La jornada dedicada a la prevención del acoso escolar y el ‘ciberbullying’ concentró a más de 300 alumnos en el Palacio de Congresos. | Marcelo Sastre

«Hay que pedir ayuda» son cuatro palabras que te pueden salvar la vida. Gracias a este gesto tan simple, y a la vez tan complicado, David Álvarez pudo desterrar el acoso escolar que llevaba sufriendo desde la infancia y así logró coger aire. «Si os hacen bullying, por favor, tenéis que pedir ayuda. Yo lo hice. Estuve visitando a una gran terapeuta durante tres años y ella me enseñó a quererme», destacó este vecino de Santa Eulària durante la jornada de este viernes dedicada a la prevención del acoso escolar y el ciberbullying.

[Las mejores imágenes de la jornada contra el acoso escolar y el ‘ciberbullying’ en Ibiza (Fotos: Marcelo Sastre).]

La sala del Palacio de Congresos, que concentró a más de 300 alumnos, fue el marco que dio vida este viernes a la historia de David Álvarez, un hombre de 46 años, que por ser diferente al resto recibió durante mucho tiempo ataques y provocaciones por parte de sus compañeros.

Seis años muy duros

«A partir del año 81, y durante seis cursos, sufrí un acoso brutal en el colegio. Perdí tanta confianza que me abandoné y tuve obesidad mórbida. Llegué a pesar 165 kilos con 17 años», destacó David Alvárez. Llegar a ese punto de abandono fue la gota que colmó el vaso y, a partir de ahí, luchó por salir del agujero. «Mi cuerpo y mi alma estaban completamente separados. No podía seguir así y, con ayuda de mi terapeuta, conseguí aceptarme a mí mismo», subrayó.

Su experiencia personal fue el emotivo preámbulo de un acto que miró de frente al acoso escolar y le dijo «no queremos vivir con esta lacra social». Álvarez, muy seguro sobre el escenario, no dudó en mostrar la desnudez de sus sentimientos bajo una nueva luz. «Viví una auténtica pesadilla, pero ahora no podría ser más feliz. Tengo familia, amigos y una profesión que amo», destacó durante la charla. Sin duda, este apasionado del golf hace tiempo que consiguió meter en un profundo hoyo todos aquellos episodios negativos que vivió durante su infancia.

«Desde hace tiempo me considero un hombre muy feliz. Poder ayudar a personas que están viviendo situaciones similares a la mía, me reconforta», señaló emocionado David Álvarez.

«Soy el director de la Escuela Infantil de Golf Ibiza y en el trabajo somos una auténtica familia, jamás permitiré una falta de respeto entre los niños», explicó Álvarez a los más de 300 corazones que este viernes latían con cada una de sus palabras. El auditorio quedó absorto con su historia. Su vida, su experiencia, su aprendizaje, ese camino lleno de abrojos y espinas que supo convertir en un viaje de aprendizaje… David supo transmitir mensajes que consiguieron motivar la reflexión de los alumnos que este viernes asistieron a la charla.

Es el caso de la alumna Paula Suñer. Esta estudiante del IES Sa Serra, que vive en es Cubells, tiene 18 años y lleva más de cuatro cursos siendo víctima de acoso escolar. Según esta alumna, las provocaciones empezaron cuando comenzó a ganar peso en el último año de Primaria. «En Secundaria volví a adelgazar, pero ya se metían conmigo por mi forma de ser y porque ya era costumbre meterse conmigo. Lograron poner en contra de mí a gente que ni me conocía», explicó Paula Suñer con resignación.

Dos generaciones

David y Paula, Paula y David, dos generaciones diferentes con dos dinámicas distintas a la hora de enfrentarse al acoso escolar, pero dos historias que se solapan en el tiempo. Más de 20 años separan ambas experiencias y parece que todo sigue igual, que nada ha cambiado. Según Paula Suñer, la sociedad sigue arrastrando la misma falta de medidas y acciones educativas que en el pasado.

En este sentido, esta estudiante afirmó que actualmente las herramientas y actividades para prevenir y detectar el acoso escolar son insuficientes. «Llevo tiempo pidiendo ayuda a los profesores de mi instituto y, a día de hoy, todavía no han hecho nada para ayudarme. Mi caso se quedó apartado y pasaron de mí completamente», destacó la alumna a Periódico de Ibiza y Formentera.

Además, Paula Suñer apuntó que está a favor de que se celebren este tipo de charlas preventivas para concienciar a la gente más joven. No obstante, considera que el problema está a la hora de llevar a la práctica estas medidas de prevención. «En mi instituto, cuando les preguntaban a los niños después de las charlas lo que debían hacer si observaban algún comportamiento de acoso, todos te decían exactamente lo que se tenía que hacer, pero nunca lo aplicaban en situaciones de verdad y los profesores exactamente lo mismo», destacó esta alumna de Sant Antoni.

Tras las charlas impartidas por David Álvarez, Ángel Avilés y Pedro Aguado sobre la prevención del acoso escolar y el ciberbullying, los alumnos abandonaron el auditorio con semblante de preocupación y reflexión. «Espero que estas ponencias ayuden a concienciar y a sensibilizar más a todos, no solo a los alumnos», puntualizó Paula Suñer al finalizar el acto organizado por Garabatoos y patrocinado por el Ayuntamiento de Santa Eulària con la colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni.