Sobre estas líneas y abajo, preparativos durante la jornada de ayer en el hotel Simbad. | Arguiñe Escandón

El Hotel Simbad, en Talamanca, abre hoy sus puertas y durante este fin de semana ya está completo. Se trata de uno de los primeros establecimientos turísticos en comenzar temporada y empezar a recibir a todo tipo de visitantes.

Su director, Álvaro Sánchez, avanzó ayer que su ocupación para Semana Santa ronda el 45%, aunque es un dato que podría variar a mejor puesto que durante esas vacaciones el turista se decanta a última hora por un destino u otro en función del tiempo. «Cuando empezó la guerra se paró todo un poco en cuanto a reservas. Fueron unos cuatro o cinco días y después se recuperó el ritmo más o menos normal. Creo que va a ser un verano de reservas de última hora. Si no pasa nada raro, pienso que será un buen verano», consideró el director.

En positivo, destacó además que están recibiendo reservas para largas estancias. El mercado alemán, el holandés o el nacional -principalmente en estos últimos dos años- son fundamentales para este conocido establecimiento.

«Todos los negocios de Ibiza lo hemos pasado mal, aunque el pasado verano fue un poco sorpresa porque trabajamos bien», insistió. Sánchez, sin embargo, no ocultó una problemática común para el sector: las dificultades para encontrar personal, algo que les sucede «desde hace años», sobre todo debido a la falta de vivienda para los trabajadores de fuera.

Desde la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF), el gerente Manuel Sendino consideró que muchos empresarios afrontan «con ganas» el comienzo de temporada al abrir ahora importantes establecimientos para el colectivo turístico de la isla.

«Ello nos hace pensar que todo el mundo tiene muchas ganas y mucho optimismo y vamos a ver si es verdad que la temporada resulta así», manifestó.

En estos primeros días, Sendino reconoció que el ritmo de reservas es «aceptable» a pesar del conflicto en Ucrania. Sobre Semana Santa, explicó también que esta época del año «nunca ha sido nuestro mejor momento», aunque todo depende de cuándo se celebre. Para el gerente, el hecho de que este año sea a mediados de abril será positivo.
«Antes de la pandemia, en general, ya había establecimientos que estaban adelantando las aperturas. Lo que ahora vemos es una continuación de aquella estela, aunque con un poco menos de intensidad», concluyó.

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El Hotel Puchet, en Sant Antoni, abrió el pasado 12 de marzo y la ocupación actual provoca satisfacción a sus responsables. El director, Joan Serra Mayans, explicó que sus intenciones al abrir en marzo eran ir poniendo en marcha el hotel después de estar cerrados varios meses. «Estamos contentos con los niveles de ocupación y vemos que, de cara a la temporada, cada mes es un poco mejor que el 2019», señaló.

Otra particularidad sobre este establecimiento es que los touroperadores tienen cada vez menos incidencia en las reservas, mientras que aumenta la venta directa. Serra Mayans resaltó además que la Semana Santa se presenta «muy bien», con ocupaciones que pueden rondar el 30%.

A diferencia de otros hoteles, en Es Puchet no están sufriendo problemas para encontrar personal. Sobre ello, el director explicó que están recuperando a los trabajadores que todavía estaban en ERTE, aunque no descartó futuras complicaciones en este sentido.

El empresario también recordó que ya han abierto este año el Hotel Rosales, en Formentera, «aunque allí la cosa está más floja y hay que recordar que el tiempo no ayuda y que la zona de Es Pujols está en obras». «En cuanto se acaben estos trabajos, irá mejor. Han venido algunos clientes alemanes que son habituales y se han sorprendido por el estado de Es Pujols. Por ahora, allí el movimiento no es muy grande», lamentó.

Desde la Asociación de Directores de Hotel (ADEH) en Baleares, Alicia Reina destacó que el comienzo de temporada para los establecimientos ya abiertos será progresivo, lento, y con cierto optimismo. «Hay muchas reservas que sólo se consolidarán en el último momento puesto que son flexibles. No es para echar cohetes, aunque podemos ser tímidamente optimistas, con una ocupación que, esperemos, roce de media el 50%», explicó la ibicenca.

Según consideró también, las dificultades para contratar personal podrían provocar incluso que los hoteles abrieran antes: «Como no empecemos a coger a la gente cuanto antes, se van a ir a otras empresas. Ello nos obliga a hacer el esfuerzo de abrir un poco antes y alargar por este extremo la temporada».

Esta problemática, según Reina, se habría agudizado después de la pandemia, con muchos profesionales que habrían emigrado a otro sector y «el vacío generado todavía no se ha llenado».
Juanjo Riera, desde el Hotel Argos, señaló ayer que justo abrieron hace una semana y este nuevo mes de abril «viene bastante bien». De hecho, cifró la ocupación durante estas próximas semanas entre un 85% y un 90%, tanto con visitantes nacionales como de fuera, principalmente porque comienzan a operar conexiones directas entre Ibiza y distintas ciudades de Europa. Riera recordó que aprovecharon el invierno para ejecutar algunas obras en el hotel, remodelando incluso todo el gimnasio, y ahora es momento de iniciar la temporada con la máxima ilusión. «Se prevé un buen verano y esperemos que se confirme así», afirmó.

Otros dos de los hoteles que abrirán sus puertas ahora a principios de abril, en concreto ambos el día 8, son el Nobu Hotel Ibiza Bay, ubicado en Talamanca, y el Ibiza Gran Hotel, en el paseo Juan Carlos I.

El apunte

El año pasado se consiguió una ocupación total del 62,6% en las Pitiusas

El año pasado, las Pitiusas cerraron la temporada turística con un 62,62% de ocupación hotelera, lo que representó un 24,23% menos que en la temporada del año 2019, último año prepandemia. Cabe recordar que el verano pasado existían todavía restricciones covid no sólo en Baleares e Ibiza y Formentera sino también en otros destinos europeos.

Esto propició que se registraran vaivenes en la llegada de turistas y que la temporada empezara tarde, si bien la sensación generalizada fue que se pudo trabajar bien pese a la incertidumbre inicial. En Ibiza, de mayo a octubre se consiguió un 63,16% de ocupación, un 24,52% menos que en 20129, mientras que en Formentera se alcanzó el 71,75% de ocupación, un 13% menos que hace tres años. La sorpresa llegó en el mes de octubre a Formentera ya que se consiguió un 57,7% de ocupación, un 28,3% más que hace tres años, mientras que ese mes en Ibiza la caída fue del 10% en comparación con el último año prepandemia.