Las obras de reasfaltado de la calle Arxiduc Lluis Salvador. | Marcelo Sastre

Todavía no hay fecha para poner en marcha el Área de Circulación Restringida (Acire) de Puig des Molins, pero el Consistorio ya ultima con los vecinos los detalles de su activación entre diciembre y enero. Un control de acceso que primero se implementará en modo de prueba durante algunas semanas para que la ciudadanía se acostumbre a la nueva zona Acire aprobada por Vila el pasado mes de junio.

El método de control será un sistema de lectura de matrículas, el mismo que se utiliza en las dos zonas Acire que existen actualmente en el municipio en los barrios de la Marina y Dalt Vila.

El punto de control de acceso se instalará en la calle Arxiduc Lluís Salvador con Vía Romana y los puntos de control de salida estarán en las calles Lucio Oculacio y en la calle Tagomago con Ramón Muntaner.

Está prevista también la instalación de un dispositivo de control para restringir el acceso al camino que da inicio a la calle Ramón Muntaner desde el camí de Sa Berenada para evitar el aparcamiento desordenado en esta zona que podría bloquear el acceso de vehículos de emergencias en caso de que fuera necesario.

Las obras de reasfaltado que se llevan a cabo desde el lunes en la calle Arxiduc Lluís Salvador se aprovecharán para instalar los primeros dispositivos y la señalética.

Peticiones de los vecinos
El Ayuntamiento está actualmente evaluando la implementación de las necesidades que les han hecho llegar los vecinos, como los permisos especiales de acceso o los horarios entre otras. «A partir de que les pasemos a los vecinos por escrito las modificaciones, iniciaremos el proceso para poner en marcha el sistema, entre diciembre y enero, dando el plazo de alrededor de un mes en el que estará en funcionamiento pero no se sancionará para que la ciudadanía tenga un plazo de adaptación», explicó el concejal de Movilidad de Vila, Aitor Morrás.

Apunta que en las últimas reuniones mantenidas los vecinos le han transmitido su satisfacción por la medida, «dado que es un barrio que tiene mucha presión».

El proyecto tiene un coste previsto de 400.869,47 euros de los que 296.485,73 provienen de fondos europeos Edusi.