bosó, se refirió al último año de gestión municipal como un periodo de «fuegos de artificio» en el que solo han destacado «la parálisis y la ineficacia» tanto del alcalde como de su equipo de Gobierno. El concejal popular recordó que, a lo largo de los últimos 12 meses, este partido ofreció al Gobierno municipal en numerosas ocasiones propuestas destinadas a colaborar y que fueron rechazadas. Marí señaló que, en el último año, solo ha habido en Vila «parálisis», «prepotencia» y «clientelismo» y reprochó a Ruiz que no rectificará en su actitud porque «no sabe qué hacer» y porque «está condicionado por su ayudante de Gobierno». «Es más ‘morrista’ que Morràs», finalizó.

Por parte de Ciudadanos, el concejal José Luis Rodríguez lanzó también duras críticas al Gobierno de Ruiz. Sin embargo, anunció que mantendrá su apoyo al mismo en lo que resta de legislatura. Rodríguez centró su intervención en aspectos como la paralización de la modernización de la red de pluviales, los problemas de la depuradora y los del acceso a la vivienda.