En los talleres del Punt Jove de Jesús los participantes cuentan con la ayuda de María José y Cristian. | Daniel Espinosa

El Punt Jove de Jesús, a los pies de la iglesia, acoge actividades para los más jóvenes del pueblo dentro de una programación semanal organizada también en otros centros parecidos de Santa Eulària y Puig d’en Valls.

Cada uno abre de martes a sábado de 16.30 a 20.30 horas y están dirigidos a niños y niñas entre 12 y 17 años, aunque a partir de 2022 se pueden apuntar los nacidos a partir de 2010.

Las actividades van variando cada semana y se pueden consultar a través de las redes sociales de los Punt Joves. En el caso de Jesús este martes ha habido un torneo de tenis de mesa, ayer talleres de expresión artística, hoy una proyección de una película a elección de los socios en una pantalla grande, mañana juegos y torneos como el de jenga y el sábado a una actividad libre. Además, cada instalación dispone de forma permanente de futbolín, consolas, billar o tenis de mesa.

Según explicaron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera desde el Departamento de Juventud de Santa Eulària «son actividades semanales que no requieren de inscripción previa aunque es necesario hacerse socio previamente con una hoja que se puede encontrar en Jesús, Puig d’en Valls o Santa Eulària».

Se trata de un carnet que permite participar en cualquiera de las actividades de los tres punts joves del municipio. Además, no hay ningún compromiso para acudir diariamente ya que la participación en las actividades es voluntaria.

Ayer varios talleres
Ayer en Jesús los jóvenes disfrutaron de tres actividades distintas según el material que podían emplear.

Por ejemplo, los participantes se pudo disfrutar con hama beads – un tipo de cuenta fabricada en plástico con pequeñas piezas huecas en el centro similares a un tubo que se usan para diferentes manualidades como por ejemplo imanes –, arcilla blanca para dar rienda suelta a su habilidad con las manos y mandalas y hojas en blanco para colorear con lápices, rotuladores, ceras y acuarelas. Incluso, había palitos de helados para darles una nueva vida convirtiéndolos en puntos de libro.

Incluso, los momentos de descanso se usaron para disfrutar con algún juego de mesa o con actividades en el exterior del Punt Jove, junto a la plaza y la iglesia del pueblo.

«Siempre hay usuarios»
Según aseguró ayer la monitora del Punt Jove de Jesús, María José, «siempre hay usuarios por las instalaciones a pesar de que durante Navidad, debido a que muchos niños y niñas se marcharon fuera de la isla, se notó un cierto bajón de asistencia».

Además, no es fácil saber el éxito que puede tener una actividad. «El ritmo de nuestras instalaciones varía mucho, lo mismo que los participantes en los talleres, y es que los adolescentes son muy impredecibles, haciendo que una actividad que una semana antes había tenido un gran éxito a la siguiente casi no tenga asistentes».

Lo que si está garantizado, según María José, son los niños y niñas que acuden a estudiar y a hacer trabajos del instituto. «Es algo muy positivo y también muy bonito porque como muchos son amigos y no van a la misma clase acaban sacando lo mejor de ellos para ayudar al otro con los ejercicios o con lo que tengan que preparar».