Poesía y música en l’Escola d’Arts

Un día especial y diferente, que ha permitido a los alumnos sacar la ‘vena artística’ y escapar del día a día del instituto al que muchas veces se enfrentan. «Nos permite salir un poco de la rutina, especialmente a los de segundo de bachiller que vivimos pensando en la selectividad», cuenta Valentina, alumna de l’Escola d’Arts. Y es que, sólo quien haya sido estudiante, sabe lo tedioso que puede resultar asimilar la parte teórica de una materia. A veces, como en este caso, los conocimientos se aprenden mejor fuera del aula. «Solemos hacer parte escrita y teórica. Es muy importante expresar todo lo que aprendemos en clase así, de manera más práctica», explica Adela, estudiante de segundo de bachiller.

En total, han sido cerca de 50 personas las que no han desaprovechado la oportunidad de sumarse a este creativo tributo por parte de la Escola d’Arts. «Que la escuela se implique en estas actividades me parece algo muy innovador. Nos permite a los alumnos experimentar y agrandar nuestro espíritu creativo», relata Irene, estudiante de segundo de bachiller.

Como era de esperar, ha resultado ser una jornada realmente conmovedora. Algunos participantes no han podido contener la emoción al recitar, con la voz temblorosa, a punto de quebrar, algunas letras y versos que han provocado lágrimas entre los más empáticos del público. «El hecho de que hubiese tanta participación ha sido algo muy bonito, como si todos aportásemos nuestro granito», relata emocionada Irene. Pero en este evento también ha habido cabida para la parte musical y han sido varias las actuaciones que han pasado por la ‘Sala Polivalent’ del centro.

«Intentamos ser lo más dinámicos posible y si hay instrumentos, mucho mejor», puntualiza el jefe de estudios del centro. Daniela y Jimena llevan tocando el saxofón desde bien pequeñas y no han dudado en mostrarlo a sus compañeros. «Me expreso mejor con el saxofón que con palabras. La música es una manera igual de válida de expresar un sentimiento», explica Daniela. El mismo caso que Sarah, que además de recitar unos versos propios, se ha animado a salir con la guitarra. «Hay que dar voz a la poesía, es un arte que no debe morir. Hay que quitarnos ese miedo a expresar nuestros sentimientos, ya sea con palabras o música», cuenta.

Castellano, catalán, inglés, italiano, rumano… Han sido muy variadas las lenguas en las que los alumnos han subido al escenario a recitar sus versos. Y esa es precisamente una de las singularidades ‘mágicas’ de la poesía, lograr transmitir sentimientos indiferentemente del idioma. «Se agradece que la escuela nos deje un espacio para plasmar y expresar nuestros sentimientos. Sobre todo me ha gustado mucho hablar en mi idioma porque me suele dar vergüenza pero me he atrevido y la gente lo ha apreciado», cuenta emocionada Adela, estudiante italiana. «También he leído un poema en inglés. Estaba un poco nerviosa pero he disfrutado mucho porque varios compañeros también lo han hecho», puntualiza su compañera Sarah.

Aunque en esta jornada, los alumnos han sido los principales protagonistas, varios docentes y personal del centro también han demostrado por qué trabajan en la escuela más artística de la isla. «Lo curioso es que, además de los alumnos participa toda la comunidad educativa, desde profesores, conserje, secretaria… Es un día muy grande en el centro para todos», cuenta la directora. Y, aunque ella no se ha animado a subirse al escenario, Vicent Juan, jefe de estudios, sí lo ha hecho. Ha sido con un poema de Antonio Machado titulado ‘Españolito que vienes al mundo’. «Soy profesor de historia y he aprovechado esta oportunidad porque estoy dando la Guerra Civil con uno de mis cursos», detalla el docente. Sin duda, una jornada inolvidable para los alumnos de l’Escola d’Arts.