A los papás del pequeño Lian el nacimiento de su segundo vástago les pilló ayer totalmente por sorpresa. No porque el pequeño fuera a nacer de manera prematura sino porque vino al mundo en lo que tarda un ascensor en bajar varios pisos. «Para mí es el niño más precioso del mundo. Ha pesado 3,018 kilos», aseguraba ayer el feliz papá.

Vicent Marí y su pareja Ashi Keo son ya padres de otro niño de poco más de un año. Seguramente deberá pasar un tiempo para que comprenda cómo vino al mundo su hermanito pequeño Lian.
El padre relató que lo que vivieron ayer de madrugada fue «una locura, algo que no había visto ni en las películas». Marí recordó que conocen bien cómo suele ser un parto, aunque la rapidez con la que Lian llegó al mundo no deja de sorprenderles: «Mi mujer tenía contracciones, pero una cosa normal. Llevaba una media hora, lo cual es muy poco, porque en el anterior parto ella tuvo contracciones unas 24 horas».

El matrimonio reconoció que antes del nacimiento de su primer bebé acudieron alarmados al hospital en diversas ocasiones, aunque «nos mandaban a casa. Estábamos nerviosos y éramos padres primerizos». «Esta vez lo teníamos todo controlado y estábamos muy tranquilos. A la media hora, las contracciones empezaron a ser muy fuertes y regulares y entonces pensamos que debíamos ir a Can Misses porque vimos que el parto se estaba acelerando, aunque en ningún momento pensaba en un desenlace así», aseguró Vicent.

A la mamá no le dio tiempo ni de bajar en ascensor puesto que rompió aguas nada más entrar en él. Unos pisos más abajo, Lian llegó al mundo «disparado», según Marí. «En 20 segundos pasamos de estar bien y tenerlo todo controlado a vivir esta situación», añadió el joven padre. Él mismo asistió a la madre y al bebé, a quien envolvió en una manta que tenía en la mochila.

Según relató, mediante la alarma del ascensor logró que un vecino se acercara y llamaron al servicio de Emergencias 112: «Se presentaron cuatro o cinco agentes, que tampoco sabían muy bien cómo controlar la situación».

La fortuna quiso que la mujer de su vecino fuera enfermera, por lo que la sanitaria pudo realizar una primera valoración del bebé y de la madre.

«Sabía que era un momento especial, pero no era consciente de que esto fuera algo tan poco frecuente. Creí que pasaba más a menudo», aseguró Vicent.

El padre celebró también que «ellos están perfectos, aunque seré yo quien me tenga que recuperar esta vez. Aún no salimos del shock».

Experiencia inolvidable
La mamá del bebé, Ashi Keo, aseguró que la de ayer es una experiencia «inolvidable», aunque reconoció haber pasado miedo y haber estado ««muy asustada», principalmente cuando se encontraba en el ascensor y, en cuestión de segundos, notó cómo la cabeza de su hizo estaba fuera.
«Nunca me lo hubiera imaginado. No lo voy a olvidar», insistió. Esta joven de origen camboyano aseguró también que el pequeño Lian es un bebé tranquilo, que pasó durmiendo la mayor parte del día.

Tanto la mamá como el pequeño podrían recibir el alta hoy mismo. Debido a la situación de pandemia, el primer hijo de la pareja no pudo conocer a su nuevo hermanito. Al igual que su marido Vicent, Ashi declaró seguir en shock horas después del veloz alumbramiento.