La actuación de baile payés de las Fiestas Patronales de Sant Vicent de Sa Cala

Tras dos años de esperas y restricciones, Sant Vicent de Sa Cala volvió a vestirse con sus mejores galas y sus vecinos disfrutaron una vez más de uno de los días más esperados: el Día Grande.

Como marca la tradición, estas esperadas fiestas patronales conmemoran el Día de San Vicente, patrón de este pequeño pueblo perteneciente al municipio de Sant Joan, celebrado el día 5 de abril.

‘Ball pagès’ y dulces típicos

Sin embargo, en esta ocasión se adelantó al fin de semana más cercano para que, de este modo, mucha más gente pudiese disfrutar de este soleado día. «Nosotros vivimos en Sant Joan pero como en nuestra familia hay muchos ‘Vicentes’ es tradición venir a celebrarlo aquí», explicó Vicente Marí, un joven que acudió a las fiestas junto a su familia.

Una jornada que ya es tradición para muchas familias, aunque no sean originarios de la isla. «Llevamos en Ibiza 7 años y 6 años en Sant Vicent. Lo que más nos gusta de este día es, sin duda, la actuación de ball pagès», relató William, un inglés afincado en este remoto y tranquilo pueblo.

Tras la tradicional misa celebrada en la iglesia homónima, los vecinos asistieron a una procesión de la virgen por el pueblo y disfrutaron de una actuación de ball pagès. El último turno, y uno de los momentos más esperado para muchos, fue el reparto de dulces típicos de la isla, como las orelletas, que, junto a un vasito de vi de la terra, acompañaron una magnífica demostración por parte de sa Colla de Labritja. «Hay que seguir apostando por el tradicional baile de Ibiza. Yo llevo más de un año aprendiendo ball pagès porque me encanta», explicó Adriana, madre de uno de los integrantes más jóvenes de sa Colla, a Periódico de Ibiza y Formentera.

Sin duda, ayer fue uno de los días más recordados por los vecinos de San Vicent de Sa Cala. Y es que, tras la irrupción de la covid, las calles de este pequeño pueblo no han vuelto a vivir plenamente unas fiestas patronales.

«La pandemia ha cambiado todo. En todo el pueblo había muchas ganas de celebrar este día de nuevo y se ha visto en toda la gente que ha venido. Es una tradición y todo el mundo tiene ganas de salir y disfrutar», señaló Cati, una de las asistentes de estas fiestas patronales.