Reunión del CES ayer en la sede del Consell d’Eivissa. | Daniel Espinosa

Si Baleares se situó en 2020 como la comunidad autónoma que sufrió una mayor caída del producto interior bruto (PIB), un 23,7%, Ibiza fue la isla que sufrió el mayor batacazo, con un descenso del 29,9%.

Son datos de la memoria del año 2020 del Consell Econòmic i Social de les Illes Balears (CES), que dio a conocer ayer en la sede del Consell d’Eivissa los resultados detallados para las Pitiusas.

El conseller de Economía y Hacienda, Salvador Losa, destacó la importancia de este informe como un herramienta muy útil para analizar la situación y tomar medidas en el día a día.
El presidente del CES, Rafael Ballester, destacó que la caída del PIB en Ibiza se ha reflejado en un descenso de las afiliaciones a la Seguridad Social en un 8%.

Valoró el impacto positivo de los ERTE como «escudo social» que ha mitigado la el impacto de la caída del PIB tenga un mayor impacto en la disminución de las afiliaciones.

Entre las novedades del informe de este año está la separación de los datos medioambientales en un apartado propio. «Creemos que los temas medioambientales tendrán cada vez más importancia en las decisiones económicas», valoró.

La jefa de estudios del CES, Ana Grau, indicó que esta caída tan importante del PIB es consecuencia de la estructura productiva muy centrada en el sector servicios. En el año 2020 el peso de este sector en Ibiza, según la dirección general de Modelo Económico y Ocupación, fue del 83,2%.

Respecto a la vivienda, uno de los principales problemas en las Islas y en especial en Ibiza, destacó que el número de obras visadas en 2020 subió de forma importante, casi un 5%. Se visaron 636 obras y 681 viviendas.

En cuanto al medio ambiente, las reservas hídricas se situaron en torno al 50%, por debajo de la media balear, un impacto directo del turismo según Grau. Ibiza estuvo la mitad del año en situación de prealerta de sequía.