En la avenida España, ayer se podía ver actividad normal entre los profesionales del transporte. | Toni Planells

El paro de los transportistas mantuvo en vilo durante toda la jornada a empresarios, patronales e incluso a clientes, pendientes de ver el alcance de la protesta. Aunque la Agrupación Empresarial de Transporte de Mercancías de Baleares aseguró el viernes que el paro no iba a tener consecuencias en las islas, los transportistas sí causaron ayer lunes grandes retenciones en los accesos a Palma y ocasionaron problemas en los accesos a la ciudad como protesta por el encarecimiento del precio del combustible.

El presidente de la Asociación de Transportistas de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, José Raya, destacó que los profesionales en Ibiza no habían secundado el paro, aunque en su negocio sí estaban sufriendo las consecuencias de las distintas acciones de protesta. Hasta bien entrada la noche desconocían si cinco camiones procedentes de Valencia y otros «tres o cuatro» desde Barcelona habían logrado embarcar rumbo a Ibiza. «Allí hay piquetes y le dije al conductor que parara, aunque el mismo derecho tiene el que quiere parar que el que quiere trabajar», manifestó el presidente. De hecho, consideró que sus clientes no iban a entender que se les suban los precios y que, al mismo tiempo, no se les entreguen las mercancías por el paro de los transportistas.

Nulo seguimiento en Ibiza
En Ibiza, durante la jornada de ayer no dejaron de verse camiones o furgonetas de reparto en sus rutas y con sus prisas habituales. Este era el caso de José Carlos Bermúdez, quien reconocía que la jornada de ayer fue una más dentro de la rutina semanal. De la misma manera afirmaba que no había notado ningún cambio respecto a sus colegas habituales en la carretera, «el panadero, el de la cerveza y todos con los que suelo coincidir estaban todos activos». Sin embargo sí reconoce la posibilidad de que «la mercancía que recibamos de fuera posiblemente sí se vea afectada por la huelga». Con las mismas prisas que José Carlos, Dani García partía con su furgoneta de reparto de hielo. Tampoco hizo huelga ayer y afirmaba que «no sé de nadie que haya parado. Solo tienes que mirar», apuntando con el dedo a la avenida España por donde circulaban varios vehículos de reparto. Jordi Borrell y Juanjo Jiménez se encontraban ayer descargando su camión de reparto para abastecer un supermercado.

Jordi sí se ha interesado por la huelga de transportes. En su caso afirma que «cuando lo miré vi que a los asalariados no nos afectaba, el vídeo del sindicato decía que la huelga era solo para los autónomos. Si el jefe nos manda a trabajar tenemos que ir».

Formentera
Enrique Bañón, de la empresa Transportes y Grúas Formentera SL, secundó el paro junto a sus otros cuatro compañeros porque «el precio de los combustibles es insostenible», con una subida de casi el doble en este último año. Según este transportista, otra empresa de Formentera también secundó la protesta y optó por no repartir ningún tipo de material. «Lo malo de esto es que al final lo paga el usuario», lamentó.

Bañón reconoció que «a veces no es fácil parar porque los clientes te exigen y uno está un poco entre la espada y la pared». Por ello, en principio su protesta se limitó a la jornada de ayer, aunque no descartó sumarse a futuras acciones reivindicativas si no mejoran los precios de los carburantes. Este transportista lamentó también los perjuicios que el paro pudo haber provocado entre sus clientes, aunque «estaban avisados desde el sábado».

«Para empresas familiares como la nuestra, si otros gastos ya nos golpean con fuerza, la subida del combustible es la gota que colma el vaso», lamentó Bañón. Este transportista confió en que «se arregle algo» y en poco tiempo puedan aplicarse medidas para paliar el encarecimiento de algunos suministros.

«Si tenemos que hacer otro paro, o varios días de huelga, lo haremos porque nos tienen que dar una solución», concluyó.

El apunte
Sonia Ribas

Acopio de productos en los supermercados

Sonia Ribas

En Ibiza, grandes cadenas de supermercados confirmaron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que, en contra de lo esperado, sí notaron durante el fin de semana una mayor afluencia de compradores dispuestos principalmente a adquirir productos básicos de alimentación.

En el caso de Mercadona, responsables de estos establecimientos explicaron ayer que en Ibiza habían detectado a algunos clientes haciendo acopio de productos, aunque la situación ayer fue de total normalidad. El pasado viernes aseguraron que en las islas su operativa no iba a verse alterada, a pesar de la amenaza de los paros.

El gerente de los supermercados Eroski en Ibiza y Formentera, Antonio Moya, reconoció ayer que durante el fin de semana «registraron más ventas de lo habitual» de productos como harina, leche o aceite. El viernes, coincidiendo con el anuncio de la huelga a nivel nacional, es cuando notaron una mayor afluencia de gente. «El viernes hubo un poco más de psicosis en este sentido, aunque durante todo el fin de semana hay gente que ha comprado más de lo habitual y comparado con el sábado anterior, se notó bastante», explico el gerente.

Desde esta cadena afirmaron ayer que, a pesar de la situación, las plataformas con mercancías llegaron de la península «sin ningún tipo de problema» y la de ayer, fue una jornada «completamente normal».