Los participantes en el taller escuchan una de las explicaciones. | Marcelo Sastre

Loren estaba interesada en conocer las propiedades del sirope de algarroba y sus posibles usos en la cocina. Antonia es profesora de Hostelería y Turismo en el IES Sa Serra y la temática del taller también había despertado su interés. Su acompañante, Alejandra, tiene un algarrobo en su finca y quería comprobar el provecho que le pueda sacar.

Cada asistente a la visita guiada para conocer la elaboración del sirope de algarroba tenía ayer un buen motivo para acudir. Esta iniciativa incluida en la campaña Sabors, que organiza la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, se llevó a cabo en Frutos Secos Ibiza y contó con la colaboración del Consell Insular.

[Taller de sirope de algarroba en Frutos Secos Ibiza organizado por la Pimeef, en imágenes.]

Raúl González, comercial de la empresa ibicenca y encargado de promocionar el producto local y ecológico, explicó a los asistentes los beneficios y valores del sirope de algarroba. Lo cierto es que no tuvo que esforzarse mucho para convencer a nadie sobre las bondades del producto, especialmente después de la degustación ofrecida por el chef Pablo Díaz. Un foie con manzana marcado unos minutos en una sartén y aderezado con el sirope, un cochinillo regado también con este néctar y un exquisito brownie de chocolate y algarroba bañado a su vez en el sirope, bastaron para que los participantes en el taller de la Pimeef salieran convertidos en auténticos fans de la algarroba ibicenca y sus derivados.

Lo curioso es que durante décadas este alimento ha pasado desapercibido para las nuevas generaciones, ajenas a sus bondades nutricionales. «Ha pasado de estar infravalorado a ser considerado como un superalimento», señaló González.

El encargado de impartir el taller también explicó cómo el sirope de algarroba está muy presente en la gastronomía de países como Grecia o Turquía, aunque todavía es un gran desconocido para el consumidor ibicenco. En Frutos Secos Ibiza han sido pioneros en España a la hora de elaborar y dar a conocer este producto.

«El sirope es la gran apuesta de la empresa. Lo producimos aquí y sólo con algarroba local», destacó González. De hecho, para su elaboración se utiliza exclusivamente la vaina, donde se concentran todos los azúcares. «Damos salida a una parte de la algarroba que no se estaba usando», insistió.

Gónzalez explicó también que el sirope es el perfecto sustitutivo del azúcar, no incrementa el índice glucémico del consumidor y aporta sustancias beneficiosas a la hora de prevenir determinados tipos de cáncer.

Cocinar la vaina troceada, prensarla después y volver a hervir el líquido resultante durante horas, es el proceso que se sigue para obtener ese dulce jarabe procedente de la algarroba.

«Está buenísimo. Parece regaliz», aseguró María tras degustar el sirope por primera vez.
En ensaladas, con cordero o pollo, los asistentes comenzaron entonces a debatir sobre los posibles usos del sirope en la cocina tradicional.

«A la gente mayor, la algarroba no le entraba muy bien porque, en épocas de hambre, se comía mucho. Ha sido un alimento que ha mantenido viva a mucha gente, pero ha sido un alimento que se ha asociado a hambre y miseria. Eso ha cambiado de forma radical», comentó González.