Marta Díaz, durante un pleno en una imagen de archivo. | Marcelo Sastre

El Consell d’Eivissa aprobó este viernes exigir al Govern que colabore con el Ayuntamiento de Ibiza para la limpieza de los vertidos fecales que afectan a la zona del torrente de sa Llavanera. Así lo decidió este viernes la institución tras dar luz verde a una moción presentada por la consellera no adscrita Marta Díaz, quien denunció que el problema de los vertidos en esta zona de la ciudad es cada vez más grave.

Una moción en la que el grupo del PP introdujo la condición de que sea el Ejecutivo de la socialista Francina Armengol el que apoye al Consistorio en esta limpieza.

«Como Luther King yo también tengo un sueño», dijo Díaz en un momento de su intervención, «con que no brote mierda, ya estaría contenta».

Y es que Díaz es una de las directamente afectadas por estos vertidos dado que vive en la zona. La consellera recordó que tanto la Constitución como el Estatut d’Autonomia obligan a los poderes públicos a velar por la salud de los ciudadanos y por el medio ambiente. Algo que no está sucediendo en el caso de estos vertidos de aguas fecales. «Son vertidos incontrolados e ilegales», subrayó Díaz, que también denunció la «pasividad» de las administraciones ante este problema.

Los vertidos de fecales son consecuencia del mal estado de la depuradora de Vila y la solución definitiva depende de la construcción de la nueva estación en sa Coma. Mientras tanto, y según la moción aprobada, el Consell pedirá al Govern que tome las medidas necesarias para prevenir esta situación. «Su turismofobia y sectarismo», dijo el conseller Vicent Roig, «son excusas para apartar la atención del verdadero problema, que es la falta de gestión».