Neus Truyol declaró como investigada en febrero de 2020 por los vertidos.   

La concejal de Medio Ambiente de Palma y ex presidenta de la compañía suministradora de agua Emaya, Neus Truyol, tendrá que comparecer ante la Justicia por los vertidos de aguas residuales a la bahía. Vertidos muy similares a los que afectan habitualmente a los vecinos del torrente de sa Llavanera en Ibiza y por los que estos han denunciado al alcalde, el socialista Rafa Ruiz, ante la Oficina Anticorrupción de Baleares, tal y como avanzó ayer Periódico de Ibiza y Formentera.

En el caso de Truyol, el titular del juzgado de instrucción número 12 de Palma, Santiago Pinsach, ha iniciado ya los trámites para que el asunto llegue a juicio y, según informó recientemente Última Hora, ha dado trasladado a la Fiscalía de Medio Ambiente para que redacte su escrito de acusación.

Pinsach ha tomado la decisión basándose en informes del Seprona, del Instituto Geológico Nacional y de la Fiscalía. El caso es muy similar al que sucede en Ibiza. Es decir, la depuradora de Palma no funciona correctamente y tiene dificultades para gestionar el caudal de agua que le llega cuando llueve y es en esos momentos cuando se producen los vertidos al mar. El magistrado entiende que ni Truyol otros cargos de Emaya como la ex gerente, Inmaculada Mayol, «actuaron eficazmente» y acota los hechos al periodo transcurrido entre noviembre de 2016 y septiembre de 2018, fecha en la que se presentó la denuncia contra la ahora responsable municipal de Medio Ambiente.

Ruiz denunciado

En su momento, la Fiscalía de Medio Ambiente alertó de lo que estaba sucediendo pero el caso fue archivado ante el compromiso de Emaya de solucionar el problema. En 2020, pidió que se abriera la fase intermedia del caso porque entendía que no se habían tomado medidas y existían indicios suficientes para mantener una acusación formal en juicio.

En el caso de Ibiza, vecinos de sa Llavanera han decidido denunciar al alcalde Ruiz ante Anticorrupción a la vista de que no ha tomado ni una sola medida para evitar los habituales vertidos de la depuradora, aguas fecales y restos, cada vez que llueve al torrente junto al cual se encuentran sus viviendas. Ruiz no ha ofrecido ninguna solución a pesar de que en los últimos meses la situación se ha agravado. Es más, su respuesta hace escasas semanas ante las críticas fue echar balones fuera y culpar a otros municipios que también utilizan la depuradora, lamentando que los vertidos se produzcan en un barrio de la ciudad que preside. El socialista rechazó pedir apoyo al Govern para solucionar el problema y tampoco se mostró partidario de interponer las denuncias correspondientes. Una actitud que no ha mantenido en el caso de los dos vertidos de agua con sangre al alcantarillado municipal procedentes del Matadero insular. Ahí el Ayuntamiento de Ibiza ha sido expeditivo a la hora de abrir un expediente sancionador contra los responsables.